Doctor en la UA

cap 34

Nuestro peliverde se encontraba regresando a su cuarto de hotel después de un largo día

Izuku: bueno al menos no estuvo tan aburrido el día -dijo este mientras entraba a la habitación- talvez deba hablar con mamá -dijo este mientras tomaba su teléfono y marcaba un numero-

Después de unos cuantos segundos de espera contestaron

Inko: hola izuku como te va?

Izuku: hola mamá, pues es algo cansado en las mañanas y que endeavor es algo excesivo con su entrenamiento, pero ya le estoy tomando el ritmo -dijo este mientras se sentaba en la orilla de la cama-

Inko: oh ya veo hijo -dijo esta por telefono-

Izuku: por cierto como esta eri? Se a está portando  bien estos días? -pregunto este-

Inko: se encuentra bien, ¿quieres hablar con ella? -pregunto la peliverde mayor-

Izuku: porfavor -dijo el peliverde-

Inko: está bien -dijo este mientras le daba el teléfono a la pequeña-

Eri: hola? -dijo está de forma tímida-

Izuku: hola eri -dijo este en un tono alegre-

Eri: izuku!! -dijo esta con felicidad-

Izuku: como te encuentras pequeña? -pregunto este-

Eri: estoy bien, cuando volverás? -pregunto está-

Izuku: yo te avisaré cuando regrese -dijo este de forma gentil-

Eri: está bien -dijo está algo decaída-

Izuku: y que haz hecho en estos días

Eri: eh estado ayudando a la abuela inko en la casa y también eh jugado con hisashi -dijo está algo alegre-

Izuku: jeje que bien Eri -dijo este alegre- pásame a mi mamá

Eri: está bien -dijo está mientras le daba el teléfono a la peliverde-

Inko: bueno? -dijo esta-

Izuku: te agradezco que cuides de Eri -dijo este algo serio-

Inko: no tienes nada que agradecer hijo -dijo está con un tono gentil-

Izuku: bueno me tengo que ir estoy algo cansado -dijo este mientras se acostaba-

Inko: está bien hijo, suerte el día de mañana -dijo para después colgar-

Ya pasaban de las 11 p.m. y nuestro peliverde se encontraba viendo el techo de la habitación

Izuku: qué extraño -penso este sin dejar de ver el techo- ahora que lo pienso, no a habido ningún ataque de parte del asesino en estos días -penso este- tal vez deba colocar los censores -dijo este mientras se ponía de pie y sacaba una caja pequeña que se encontraba debajo de la cama- espero y sirvan -dijo este mientras la ponía arriba de la cama-

Así nuestro peliverde se cambió de una sudadera color negra junto con un pantalón de mezclilla oscura, unos tenis rojos y un cubre bocas de color negro

Izuku: bien creo que llegó la hora -dijo este mientras metía la caja en una mochila gris- espero y no tardar -dijo este mientras se ponía el gorro de la sudadera-

Así nuestro peliverde salió de el hotel dirigiéndose al centro de la ciudad, ya estando en el centro comenzó a buscar los callejones

Izuku: bueno llegó la hora de colocarlos -dijo este mientras colocaba un pequeño dispositivo el la mera entrada del callejon para después adentrarse en el-