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{Especial HyuTae}

Hyujin chilló molesto cuando las cortinas fueron abiertas y la luz se apoderó de la habitación.

-¡Dios, Jimin! Déjame dormir por favor.

-En esta casa se levanta temprano, además tienes visitas.

-¿Visitas?

-Sí, un chico.

Hyujin negó ante la idea de que sea Kim. Las cosas anoche no había terminado bien con él, es decir, se habían divertido como buenos amigos que eran, pero luego Kim comenzó a actuar raro, con sus coqueteos sutiles de los cuales Hyu estaba acostumbrado, luego sus acercamientos excesivos e incómodos y para el final, el tipo lo había intentado besar, pero claro, él llegó a correr el rostro antes de que eso suceda pero como la desgracia lo sigue, Yangmi le había tomado una foto que lo comprometía bastante.

-Si es Jeon Kim, dile que estoy muerto.

Jimin rió.

-No, tonto, no es Kim.

Sacando su rostro de su almohada, Hyujin miró confundido a su hermano.

-¿Quién entonces?

-Es Taeyang.

Su frágil y dañado corazoncito comenzó a latir ante aquel nombre. Frunció el ceño, ¿por qué Min Taeyang tenía tanto efecto sobre él?

-¿Qué quiere?

-Hablar.

Quizás venga a rogarle, es decir, Hyujin merece que le ruegue por perdón, Taeyang lo lastimó y mucho, aunque no parezca, Hyujin es alguien muy frágil.

Se sentó en la cama y frotó su rostro.

-Bien, hazlo entrar.

-De acuerdo, pero escucha, Yoonie y yo saldremos al cine, tienes el departamento solo, pero por favor si ustedes llegan a hacer... algo -Hyujin sonrió ante la idea de un bonito Taeyang debajo suyo -Haganlo aquí y en ningún otro lugar, ¿sí?

-No prometo nada.

-¡Hyujin!

-¿Qué?, tú y hyung no lo hacen sólo en su habitación.

Las mejillas de Jimin se ruborizaron.

-Es distinto, este es mi hogar.

-Como sea, se un buen esclavo y déjame a solas con mi baby.

-¿No estabas enojado con él?

La sonrisa del menor desapareció y su ceño se frunció rápidamente.

-Tienes razón, ¡ese maldito!, tiene que rogar por mi perdón, arrodillarse ante mí.

Suspirando y sin ganas de seguir discutiendo, Jimin salió de la habitación y sonrió cuando vio a su bonito novio hablando con su cuñado.

Tranquilo, caminó hacia Yoongi y colocándose detrás, abrazó la cintura de su chico, apoyando su mentón en el hombro de su Yoonie.

Taeyang lo miró.

-Puedes entrar.

-Gracias.

A pasos temblorosos, Tae caminó hacia la habitación de Hyu mientras peinaba nervioso su ahora cabello negro.

Tocó y cuando Hyujin le gritó que entrara, él lo hizo. Quiso literalmente tirarse encima suyo cuando lo vio tan bonito y tierno con ese puchero y sus ojitos con fingida molestia, mientras sus brazos estaban cruzados sobre su pecho y su cabello despeinado.

-Espero que estés aquí para rogar por mi perdón porque yo no pienso seguir rogándote nada a ti.

Taeyang suspiró.

-¿Esperas que me arrodille también?

-Claro, de lo contrario tu perdón no será tomado en cuenta .

Sonriendo, Tae cerró la puerta a su espalda y caminó hasta quedar parado junto a Park, una vez se armó de valor, se sentó a su lado en el espacio vacío de la cama.

-Realmente lo siento, por todo.

-Específica.

-Lamento haberte dicho aquello en twitter, lo dije en plan de broma, no pensé que te lastimaría, si lo hubiese sabido no lo hubiera escrito, créeme por favor, sabes que soy un idiota que no pienso en las cosas, nunca quise herirte.

-Pero me heriste.

-Y por eso estoy aquí, para pedirte perdón.

-¿Y crees que con un perdón alcanza?

Taeyang bufó.

-¡Ya idiota!, sabes que esto me cuesta ¿No puedes ayudarme?

-Tú eres el que hirió mi corazón todo frágil.

-Tú también heriste el mío.

-¿Yo? -Hyu preguntó, fingiendo demencia.

-Sí, vi la foto, dijiste que yo te gustaba pero te besas con otro, ¿cómo es eso?

Los ojos del mayor se abrieron en sorpresa.

-¡No Tae! Juro que no lo besé, antes de que llegue a mis labios yo corrí el rostro, lo juro bebé, eres el único chico para mí.

Tae sonrió cuando fue tomado de los hombros, siendo sacudido por el loco de Hyujin.

-Ya -Tomó las manos de Hyujin, entrelazando sus dedos -¿Entonces no hubo beso?

-No, yo sólo quiero besos tuyos, ¿me das uno?

-¿Quieres uno?

Los ojitos de mayor brillaron.

-¡Sí!

Y aquello que tanto anheló, sucedió, los magníficos y finos labios de Tae chocaron contra los suyos, comenzando aquél tan esperado beso.