𝕻𝖗𝖔𝖒𝖊𝖙𝖎𝖉𝖔𝖘 [Uchiha Itachi +16]

-II-

El día de la Uchiha había comenzado sin muchos inconvenientes, exceptuando uno. Que la molestaba bastante.

—¡Onii-sama, buenos di-!— Fue abrupta mente interrumpida, por su apurado e incómodo hermano mayor.

—Lo siento; hoy estoy muy ocupado, nos vemos.— El chico abrocho bien su calzado, abrió la puerta, haciendo un pequeño ademán con su mano. Se despidió; dejando a la chica con las palabras en la boca.

—¿...Qué le pasa?— Estaba bastante impresionada. El chico que acababa de huir de ella solía adorarla por el simple hecho de saludarlo. Ahora que lo pensaba, el Uchiha mayor tenía un serio problema, era un total Siscon. Bueno, tal vez no tanto. Aunque si era de saber lo mucho que el cuidaba de ella y de Sasuke.

Las acciones de su Hermano la molestaron un poco. Hacía ya varios días Itachi la ignoraba, huía de ella, o simplemente la miraba con ¿tristeza? si. Eso parecía. Ya había esperado bastante por respuestas, más su Mayor no las contestaba. Hora de investigar que le sucedía al niño prodigio del hogar. 

...

—Oe, Sasuke. ¿Sabes qué le pasa a Itachi?— Plan A: Preguntar al emo.

—No. Vete, molestas.— Contestó, a secas, sin despegar la mirada de su libro.

—Wow. Muchas gracias, yo también te amo.— Estaba dispuesta a irse, cuando fijo su vista en la portada del libro que sostenía su hermano. —¿...Eso no es de Kakashi-sensei?— Rápidamente su mente proceso aquella información. —¡Le diré a mamá lo que lees!—

No hizo falta ni un segundo para que el menor de la familia mirara sorprendido a su hermana, con una descolocada mirada.

—No te atreverías...— Estaba lanzándole una brutal mirada asesina, apretando su libro con fuerza. 

Una amplia sonrisa socarrona se extendió por su rostro.

—¿No me crees capáz?— Su mirada se mostraba burlona y desafiante; sin dejarse intimidar.

—Algo sucedió en la  última reunión del clan, eso trae preocupado a Itachi. Shisui seguro sabrá más; yo ya no se nada.— Contestó con rapidez. No podía perder el papel de niño preferido e inocente de mama.

—¡Hubieras comenzado por ahí!— Soltó un par de risas, podría extorsionar un par de veces más con esto. Se despidió, admirando la habitual y satisfactoria mueca amargada de su menor.

...

Se cambió de ropas, lista para ejecutar su Plan B. Bueno, solo iría a la casa de Shisui, pero sonaba más épico si lo llamaba Plan B.