22 End - parte 5

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— ¡Esperen! — grito la señora Kamado.

— ¡Mamá! ¿Me darás tu anillo de boda para salvar mi boda y luego pasarlo de generación en generación?

— ¿Que? ¡No! además yo también perdí mi anillo — miro a su esposo que la miraba con reproche.

— ¿Entonces porque interrumpe? — esta vez era su yerno quien la miraba con reproche.

— Oh... Porque quiero ir al baño pero no me quiero perder ningún detalle de la boda de mi hijo, pero ya que surgió el percance del anillo puedo ir al baño y de paso ir a comprar unos anillos

Tanjirou se sintió súper realizado de tener una mamá tan buena y generosa.

— Yo me largo de aquí. Tokitou vamos a tomarnos el vino sin consagrar y a comer ostias aún sin bendecir — el padre se metió a la sacristía con su fiel monaguillo, no sin antes gritar — ME AVISAN CUANDO VENGA — y desapareció entre las cortinas de la puerta.

Dos horas pasaron y la mamá de Tanjirou no daba ni luces de su existencia.

Los invitados y feligreses ya estaban aburridos, unos incluso se habían quedado dormidos, mientras que otros chismoseaban o hablaban.

La pareja estaba igual o más desesperada, sobre todo por cierto peli azul que se sentía hostigado por tener tanta ropa encima y por esperar tanto tiempo.

— ¡¿Porque la suegra está tardando tanto?!

— Tranquilo cariño, ya vendrá — trato de alentar Kamado, pero le era un poco imposible ya que el estaba igual o peor por el bochorno de hacer esperar a sus invitados.

Y como si la hubiesen invocado, la señora Kamado apareció.

— YA LLEGO POR QUIEN LLORABAN — grito, dando a conocer así su entrada triunfal.

— Mamá por fin llegas — salió Tanjirou a su encuentro — ¿Y los anillos?

La mujer mayor comenzó a sudar, signo de vergüenza — Verás hijo, resulta que no tenía el dinero suficiente para comprarles otro juego de anillos así que saque estos de las maquinitas — dijo extendiendo su mano para darle una pelota de plástico que se abría por la mitad, dejando ver dos anillos de juguete.

— G-gracias — estaba agradecido con su madre por hacer el esfuerzo de buscar los anillos pero aún así se sentía molesto.

El optimista peli burdeos se fue a su lugar.

— ¡OIGA PADRE! Ya puede continuar

A los cinco minutos salió el estoico hombre de la sacristía con un juguetón monaguillo que sonreía mucho, producto de beber vino sin consagrar y quién sabe que otros licores.

La misa prosiguió.

Ambos le pusieron el anillo al otro.

Ahora seguía la pregunta que más drama había causado en muchas celebraciones a lo largo del tiempo.

— Si alguien tiene alguna objeción contra este matrimonio que hable ahora o que calle para siempre

Silencio...

— YOOOOOOOOOOO — grito un hombre de traje con un sombrero, sudado hasta la cabeza, seguramente por correr.

— ¿ME PONES EL CUERNO MALDITO? — atacó Hashibira.

— ¡Yo ni lo conozco! — se defendió el peli burdeos.

Mientras la pareja peleaba frente al altar, alguien de los invitados reconoció a aquel hombre que solo llego a amargar la situación.

— ¿Muzan? ¿Que haces aquí? Pensé que estarías robandote a Tamayo. Nunca se me cruzo por la cabeza que te metias con uno de estos chiquillos — hablo Kanao.

Todos voltearon su mirada a Kanao, dejando de prestar atención a la pareja que había aprovechado el momento para sacarse todos sus trapitos al sol.

— ¿No es está la iglesia Nuestra Señora de Los Llantos?

— No. Esta es la iglesia Nuestra Señora De Los Lamentos

— Diablos — dijo avergonzado — ¡Lo siento por haber interrumpido y feliz boda! — salió corriendo en dirección a la otra iglesia donde si estaba su amada.

— Mmmmm mmmm — carraspeo el padre para que los enamorados que peleaban como una pareja con tormentosos años de casados se detuviera.

Cuando por fin se callaron el padre continúo — Bueno, en vista de que ya estoy harto de esta ceremonia y porque es lo siguiente que se debe hacer. ¿Inosuke aceptas a Tanjirou como tu esposa?

— Si, como sea

— Y tú Tanjirou ¿Aceptas a Inosuke como tú esposo?

— ¡Acepto!

— Ya besense

Unieron sus labios en un tierno beso lleno de amor que duró lo necesario.

Las campanas de la iglesia sonaron en todo su esplendor anunciando la nueva unión entre la pareja que salió corriendo en dirección a la limosina que los esperaba fuera de la iglesia, mientras las personas les tiraban arroz y pétalos.

Y se fueron a su luna de miel.

Gracias A Ti Soy Débil [TERMINADA]Where stories live. Discover now