Especial Historia de Samael

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Pov. Narrador omnisciente

Una tarde cualquiera a finales de la época romana, la reina de los demonios dió a luz a su quinto hijo, el cuarto hijo varón que tenía, pues de sus cinco hijos, solo tuvo una niña. El primer hijo que tuvo fue un varón, el segundo una niña, en el tercer embarazo tuvo gemelos y ese cuarto embarazo volvió a tener un niño.

El rey estaba contento, siempre tuvo claro que quería tener una familia numerosa, y prefería tener niños a niñas, aunque estas últimas no le molestaban, es más, esperaba tener al menos otra para contentar a su mujer, pues ella quería tener al menos dos niñas, para que así su hija mayor no se encontrara completamente rodeada de chicos.

Al recién nacido le pusieron por nombre Samael en honor a su bisabuelo, el cual al igual que el pequeño, tenía los ojos color miel, algo muy raro dentro de la especie, pues todos los demonios de nacimiento solían tener los ojos castaños o negros, los que lo tenían de otro color, normalmente era porque eran convertidos, y no demonios de nacimiento.

El pequeño creció como cualquier otro demonio, era inteligente, astuto y travioso, aunque podía comportarse educadamente si se lo proponía, además de que no era muy malo ni cruel, le gustaba gastar bromas pesadas, pero hasta cierto punto, todas sus bromas eran inofensivas, en todo caso la persona a la que se la hacía tenía un par de rasguños después de la broma, no más.

Su madre se sentía tremendamente orgullosa de él, ella adoraba a todos sus hijos por igual, pero si tenía que elegir un favorito, ese era Samael. Por parte de su padre, él no estaba muy de acuerdo, consideraba que su hijo era un blando, no débil, pues había demostrado que en batalla podía ser un guerrero feroz, pero ser tan bueno no le gustaba a su padre, él preferiría a su hijo mayor, el más cruel y sanguinario de todos.

Sus hermanos casi siempre se metían con él, bien por crueldad, como en el caso de su hermano más mayor, como por envidia, la cual le tenían los gemelos, pues le tenían envidia por ser el favorito de su madre, ya que sabían que nunca podrían serlo, ni de su madre, ni de su padre.

Su hermana sin embargo, ella no se mostraba mala con él, era el único miembro de su familia, a parte de su madre, que lo apreciaba y cuidaba de él, aunque eso no quitaba que igual que el mayor, ella fuera muy sanguinaria y despiadada, pero nunca con su familia, y mucho menos con su hermano pequeño.

El tiempo pasó, y la mujer volvió a quedarse embarazada, esa vez tuvo gemelas, e igual que con cada nacimiento, se celebró su nacimiento, pero sin duda, el feliz de todos era Samael, pues dejaría de ser el pequeño y tendría un par de criaturas a las que cuidar, pues la misma noche de su nacimiento, cuando las niñas estaban en sus cunas y todo el mundo dormía, él les juró adorarlas y protegerlas con su vida, dando un beso a cada una en la frente para que la promesa fuera más fuerte.

Pasaron los años, y un joven Samael de 22 años era el rompecorazones del momento, tenía a todas las demonios del reino a sus pies, pero las únicas mujeres de su vida eran su madre, su hermana mayor, y sus adoradas hermanas pequeñas, de las cuales cuidaba con mucho amor y les regalaba todo su tiempo libre.

Pero solo un año después todo cambió, Samael se enamoró de una joven y hermosa demonio, la cual, al igual que él, era la más deseada del reino, y por azares de la vida la volvió a ver y empezaron una relación.

Samael se la pasaba casi todo el tiempo con ella, dejó de lado a las que por varios años fueran la luz de su vida, cambió su forma de ser y actuar para poder complacer a esa mujer, él nunca fue un aficionado a la muerte innecesaria, mucho menos a torturar brutalmente a los humanos para conseguir satisfacción y diversión, pero por ella lo hacía, todo por tenerla contenta.

Amalia *Completada*Where stories live. Discover now