familia Min-Park // YoonMin // Lemon

capítulo 22.

Narra Jimin:

Ya era de día, me encontraba haciendo el desayuno.

Yoongi, continuaba durmiendo al igual que Seungmin. En un rato, debían levantarse, Yoongi para ir a trabajar y Seungmin para ir a la escuela.

Daisy había ido junto con sus amigas, ya que se quedó a dormir allí en la casa de una de ellas.
Doyoung, había que pasarlo a buscar al campamento a las once ya que tenía que ir a la primaria a las una.

Recuerdo cuando Seungmin me levanto como a las cuatro de la mañana.

[FLASHBACK]

Un portazo se escucho en la planta baja, por lo que abrí mis ojos y me levanté rápidamente. ¿Me vienen a robar? Dime que no.

Me coloque mis pantuflas y una bata rápidamente y abrí la puerta de mi habitación. Baje las escaleras a paso lento, No vaya a ser que me quieran atacar.

Pero No, no era un ladrón, mucho menos un asesino. Ahí estaba Min Seungmin, parado en frente de la nevera. Recién llegaba al parecer, ya que ni la campera se había sacado.

-¿Se puede saber que son estas horas de llegar?- pregunté por lo que se sobresalto.

-¡P-papá! Ish, me asustaste- dijo colocando su mano en su pecho -Lo siento, yo... Si quieres mañana te explico antes de ir a la escuela pero ahora no, debo hacer la tarea de matemáticas, ¿Recuerdas?- dijo con una sonrisa nerviosa.

-No estoy de acuerdo con que no duermas hijo, tal vez debas faltar- el abrió sus ojos desmesuradamente.

-¿F-faltar? No no No, por nada del mundo, tengo asistencia perfecta, ¿Lo olvidas?- dijo colocándose una mano en la cintura, encargándose en un costado y en la otra mano sosteniendo un pote de crema para untar.

Imite su posición, nada más que obvio, más diva y levantando una ceja. Yo mando aquí mocoso engreído.

El trago duro volviendo a su postura normal.

-Esta bien, pero donde me vengas con una nota de que no prestaste atención por andar durmiendo o que te dormiste y no fuiste a tal clase, te quitaré el celular. ¡Y no me importará que digan tus amigos!- dije para darme la vuelta y proseguir a subir el primer escalón -Y no quiero que te comas esa crema para untar, te hará mal, come galletas, están en la alacena- y subí el escalón.