Capitulo 14

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-¡Buenos días chicas! - se alegró de encontrarse con las sanadoras.

-¡Buenas días! - las tres contestaron al mismo tiempo.

- ¿Están perdidas? - era su momento de promocionar los letreros que Danu incorporo en el castillo.

-Esperamos que el príncipe habrá la puerta - contesto, molesta Nixie.

- ¡Oh! ¿Está enfermo? - le pareció extraño que un vampiro se enfermara.

-Algo así - prefirió contestar Lin, llevaban toda la noche esperando que les abriera y sus dos hermanas mayores rechinaban del coraje y cansancio - pero no quiere que entremos - se acercó a la puerta para tocar, sin recibir ninguna respuesta.

-¿Y si ya está muerto? - empezó a tocar varias veces Sofía.

-Señorita, no debería tocar de esa manera - para Nixie ese acto, era un castigo muy severo.

-Eso no importa, tiene que abrir - siguió tocando lo más fuerte posible.

-¡Dejen de tocar la maldita puerta! - la voz furiosa de Lain detuvo el constante golpe de la humana, un poco asustada miro a las tres sanadoras que también sentía lo mismo.

-Será mejor esperar en silencio - Lin dio un paso hacia atrás, temía que saliera para matarlas por haberlo molestarlo.

-Ups, creo que esta de malas - sonrió nerviosamente, volvió a tocar, no podía dejar sus dudas para otro momento, una porque se le olvidaría y la otra porque Danu la mantendría encerrada con Piero todo el tiempo - empiecen a rezar para que no me golpee - miro intranquila a sus compañeras que ya estaban lo más lejos de la puerta, escondidas en una esquina del pasillo y solo asomando su cabeza preocupadas por la humana.

-¡Mi tía ahora llorara por sus sanadoras! - la puerta se entre abrió dejándose ver solo el rostro del vampiro, a su espalda completamente oscuridad.

-¡Hola! Te equivocaste - Sofía estaba temblorosa ante el rostro asesino - perdón por molestar, pero debo hablar contigo - por suerte su voz aún se mantenía.

-Retírate... - susurro Lain, no confiaba en sí mismo, al estar cerca de la humana - no hay de qué hablar, mejor descansa porque muy pronto nos iremos - no permitió que la chica dijera algo más para eso azoto la puerta para terminar con la conversación.

-¡Ah! Ahora si vas ver - Sofía había medito el pie entre la puerta para no dejarlo que cerrara, mas no calculo que la fuerza del vampiro era más que el de un humano.

-¿Estás bien? - Lain abrió la puerta, al ver que Sofía se había tirado al piso sosteniendo su pequeño pie -¿Por qué metiste el pie? Absolutamente nadie hace esta tontería - con una mano ayudo a levantarla, llevándola al sofá de su habitación.

-¡Pues yo sí! - Se limpiaba las lágrimas del dolor - ¡todo lo que hago para que me hagas caso! - intento acomodarse a lo que era un sofá, pues realmente no lograba ver entre la oscuridad - hoye prende la luz, quiero ver que tan feo me lo dejaste - con toda delicadeza intentaba quitarse los listones para quitarse los zapatos - duele, duele, duele... ¡voy a morir! - Gritaba mientras torpemente dejaba libre su pie - ¡Prende la luz! Creo que voy a perder mi pie - sollozo.

El vampiro no quería que lo viera, pero su grito de dolor no lo dejaba pensar, o estaba siendo dramática o realmente estaba falleciendo, aún estaba cansado porque su cuerpo estaba seco y no había logrado dormir.

-¡Prende la luz! - Sofía acumulo el viento suficiente para gritar esas últimas palabras.

Lain ya estaba preocupado - luces... - susurro, en instante la habitación se ilumino, por un momento deseo no haber destrozado todo su cuarto y no evitar que la sangre cubriera todo el piso, los ojos de platos de Sofía lo inquietaron, "¿estará asustada?" decidió agacharse y ver cómo había quedado el pie de la chica, pero esta lo alejo para dar un brinco entre la sangre.

La Traición de un  Nuevo LíderWhere stories live. Discover now