Olvido

14 1 0
                                    

Olvido
La acción, voluntaria o no, de dejar de recordar.

El olvido una palabra de cuatro sílabas, tan pequeña, pero con un gran peso en ella. La mayoría de nosotros en algún punto de nuestra vida deseamos olvidar.
Nuestro cuerpo, nuestra piel, tienden a olvidar un toque, un beso en dos semanas o antes, pero nuestra memoria constantemente nos recuerda el momento exacto.
Y ahora que lo pienso no he podido olvidarte, solo aprendí a vivir sin ti, recuerdo todo lo que vivimos y lo que sentí cuando cruzaste aquella puerta de este viejo departamento, este sitio que se convirtió en nuestro hogar, que nos hizo sentirnos nosotros mismos, estoy aquí recordando lo único que me hizo sentir que también puedo amar, que el amor lo vale.
Solíamos tomarnos de las manos, pero ahora me encuentro solo, y en la radio sonando nuestra canción favorita a todo volumen, bailamos bajo la oscuridad, hasta que sentí que tus brazos eran mi hogar, contigo cualquier lugar se convertía en nuestro hogar, pero ahora no puedo dejarte atrás, sigues tan presente en mi memoria como la primera vez.
Dame un momento, necesito un poco más de tiempo para asimilar que ya no estás, si pudiera habría hecho las cosas bien, de otra manera, pero el hubiera no existe y no puedo volver a la forma en que solía amarte.
Me encantaría continuar a tu lado, jamás separarnos, sigues corriendo por mi sangre, pero se que ya es tarde, que te he perdido y de la peor forma.
Y sigo aquí recordando aquella noche donde hablaba de mis sueños y tú acostada escuchando, siempre estuviste ahí para sanar y cicatrizar mis heridas, al amanecer hago mi mejor esfuerzo para poder encontrar el sueño y descansar aunque sea un poco, pero aún así me mantienes despierto. Me sigo preguntando, por que te lastime, como fui capaz de romper tu corazón, justo como lo hicieron con el mío, guarda tus lágrimas para otro día, no las desperdicies en alguien como yo, se que no podrás volver a amarme.
Cada noche a tu lado era un regalo, bailando nuestra canción una y otra vez, hasta que solías confundirte con los pasos y terminábamos en el piso riéndonos, pero ahora bailo solo, mi única compañera es una copa y una botella de vino.
Se que el daño que ocasione no tiene remedio, se que te cuesta sonreír, quieres que todo mejore, y lo puedo ver en tus ojos, puedo ver el dolor que te consume por dentro, me odio por haberte roto, tu alegría se te fue de las manos o mejor dicho yo la corrí.
Jamás te quedaras atrás, siempre te llevaré en mi corazón, no puedo escapar, sigues en mi cabeza, estoy huyendo del vacío que deja tu partida y jamás podré volver a la forma en que solía amarte.
No desperdicies ni un día más pensando en mi, no lo merezco.
Se que te hice muchas promesas para bien o para mal, desde hace meses solo te pienso, negandome cada lágrima que quiere brotar de mis ojos, pero se que todavía te necesito aquí.
Me dicen que por ti deje de ser el monstruo que era, que me he convertido en un romántico, pero eso no me sirve si lo único que veo en tus ojos es odio, tristeza y dolor. 
Nunca aprendí a amarte cuando te tenía, y ahora que no te tengo te amo más que a nada en este mundo. Extraño tu sonrisa, tan llena de luz, tu porte que irradia seguridad al andar, tu inteligencia terminó por embriagar mi ser, esa mirada fría que das, tu carácter fuerte, directa con lo que dices, los berrinches que solías hacer por cualquier cosa que quisieras, los pucheros que hacías por un beso mío, extraño sentir tus brazos orbitando al rededor de mi cintura, extraño sentir tus manos sobre mi cabello, tratando de peinarlo o solo jugando con él, mientras mi cabeza descansa sobre tus piernas. Me arrepiento de haberte herido y no valorar el amor que sentías por mi, se que fui tu primer amor, y también se que debo dejarte volar... Tal vez hacia otros brazos.
Me gustaría pensar que te apoyas en mi hombro, pero se que eso ya no sucederá.
Eras, eres y serás mi primavera y mi invierno, el agua que calma mi sed, el fuego en fuego que normalmente me mataría, pero moriría feliz entre tus brazos, el deseo que sentí fue mucho más fuerte.
Eres mi perfección, mi dirección y mi perdición, mírame a los ojos y dime por última vez que me amas, quiero consumirme en tu fuego, aunque se que posiblemente me odies ahora mismo.
Jamás podremos volver a la forma en que solíamos amarnos.
Liz Cruz

La belleza de las palabras Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon