Es temprano en Buenos aires y la brisa matinal de marzo le da ese no sé qué, tan de esta ciudad.
Aroma a café, tostadas calientes y crocantes en la cocina.
Estas a mi lado, escucho tu voz y siento la fragancia exquisita de tu piel. Saben que las feromonas nos hacen sentir y pensar cosas que quizá no sean tan reales, creo que algo de eso tiene esta mañana. Igual no puedo resistirme al calor de tu cuerpo, estás aquí, estás siempre aquí junto a mí. Doy vueltas en la cama, me resisto a abrir los ojos, me envuelvo en la sabana y por la ventana entre abierta y cerrada, sigue entrando esa brisa que me da pequeños escalofríos, se apodera de mí esas ganas enormes de taparme y enroscarme completamente como un capullo de gusano de seda.
Permanezco aquí unos minutos más, mientras imagino que vos entras con el desayuno a habitación, próximo a sorprenderme y hacerme completamente feliz, espero,solo unos minutos más... no debe ganarme la ansiedad, pronto entrarás por esa puerta y seremos felices una vez más.
Beberemos café, mirandonos timidamente, se nos escaparan esas sonrisas románticas y nerviosas tan típicas de los enamorados. Nos vamos a besar, suavemente, con un beso húmedo y tibio que me dará cosquillas en el estómago.
De repente todos esos momentos que viven en algún recóndito lugar de mi memoria, se desvanecen. Todo se torna oscuro, frío, desolado. El cielo se tiñe de un gris profundo, las aves vuelan a sus nidos apuradas. Llega la noche oscura de mi vida. El fin del mundo, se agolpa en mi interior , la peor de las noches, no existe el dia. Vos ya no existis, no estas en esta dimensión, no puedo tocarte. Mis pensamientos se alejan y esa realidad paralela se anida en mí, quedando una brecha imposible de cruzar. Todo de este lado es terrible, el horror se apodera de mí, las sombras tenebrosas entran por la ventana, tengo miedo, y entonces sucede lo que tanto temía, me toman de los pies de forma violenta y me tiran al suelo, tratando de arrastrarme por toda la casa.
El café se enfrió, las tostadas se quemaron y la muerte tomó posesión de tu cuerpo, y vos estás helado, tieso...
Estabas aquí.. ¿Dónde te fuiste? ¿Dónde estás? Recién estaba aquí y ahora ya no, sos efímero, sos finito.
Mi llanto me ahoga, y pido a gritos silenciosos que por favor , no te vayas!!! Por favor no te vayas!!
¿No ves que no puedo respirar?
¿Acaso no ves que no puedo soportar este dolor y que el corazón se me parte en dos?
Se agita mi corazón, como si hubiese corrido kilómetros sin descanso y siento los latidos como un tambor en plena soledad.
El nudo en mi garganta me aprieta el cuello y no puedo gritar, yo quiero gritar, deseo gritar para pedirte que me lleves con vos, donde estés, llévame por favor, llévame.
No me dejes aquí sin vos, no lo hagas por favor.
Mi corazón se siente apuñalado con orificio de entrada y de salida pero permanezco en carne viva,y así seguiré, hasta que vuelvas por mi, sangrando por la herida.
YO AQUÍ Y TÚ ALLÍ
Lucas 16.26
Cierto día, desperté y había soñado con él... y cerca de mi cama estaba el celular y busque un verso / frase, que dijo o que me pareció escuchar y fué... "nosotros aquí y ustedes allí"... lo demás lo dejo a su imaginación querido lectores.
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Mundos Palalelos
Short Story"Y además de todo esto, hay un gran abismo puesto entre nosotros y vosotros, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros no puedan, y tampoco nadie pueda cruzar de allá a nosotros."
