Capitulo dos. Día de suerte.

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Después de comer en familia me acosté a dormir. Hace mucho tiempo que no me sentía de esa manera. Tantas cosas que sucedieron en Phoenix me hicieron querer venir. La tía Lucy no sólo me mando aquí para estar con mi familia, claro que no.

Extrañas cosas sucedían allí, muertes sin explicación alguna. Animales salvajes. Todo eso hizo que la policía se pusiera histérica,  mi tía Lucy entre ellos. Creía que había algo más que animales de montaña. Creía que existían cosas sobrenaturales. Jamás llegue a creerle algo de las cosas que decía como "Hoy hay luna llena" "Alguien nos esta vigilando". Eso me asustó demasiado, se estaba volviendo loca.

Trabaja en la policía, a veces llegaba llena de sangre, con cortadas. Yo no podía soportar eso, el ambiente en el que ella vivía era demasiado tosco, muy salvaje. Parecía estar buscando cosas que ni siquiera existían.  En una ocasion recuerdo haber llegado del colegio, entre a casa y lo único que encontré fueron restos de sangre, balas que habian atravesado varios muebles de la sala, rasguños en el piso. Tuve que llamar a la ambulancia, ella se encontraba gravemente herida.

Me sentía frustrada, cansada. Mañana era mi primer día en el colegio de Beacon y no me sentía muy bien para ir. Tenía tantas cosas en la cabeza. Mire el reloj de mi mesita de noche "3:00 am". Demonios, debo de dormir.

Lo intente, y por fin caí en los brazos de morfeo.

Me desperté por el sonido del despertador.

 -Hora de levantarse-Grito Scott desde la otra habitacion.

Gruñi y lo escuche reir. No era para nada divertido. Scott siempre fue asi, yo era la rebelde y el él tímido,  el que siempre hacia las cosas como mamá lo ordenaba. Salí más a papa, pero es mejor no recordarlo. Que desastre.

Me di una ducha corta. Me puse un short de mezclilla y una sudadera negra. Mis vans color crema. Baje a desayunar, se supondría que me iría con Scott en su nueva moto. Sigo sin poder creerlo. Antes le temía a esas cosas, ahora es capitán del equipo de lacrosse, tiene un tatuaje, músculos y una moto. Increíble. 

-Hola mamá- Besé su mejilla.

-Querida-Me miro a los ojos-¿Podrias por favor no causar desastres hoy?

Mierda. Maldita tía Lucy, juro que jamás se lo diría. 

-Okay-Sonrei inocentemente.

Scott bajo y me dio un abrazo. Si no fuera mi hermano, juro por dios que ya lo abría azotado como Grey a Ana. Desayunamos eh hicimos unas cuantas bromas entre nosotros. Caminamos hacia su moto.

-Mierda-Susurre para mi misma. Al parecer mi hermano me escucho.

-¿Sucede algo?-Pregunto con una sonrisa. 

-Por supuesto que no-Menti.

Estaba aterrada la ultima vez que me subí a una moto, mi amigo y yo terminamos en el hospital. El intento pararse mientras yo conducía,  gritaba "Soy el rey del mundo perras" y eso fue lo ultimo que alcance a escuchar, todo se volvió negro. El...murió y fue mi culpa,si tan sólo no hubiera acelerado, si tan sólo hubiera dicho que no. Me sentía realmente culpable. Desperté y dure dos semanas sin recordar absolutamente  nada.

-Scott-Lo llame-Prefiero irme caminando.

Me miró con el ceño fruncido.

-Quiero conocer un poco el lugar-Me rasque la nuca - No recuerdo mucho de Beacon.

Sonrió abiertamente-Me parece una buena idea-Se puso el casco-¿ Ten cuidado si?

Yo solo asentí con una sonrisa. Encendió el motor y se marchó.  Pff resultó mejor de lo que esperaba. Camine hacia la escuela. Todo aquí es tan pacífico, las hojas caían lentamente de los árboles.  Los pájaros cantaban, el sol brillaba como nunca. Beacon es un lugar pacífico,  claro quitando y haciendo a un lado las muertes inexplicables, los asesinatos y cadáveres que parecen aparecer por todos lados. Dejando a un lado todo eso, este pueblo es como un hogar.

Es como si...Te atrajera hasta aquí.  Como si estuvieras destinado a estar aquí.

Llegue a la escuela, valla, como la recordaba. Camine hacia la entrada, todos me miraban, al parecer notaron que soy nueva. Entre por la puerta.  Mierda,  no me gusta que la gente me mire. Saque mi iPhone de mi bolsillo y comencé a hacerme tonta, como si estuviera hablando con alguien.

Me sonrojo cuando mucha gente me mira. Es algo que no puedo detener, de pronto la sangre y el calor se me suben a la cabeza y pum! Parezco un tomate andante. Fui hasta las oficinas para que me dieran mis papeles. Toque varías veces pero nadie respondía.  Decidí entrar, había una chica leyendo un libro. 

¿Acaso no me escucho tocar?

-Hola-Hable logrando que me mirara.

Era morena, inspiraba confianza, tenia el cabello completamente negro y era delgada. Podía ver en sus ojos que guardaba secretos, muchos secretos.

-Te estaba esperando-Se levantó de su escritorio - Aquí están tus papeles y tu numero de casillero, puedes irte.

Sin decir nada me encamine a la puerta.

-Por cierto - Su voz me detuvo - Bienvenida a Beacon Hills, señorita Mccall.

Susurre un "gracias". Valla gente más rara. Salí de la oficina, valla día de suerte, un chico choco conmigo y me tiro todas las cosas que traía en las manos. Me agaché a recogerlas. Vi al chico intentando ayudarme. Mire su rostro.

Valla Adeline quizás es tu día de suerte.

Tenía músculos y su cara...oh dios. Acaso ¿era hijo de Zeus?. Me sonrió.

-Disculpa-Me entregó todas mis cosas-Venia muy distraído. 

-No te preocupes, yo tampoco tengo muchos reflejos-Bromee con el.

Se río,  oh Jesús,  Maria y Jose,  su risa es hermosa.

-Me llamo Aiden-Me extendió una mano. La estreche.

-Adeline, Adeline Mccall.

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ES IMPORTANTE:

Todo depende de ustedes nenas, quieren que Adeline sea una Banshee o una mujer lobo (Alpha) por mayoría de votos.

Aun no me presento, me llamo Analy y tengo 14 años, me super encanta leer. Comenten también sus libros favoritos, bye las amo Baes♡♡♡

Banshee. (#1 Derek Hale) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora