1

26 1 0
                                    

Han pasado casi seis meses desde que llegué a esta casa, todos me han tratado relativamente bien, de hecho ahora mismo estoy escribiendo este diario a petición de madre, según ella dice que escribir mis experiencias es un buen ejercicio mental además de que lentamente me ayudara a recuperar al 100% la movilidad en mis manos.

Estar postrado en una cama no es tan malo, solo que aveces es algo frustrante que tu cuerpo no responda como tu quieres y cuando no lo hace me hace recordar como termine así.

Me duele bastante escribir sobre ese tema pues aún tengo pesadillas sobre lo que sucedió ese día y conforme más recuerdo siento que las heridas que ahora cargo se hacen más grandes, por pequeños instantes vuelvo a creer que mi vida no vale la pena.

Cada mañana viene un doctor a retirar los puntos de alguna parte de mi cuerpo, siempre viene una persona diferente y siempre escucho las mismas palabras "es un milagro que esté vivo", siempre las dicen después de retirarme algunos puntos y ver las cicatrices en mi pecho y estómago, algunos si tiene la cortesía de quedarse callados y no opinar sobre el tema algo que agradezco sin lugar a dudas, después de esas pequeñas cesiones  mi "Maestro" (o como ha pedido el que lo llame) les paga y luego salen de mi habitación para nunca más volverlos a ver.

Por lo que me han contado esta zona está bastante alejada de los grandes suburbios por lo cual es un lugar tranquilo y sin muchos problemas aunque en ocasiones llegan personas del pueblo a pedirle consejos a madre, a veces algunas personas vienen con historias increíbles sobre aventuras y amores imposibles aunque las historias que más se repiten son las que mencionan a los "akuma" que en palabras de mi maestro son armas creadas por el conde del milenio con el objetivo de acabar con el mayor número de humanos posibles en pocas palabras existo solo para acabar con esas cosas dentro de una guerra interminable.

Desde mi cuarto se escuchan perfectamente ese tipo de charlas y siempre que sucede una mi maestro viene a mi cuarto e inicia una plática casual, al menos así ha sido desde que recupere mi capacidad para hablar, normalmente hablamos de muchos temas triviales y cuando esta apunto de retirarse siempre acaba la conversación con la misma pregunta "¿Quién eres?" y como siempre nunca se que contestar, solo me quedo callado reflexionando sobre quien verdaderamente soy y si solo vine al mundo para se una herramienta mas de la orden.



⚜⚜⚜⚜⚜⚜⚜⚜⚜⚜⚜⚜

Hoy volví a tener la misma pesadilla o más bien recuerdo, el sueño empieza justo después de que intentara recuperar mi inocencia para intentar salvar a Yuu, y poco después ocurre la tragedia, mate a dos de los cuervos y de paso vi algo que no se suponía que debía ver.

Después de eso sentí como si todos mis sistemas se apagaran, como si a partir de ese momento estuviera actuando solo por inercia, como un robot, mis sentimientos dejaron de ser claros y lo único que se me permitía pensar era en la muerte de aquellas personas que me habían ocultado la verdad por toda mi vida, pero a diferencia de esa ocasión  dentro del sueño yo era un espectador, uno el cual podía sentir y oír todos los pensamientos del actor principal pero no podía interferir lo único que podía hacer era gritarle a mi yo del pasado que no lo hiciera, que a pesar  de todas las cosas que hicieron mal todas las personas que está matando eran lo mas cercano a una familia que nunca podría tener, aun así mis plegarias siempre eran ignoradas y no tenia más opción que ver el grotesco espectáculo que en algún momento de mi vida llegue a protagonizar.

La peor parte de este llega cuando Yuu entra en escena con un hombre enorme cargando en su espalda.

-¡Yuu!¡Estas bien!

podía sentir su alegría por ver que su único amigo seguía con vida, mi yo del pasado estaba realmente feliz pero yo estaba realmente asustado pues lo siguiente que venía sería algo que me marcaría para siempre.

-Yuu, me alegra verte pero......tengo que matarte-

Después de eso procedí a atacar a Yuu sin compasión llegando a dañar al tipo grande, aunque él no era mi objetivo en ese momento solo quería matar a Yuu para cumplir con la meta que mi retorcida mente me tenía en ese momento " Acabar con el sufrimiento de Yuu y luego suicidarme"

-¡ALMA!-

Podía escuchar los gritos de Yuu mientras lo perseguía, al parecer el también había logrado sincronizarse con la inocencia, lo cual en el futuro sería un problema.

-Ya veo. Así que también te sincronizaste con la inocencia-

Durante ese periodo no me interesaba la opinión de Yuu mucho menos lo que sentía, estaba tan absorto en mis propios pensamientos que en ningún momento me detuve a pensar en los demás, algo por lo que me arrepentiré toda mi vida.

-¿P-porqué?-

-Al esperar diariamente a que todos despertaran, siempre me preguntaba.....porque no despertaban.

Jaja no había forma de que despertaran, ¿Verdad? No había forma de que quisieran despertar ¿Verdad?-

Mate a muchas personas solo por eso, era cierto que ellos habían hecho mal en tratarnos como simples herramientas, pero ¿De verdad era necesario darles una muerte tan cruel? Con la inocencia en nuestras manos pudimos haber huido y tenido una vida pacífica, pero fue estupidez la que nos llevo a este punto, y la que debió haberme condenado a muerte pero no lo hizo.

Con cada palabra, cada suspiro, cada movimiento que venia de parte de Yuu y de mi me hacia temblar ¿Como pude haber sido tan egoísta? Yuu quería vivir y yo estaba dispuesto a matarlo, yo sabia la razón por la que quería vivir y aun así quise matarlo, Yuu buscaba a "esa persona" y a pesar de saber eso iba a matarlo sin decirle la verdad, mi verdad,  por mas que lo quiera admitir la persona que el buscaba no soy yo, por mas que me intenten decir que esos recuerdos son míos la única verdad   es que no lo son, la persona que Yuu busca esta muerta y siempre lo estuvo aunque eso no lo comprendí hasta que Cross me acogió.

-Lo siento.¡Pero quiero vivir!¡Aunque signifique que tenga que destruirte!-

A partir de este momento empezaba la verdadera tortura, el primer corte de la inocencia era el peor de todos y después de ese seguían muchos mas, podía sentir como mis órganos se salían y como el filo de la inocencia perforaba mis pulmones para que al final estos terminaran regenerándose para continuar con mi tortura, durante bastante tiempo grite por el dolor y le rogaba a Yuu que se detuviera, en respuesta a eso el cortaba mi garganta.

En ese momento entre gritos de agonía despierto de la pesadilla, sigo gritando pues estoy demasiado alterado como para diferenciar la realidad de un sueño, siempre en esos momentos el golem amarillo que aveces merodea por mi cuarto reproduce una canción canción de cuna para calmarme.

Una vez calmado siempre intento moderar mi respiración, mi corazón esta bastante agitado y tengo duda sobre que hacer y como actuar, lo que hice no tiene perdón y en este momento debería estar ardiendo en el infierno pero en lugar de eso estoy aquí llorando por la miserable vida que tengo.

-Timcanpy ¿Crees que debería estar vivo?-

Todas las noches le hago la misma pregunta al golem amarillo y este me responde con una mordida en las manos o en las mejillas, creo que es su forma de decir que es mejor mantenerme vivo, a pesar de estar postrado en cama y haber hecho cosas malas algo me dice que si Croos me rescato fue por algo, tal vez tenga mas cosas que hacer en la vida un objetivo tal vez.

-Hay que descansar mañana será un día largo, buenas noches Timcanpy-

Con esas palabras en mente caí en los brazos de Morfeo y esta vez por suerte todo dentro de mi mundo de en sueño no era nada mas que una pacífica oscuridad.

El diario de AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora