Capitulo 7: Los traumas de Rhydian

293 63 43
                                    

—¿Qué... qué pasó aquí? — preguntó Dolores, esforzándose para hablar sin tartamudear.

Yo no lo había notado, pero al parecer, la sombra extraña había dejado marcas en el tapiz de la cocina. —Lily... sabes que siempre he respetado la forma en la que te expresas, aunque siempre termina — Dolores tragó saliva —asustándome un poco, como ahora. Pero esto se pasa de la raya.

—Yo no hice esto—. dije segura —¿Cómo podría causar tanto desastre yo sola?

—¿Entonces qué pasó?— dijo algo alterada, su voz se había vuelto más chillona.

—Ah... no lo sé. Yo llegué y ya estaba así, me quedé tan sorprendida por el desastre que me recosté en la mesa para pensar— . mentí a la perfección —Tal vez algunas personas, vecinos posiblemente, no quieren que habitemos en esta casa— . hablé dramática y violentamente para asustarla, lo cual funcionó y terminó creyéndome.

—Tiene sentido. Entonces ayúdame a recoger el desastre— .dijo, mientras recogía los cubiertos. Tuve que ayudarla.

Tardamos un rato en recoger, poniendo todo como estaba, y mientras recogíamos no pude evitar mirar las paredes. La rara sombra seguía ahí, observarnos. Me daba mala espina.

—Ah, llamaré a Juana. Tal vez conozca a alguien que arreglé el tapiz —.  dijo Dolores sacando su celular. No le tomé importancia, de hecho iba a ignorarla y seguir recogiendo, hasta que me fijé en la sombra, la cual parecía mirar a Dolores atentamente. Lo vi acomodarse su pelo, supongo, como si fuera un galán, se acomodó la camisa, creo, y se acercó a Dolores.
De inmediato lo cubrí con mi cuerpo, para que Dolores no la viera.

—¿Qué haces, linda?— Dolores me miró nerviosa, al verme claramente cubriendo algo.

—Ah, nada, yo solo —. volví a sentir que mis brazos se dormían, perdiendo de nuevo el control de mi cuerpo, seguro era la sombra controlándome de nuevo. —Quería darte un abrazo— y sin poder parar, abracé a Dolores, haciéndola reír incómoda. —Y ahora me iré de la cocina— .dije sin querer y termine saliendo del lugar,  sin voluntad propia.

Ya en la sala, logré controlar mi cuerpo. Bufé un poco, alce los hombros y me dispuse a volver.

—No vayas— .era Rhydian. Mi supuesto amigo, estaba sentado en el sillón, y parecía perturbado. —Te controlará y hará que te vayas de nuevo.

—¿Qué es esa cosa?— exigí saber  acercándome a él.

—Yo lo llamo, Emyr. Es... la representación de mis traumas.

—¿Qué?— me confundí.

—Cuando... pasas tanto tiempo sin poder hablar con alguien, lo único que te quedan son tus...

—No—. interrumpí —Ve al grano, Rhydian — .pedí,  tratando de no sonar tan grosera.

Fue la primera vez que lo vi rodar los ojos con molestia —Quería deshacerme de algunos "malos recuerdos", así que usé un hechizo para sacarlos, pero olvidé que yo no soy un mago. El hechizo que usé salió mal, pues mi magia no coincidía con el hechizo. En vez de deshacerme de mis malos recuerdos, cree a este... ser de sombra que poco a poco fue formando una conciencia propia, sintiendo la necesidad de torturarme con mis propios recuerdos, hasta que yo acepte tenerlos de vuelta — .explicó, esforzándose por resumírmelo. —Creí haberlo perdido hace años en Dover, cuando Emyr se... "enamoró" de una joven prometida... Lo siento, iré al grano. No había visto a esa cosa en años.

—¿Lo que escuché eran tus recuerdos?

Rhydian asintió, aún parecía avergonzado. —Obviamente, Emyr no se ira de tu casa hasta que me devuelva mis traumas. O hasta que conquiste a la mujer loca — .mencionó, sacándome de onda. —Tiene un problema con las mujeres, es un ser desesperado por amor y...

Rhydian حيث تعيش القصص. اكتشف الآن