Cap V: ¿Qué eres?

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Cuando Lys despertó por segunda vez en la habitación blanca, no encontró al simpático muchacho de los anteojos, sino que, sentada frente a ella, había un hombre vestido completamente de negro, con una máscara blanca cuyos rasgos estaban pintados de rojo. Alyssane se sobresaltó:

- ¿Quién eres tú...? -preguntó haciéndose un ovillo en la cama- ¿Dónde está Mangel?

Sintió un leve mareó:

-El te...-dedujo rápida- ¿Me habéis drogado?

-No te apures, -respondió el individuo con voz grave- sí, el te té ha ayudado a dormir, pero Mangel lo hizo por tu bien, necesitabas descanso. Te aseguro que, si hubiésemos querido matarte, seríamos algo más "creativos"- Lys arqueó una ceja, no sentía el menos respeto ni confianza por aquel individuo-. Soy Willy, uno de los líderes de esta Hermandad. Te llamas Lys, ¿verdad?

La muchacha asintió, examinando cada detalle, bajo la máscara, asomaba un flequillo de rubio muy claro. Por la ventana, entraba la intensa luz solar de una mañana de verano:

- ¿Puedes andar? -volvió a asentir con la cabeza.

Willy abandonó su asiento:

-Bien, te hemos preparado ropa limpia y una palangana con agua y jabón para que te asees. El Hermano Fargan quiere hablar contigo.

Lys no entendía nada, ¿quién era Fargan y por qué quería hablar con ella? Sus instintos primarios la traicionaron y le rugió el estómago. Willy le tendió un vaso de agua que apuró con ansias. Tenía los labios resecos y llenos de costras por la falta de hidratación.

-Debes de estar hambrienta, tras tantos días sin comer...

Alyssane movió la cabeza en señal de afirmación, tímidamente y con las mejillas sonrojadas.

-Podrás comer tras hablar con el Hermano Fargan- respondió mientras salía por la puerta- Te espera en el Mirador.

Que ser más desagradable -pensó Lys.

* * *

Cuando Willy se hubo marchado, Lys se levantó de la cama y se acercó a la palangana con agua: vio su reflejo un instante antes de meter las manos y lavarse la cara. Utilizó la pastilla de jabón para lavarse el cuerpo. Se enjuagó la boca y se cepilló el pelo para recogérselo en una coleta. Examinó la ropa que le había dejado Willy, como no, era negra: un uniforme de la Hermandad Oscura que le iría excesivamente grande: como hacía calor, Lys pasó de ponerse los pantalones, la larga túnica negra le servía de vestido, se la ajustó a la cintura y se arremangó las mangas. Alguien (seguramente Mangel) había cepillado sus botas de cazadora y se las había dejado junto a la ropa. Alyssane se las calzó y siguió las indicaciones de Willy.

La sede de la Hermandad era un recorrido de pasillos y salones escavados dentro de la propia montaña, no le costó mucho encontrar el camino al Mirador, solo tuvo que seguir las escaleras que subían. El estómago le rugía, tenía muchísima hambre, pero Willy le había advertido que no podría desayunar hasta hablar con el hermano Fargan.

Encontró al hombre allí, con su túnica negra (como todos) y su máscara blanca y roja, miraba hacia el pueblo, iluminado bajo el sol de media mañana. El Mirador era una plataforma de piedra musgosa construida en lo alto de la montaña, oculta entre arbustos y altos robles y abedules. En las almenas del torreón ondeaba el estandarte de la Hermandad: un ojo de gules sobre campo de sable.

Desde allí, se dominaba gran parte de la provincia de Karmaland, desde el mar hasta las fortalezas de los nobles en las montañas, los ríos que la atravesaban y el palacio flotante del príncipe Vegetta. Lys se quedó sin palabras, maravillada ante las hermosas vistas que ofrecía la sede de la Hermandad.

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⏰ Last updated: Jun 07, 2020 ⏰

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KARMALAND 4: El Libro de las SombrasWhere stories live. Discover now