Especial Historia de Samael

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El padre de Samael, el rey en ese momento, estaba encantado de la influencia que hacía esa demonio en su hijo, pero su madre, veía con tristeza lo que estaba haciendo, y no era la única, sus dos pequeñas hermanas, que estaban acostumbradas a estar siempre con él y contar con su cariño, se pusieron muy tristes al darse cuenta de que su hermano no volvería a jugar con ellas.

Su madre, la reina, tiró de contactos y averiguó que esa chica le era infiel a su hijo, y así mismo se lo contó a él, solo que Samael, en lugar de creer las palabras de su madre, la acusó de que solo lo decía porque no le caía bien esa chica, y que todo lo que había dicho no eran más que mentiras.

El tiempo siguió pasando, Samael ya no aparecía para nada en el castillo, sus hermanas pequeñas no dejaban de llorar, su madre se la pasaba todo el día triste, y su hermana mayor no tenía muy buen humor, era tal el grado que había llegado el asunto, que el rey decidió intervenir y hacer entrar en razón a su hijo.

A escondidas de todo el mundo, y sabiendo de las infidelidades que había tenido, tendió una trampa a ambos. Mientras un chico, a pedido del rey, le tiraba los tejos y ella le seguía el juego, el rey hizo llamar a su hijo para quedar justo donde su novia estaba con ese tipo, pillandolos cuando ya se estaban besando y con intención de ir a la cama.

La realidad golpeó con fuerza a Samael, y aunque la chica intentó excusarse, Samael no era tonto y se daba cuenta de las cosas, por lo que huyó de allí y se adentró en el bosque para aclarar sus ideas, liberar su ira, y para llorar desconsoladamente la traición de la que considera el amor de su vida.

Lo que Samael no sabía, era que mientras él se desahogaba en el bosque, un grupo de vampiros atacaba el reino, y no solo el reino, también el castillo, entrando a la fuerza y matando a sus pequeñas hermanas, las cuales estaban solas y desprotegidas.

Cuando Samael volvió y vio a sus hermanitas degolladas en el suelo, la poca humanidad que había conseguido recuperar tras descubrir la traición de esa mujer, desapareció, ya no quedaba ni rastro de lo que fue, su alegría, su piedad, todo por lo que su madre se mostraba orgullosa y su padre lo desaprobaba, dejó de existir.

Así nació el demonio que, en poco menos de un mes, consiguió causar auténtico terror en el corazón de todas las personas, no solo de los humanos, sino también de los demonios, ni siquiera sus hermanos o su padre se atrevían a enfrentarlo, lo que siempre había deseado, que su hijo fuera más cruel y sanguinario, lo había conseguido, pero una vez que lo había obtenido, se arrepintió de desearlo.

Samael seguía queriendo a su madre y a su hermana mayor, las protegía, pero hasta ahí, no tenía acercamientos con ellas, no les dejaba que se metieran en sus asuntos. En cuanto a lo que sentía por sus hermanos era asco más que otra cosa, pero por respeto a las únicas personas que aún quería, no los mataba.

Lo que sentía por su padre era otra cosa, desde pequeño anheló que su padre se sintiera orgulloso de él, que lo quisiera como quería al resto de sus hermanos, pero todo eso había desaparecido, lo único que sentía por él era indiferencia, ni siquiera le tenía respeto, y el hecho de que su padre no se enfrentara a él, le hacía tener menos.

El tiempo fue pasando, Samael cada vez iba a peor, no sentía el más mínimo respeto por nada, su frialdad y crueldad iban en aumento, su familia no era capaz de controlarlo; e incluso su padre pensó en desterrarlo, pero tras una conversación con su hijo, decidió no hacerlo, pues habría significado crear un enemigo terrible al reino, y a Samael la cobardía de su padre le causaba gracia.

Pasaron décadas en las cuales la fama del demonio fue aumentando, nadie era tan valiente o tan tonto como para enfrentarse a él, y eso iba para todas las especies, no solo los humanos o los demonios, sino también para los licántropos, vampiros y brujas.

Pero un día, sus hermanos, hartos de su actitud, le tendieron una trampa y le atacaron en el bosque. Él pudo al final vencerles a los tres, dejándolos inconscientes y con heridas bastante graves, pero no los mató, él había prometido a su madre y a su hermana que nunca mataría a alguien de su sangre, y por respeto a ellas y a esa promesa, no lo hizo.

En su lugar siguió vagando por el bosque muy malherido, los había vencido, pero con un alto coste, coste que en ese momento le dificultaba el simple hecho de caminar, pues sus piernas apenas le respondían, y su vista se estaba volviendo borrosa, lo último que vio antes de caer desmayado, fue a una joven de pelo negro y ojos castaños observándolo preocupada.

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Hola, espero que os haya gustado el especial, siento haberme tardado en escribir, pero llevo un par de días en los cuales he estado más perezosa, además de que no sabía muy bien qué poner en este especial, que al final me ha salido más corto de lo que pensaba, pero es que a partir de este punto ya sería parte del especial Historia de Samantha y Samael.

Espero poder recuperar las ganas de escribir y subir hoy o mañana el especial de Samantha, hasta entonces, que tengáis un buen día.

Amalia *Completada*Where stories live. Discover now