Capítulo 18. Carnada.

5.8K 919 247
                                    

La noche en Gusu era realmente tranquila, a pesar de ser uno de los puertos más grandes su gente era reservada, la mayoría de personas se resguardaba en sus hogares y el poco bullicio parecía extinguirse. Era tan tranquilo que Wei Ying se volvería loco viviendo ahí. Eso pensaba Lan WangJi.

Los ojos ambarinos miraban al frente la figura de ropas negras, esbelta y con bastante vitalidad. Wei WuXian se preparaba para mandar una señal a su barco disparando una bengala hacia el cielo.

Pronto el firmamento oscuro se iluminó con luces rojas.

—Bueno, lo más seguro es que llegarán en unas pocas horas —comentó Wei Ying.

—¿Estás seguro de querer exponer a Chenqing? —preguntó el Lan. Sería la primera vez en años que el barco se acercara de esa manera a un puerto.

—Una vez que se haga justicia con los Wen no necesitaré esconderme, así que no veo el problema —WuXian añadió—, aquí en Gusu la gente es muy tranquila, necesitan un poco de emoción en sus vidas. ¡Qué mejor que ver llegar al gran Chenqing! —Aún así el rostro del Lan no lucía convencido. —Lan Zhan no te preocupes, en realidad dudo que alguien lo vea, es de noche y no hay ni un alma afuera.

La sonrisa en el rostro de Wei Ying lucía brillante, casi como si pudiera iluminar todo el puerto.

Lan WangJi sólo pensaba en poder protegerlo.

—Wei Ying... —llamó el Lan.

—¿Sí? —contestó aún sonriente.

—Prométeme que no harás nada arriesgado o irracional cuando estemos con Wen Rouhan —pidió Lan WangJi.

Pareció haber duda en el rostro de WuXian, además de que fue evidente su titubeo.

—¿Arriesgado como? Recuerda que será una guerra, sin duda correrá sangre —le recordó Wei Ying.

—Sólo no te sobre esfuerces.

Tardó un momento en contestar, pero al final Wei Ying aceptó. —Está bien Lan Zhan —para calmar al Lan decidió darle un corto abrazo—. Sé que tú estarás ahí para mí si algo llegara a pasar ¿Verdad?

Lan WangJi lo presionó más contra su cuerpo. —Mn, siempre estaré para Wei Ying.

Por primera vez Wei Ying empezó a pensar que sucedería después. Cuando todo acabara. Ya estaba tan impuesto a estar junto al Lan que no se imaginaba un día sin él, pero aún quedaban muchas cosas que arreglar, como hablar con los Jiang o convencer al resto de capitanes que en realidad no era un peligro y que sólo quería navegar las vastas aguas mientras hacía justicia.

—Lan Zhan...

—Mn —Lan WangJi lo observó con atención.

Algo nervioso Wei Ying comenzó hablar. —Sabemos que nuestra mayor amenaza es Wen Rouhan... pero hay otras personas que también abusan de su poder allá afuera —Lan WangJi no lo interrumpió, seguía escuchando atentamente cada palabra—, y quería saber si... después de esto tú... Quiero decir, los dos... ambos, juntos... tú sabes ¿no?... —tal vez no se explicó cómo él quería, pero Lan WangJi había entendido. —¡Claro que no te estoy obligando ni nada por el estilo! Sólo... sólo... yo...

Lan WangJi quería sonreír por el torpe comportamiento del más bajo, pues era raro que actuara de esa forma.

—Wei Ying —WuXian dejó de balbucear y miró nerviosamente los ojos dorados. —Yo estaré a tu lado, hoy, mañana y siempre, no importa a donde sea, mientras sea con Wei Ying yo iré.

Wei Ying sonrió pero al mismo tiempo le dedicó una mirada melancólica.

—Es sólo que no quiero alejarte de tu familia, incluso me gustaría que ambos nos quedáramos aquí en Gusu... pero yo no puedo estar en un solo lugar, tú lo sabes... —los ojos grises se apartaron y miraron las oscuras aguas con apariencia tranquila—. Tú estás dispuesto a dejar todo, yo realmente no estoy arriesgando nada...

Contra Los Siete MaresWhere stories live. Discover now