Recuerdos Pasados (Actualizaciones lentas)

19. Una amistad preciosa y única

- ¿Puedo preguntarte algo? – vio cómo dejaba el cuerpo dormido del licántropo en el suelo, este se removió un poco. Parecía que iba a despertar, pero enseguida perdió el sentido -. Una vez dijiste que los centauros buscabais en el cielo las grandes corrientes del mal y los cambios que a veces están escritos en él. Sé exactamente lo que habría pasado de no estar yo aquí... pero ahora que estoy... y que he... intervenido en ese supuesto destino... ¿puedes decirme si...?

No sabía cómo expresarlo. Ni siquiera estaba segura de qué quería preguntar. Solo sabía que había tenido las cosas muy seguras durante una temporada pero que ahora que ciertos cambios se habían hecho, el futuro que ella había conocido le resultaba incierto en ese momento.

- Hace unos años, la corriente era clara y firme. Después una alteración hizo su aparición de improviso y desconcertó bastante a mi pueblo. Pero Marte sigue brillando intensamente en el cielo, esa alteración no ha sido suficiente – alzó la vista y señaló las estrellas con una mano -. Como le he dicho antes a Bane, la corriente es grande y fuerte. El rumbo está trazado, pero se puede ver algo diferente que aun no hemos descifrado.

No entendía del todo a lo que se refería pero se había enfrentado ya con anterioridad a las respuestas encriptadas de Firenze como para ser capaz de captar la idea general.

En el claro que se habían detenido, Canuto volvió acompañado de un gran y hermoso ciervo, cuya cornamenta estaba en su mejor momento. Lily iba montada en su lomo.

- Puedes no pertenecer a este tiempo, pero has logrado hacerte un lugar en él.

Avril no tuvo el tiempo para pedirle que fuera más específico al respecto. Él ya había desaparecido entre los árboles.

...

..

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- ¿Desde cuándo lo sabes?

Lily reprimió exteriorizar el escalofrío que le dio escuchar el susurro de James cerca de su oído. Hizo como si realmente no le importara y también como si no hubiera entendido a qué se refería.

- ¿El qué? – preguntó de vuelta, en el mismo tono.

Antes de responder, el muchacho aprovechó para observarla en la cercanía que estar bajo la capa de invisibilidad le otorgaba. Lily llevaba el cabello pelirrojo recogido en una coleta y sus ojos verdes miraban atentos el pasillo por el que iban. Caminaban en silencio lo más deprisa que podían. Rápidamente habían tomado el ritmo para caminar a la par sin chocarse, con sus cuerpos pegados el uno al otro. Estaba fascinado porque Lily en ningún momento le había puesto pegas al contacto entre ellos. Aunque le hubiera extrañado que lo hiciera, después del domingo que habían pasado en Hogsmeade.

- Lo de Remus – aclaró.

- Desde mediados o finales de quinto curso... más o menos – respondió sin dudarlo -. Debo reconocer que antes de saber siquiera qué era lo que ocurría con él, perdí un poco los papeles con Avril, pero ya sabes cómo es ella. Te lo dice todo sin decirte nada realmente, tan misteriosa que a veces solo quieres darle un golpe y decirle que si no va a decir nada claro, que se calle.

La risa de James no la sorprendió pero sí hizo que la recorriera una calidez desconocida. Desde el día que pasaron juntos en Hogsmeade, Lily descubrió que le gustaba que James riera a causa de ella, por algo que dijera, por algo que hiciera. Era un sonido que de alguna forma la hacía sentir tranquila y segura.

- Sé a lo que te refieres. Sirius suele quejarse de eso mismo a menudo.

- Entonces simplemente un día, revisando el libro de Defensa me topé con el tema que hablaba de los hombres lobo, otra vez.