Capítulo 4

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Sonó el timbre de mi casa. Bajé las escaleras a toda prisa y abrí la puerta. Me encontré a Elena detrás de la puerta, bueno, aunque casi ni la veía ya que estaba cargada con una gran bolsa ya que nos íbamos a arreglar en mi habitación.

Yo me decidí poner un vestido corto negro con algo de escote que me había comprado la semana pasada y unos tacones bastante altos. Ella, en cambio, optó por ponerse una falda larga de seda negra y un top blanco con tacones dorados. No sé que me pasaba pero en ese momento me sentí más guapa que de costumbre.

Ya preparadas fuimos en mi coche al pausse.

Había bastante gente. Nos dirigimos a la barra, Elena pidió un martinni, yo fui más atrevida y me pedí un tequila.

-Amiga, creo que deberías lanzarte con Lucas- me soltó de repente.

-Ay no sé Elena... Ya sabes como soy, me pongo nerviosa y me tiemblan las piernas cuando le veo.

-Pero si no haces algo pronto alguien te lo quitará y tendrás que siportar verlo con otra chica...

-Prefiero verlo con otra que confesarle lo que siento.

-¡No seas boba! Simplemente tienes que quitar ese miedo a hablar con él. Porque tú tienes muchas posibilidades de salir con él si te lo propones. Eres hermosa, tienes una personalidad un poco loca pero encantadora. ¿a quién no le puedes gustar?

- No digas mentiras amiga, admite que no tengo ni una probabilidad entre un millón de salir con Lucas

- Piensa lo que quieras mi vida, pero es así como son las cosas.

Dejamos el tema de Lucas y salimos a la pista a bailar. Elena bailaba como una profesional (esto se debía a que de pequeña estuvo en distintas academias de baile), yo, en cambio, parecía un pato mareado.

Un chico alto y bastante guapo se acercó a Elena y le pidió bailar; ella me miró como pidiendome permiso, yo asentí.

Me senté en la barra y mientras miraba a Elena bailar con ese tío pedía otro tequila. No hacía otra cosa que pensar en Lucas, ¿tendría Elena razón? ¿me tendría que lanzar y cinfesarle todos mis sentimientos? Cada vez más dudas se formaban en la cabeza. Sentí a alguien sentarse en unas sillas más lejos que yo, volteé la cabeza y descubrí que era a quien menos querría encontrarme en esos momentos. Era Lucas. ¿Por qué me lo tengo que encontrar en todas partes? ¿No tengo suficiente con que esté siempre metido en mi cabeza? Aunque en cierto modo me agradaba ese encuentro. No se había fijado en mí. No sé por qué pero en esos momentos tuve un impulso que no sé de donde salió. Me levanté de mi silla y me senté al lado de Lucas.

- Hola, ¡qué sorpresa verte por aquí! - ¿en serio que le había dicho eso a él? La tequila se vé que está haciendo efecto en mí.

- Hola Diana.

Un escalofrío recorre mi cuerpo al oirle pronunciar mi nombre. No sé que tiene él, pero me encanta a mas no poder. Le deseo con toda mi alma.

- Bonita noche ¿no? - dije

- Sí, bastante. Ahora está mejor ya que estoy en buena compañía.

¿Hola? ¿Lucas me había dicho eso a mí? Oh dios, esto es un sueño.

- Gracias, je je.

- Estás muy guapa esta noche. - dijo mirándome a los ojos.

- Tú tampoco estás mal Lucas.- ¿Eso ha salido de mi boca?

- Oye, esta mañana intenté hablar contigo pero te fuiste corriendo...

- Ah si, es verdad, ya lo recuerdo - mis nervios comienzan a notarse, me empieza a temblar la pierna.- me fui tan brucamente porque se me había olvidado el móvil en clase.

- Ah ja ja... Y bueno, es que he intentado los últimos días decirte una cosa muy importante pero practicamente no te he visto.

- He estado bastante ocupada, ¿qué es eso importante que me tenías que decir?

- Eeh.. si... mm... te quería decir que...

¿Son cosas de mi imaginación o Lucas está tartamudeando por nervios?

- Me tenías que decir que...

- Que yo...

Justo en el momento menos apropiado apareció Elena.

-Diana nos tenemos que ir. Oh, Lucas no te había visto... ¿interrumpo algo?

¡Pues claro que interrumpes amiga! Ahora no sabré que es lo que me tenía que decir

- No, nada. -contestó Lucas.

- Ah; pues si es así no te imoortará que nos vayamos ¿no?

- No, para nada. Hasta luego, un placer haber compartido un poco de esta noche contigo Diana.

- Igualmente.

Nos despedimos con un beso en la mejilla.

Llegamos a mi coche, Elena comenzó a hablar.

- Cuéntame ya de ya que ha pasado hoy con Lucas.

Un beso bajo la lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora