Capitulo 13

22 2 12
                                    

Danu se tomó toda la noche para desahogarse entre gritos y lágrimas con Ademaro, mientras este solo guardaba silencio, intentando consolarla, no muchos le tocaba el rol de ser el paño de la líder pero para este caballero significaba ser de gran importancia, ser alguien a quien pueda confiar ciegamente.

La líder solo logro dormir un par de horas, se bañó y cambio para ir directo a la habitación de Piero, esperaba que Sofía por fin se transformara, temía que en cualquier momento Lain intentara matarla, este no tenía mucho control con los seres de a su alrededor.

-Mi señora... ¿se encuentra bien? – el hechicero notó en el rostro de Zaida un pequeño tono de dolor.

-Estuve planeando los siguientes movimientos con Ademaro para salvar a las sirenas - se quedó pensando el cómo mantendría a esa especie en su isla – el rey mandara a destruir a Ka-jai... – empezó a juguetear con algunos libros de la mesa - ¿Dónde está Sofía?

Piero señalo la cama donde dormía la humana, abrazando como peluche a uno de los libros, cuidadosamente se fue acercando el hada hasta acariciar el cabello corto de la chica – ¿a un no sabes si se transformara? – no quería dejarla sola con su sobrino, pero no podía hacer nada, no por ahora.

-Es que ay un problema – no sabía cómo explicarle lo que le había dicho Nixie – nunca se transformara, pero sigo perdido, no hay mucha información – señalo una gran pila de libros que hablaba de humanos.

-¡Piero! ¿Qué voy hacer? – La desesperación cubrió la mente del hada - ¡Sofía! ¡Despierta! – sin delicadeza movía el cuerpo de la dormida que aduras penas habría sus ojos - ¡tenemos que hablar! Necesito más información.

-Dile... a Piero que te ayude - tomo la cobija de nubes para volver a taparse.

-No sabe nada - tomo de sus hombros y empezó a moverla de un lado para otro - ¡ya despierta! O no dejare que veas a tus amigos... - la dejo caer a la cama.

-¡Está bien! Está bien... - enojada se rasco la cabeza – ¿Qué quieres saber? De una vez les digo que no soy buena en las materias - se recostó en la cama recargando su cabeza en sus brazos.

-Dime... ¿qué paso una vez que falleciste? – miro a sus ojos seriamente eso alerto a la chica para concentrarse ante la pregunta - ¿Cómo era la puerta en la que entraste? – señalo a Piero para tomar del montón de libros de humanos, el glosario de las puertas de transformación.

Sofía rebusco entre sus recuerdos esa puerta que tenía que cruzar - ¿Puerta?... Puerta... - se concentró en el techo blanco en forma de hojas amontonadas.

-Todos estos años te mostré la puerta que debías de cruzar en tus sueños, era para que fueras como yo... ¿la cruzaste? – Tomo el glosario y busco la puerta – mira es como esta... ¿te acuerdas? – señalo esa pequeña puerta de madera adornados de flores y raíces.

-Pues... te diré que yo no cruce ninguna puerta – recordó algo de lo que paso – solo recuerdo estar en un cuarto blanco y una niña... pero no había ni ventanas - se aseguró de su recuerdo.

-¿Cómo que no cruzaste ninguna puerta? – Piero no comprendía del todo – es que debiste hacerlo, si no fue así... no deberías estar aquí.

-¡Pero lo estoy! – Sonrió orgullosa – así de chingona soy... - mostro su dedo pulgar expresándole éxito – bueno no soy chingona, sigo siendo una humana, pero pues ya me siento como una indocumentado – se puso nerviosa al darse cuenta que sus amigas cruzaron la puerta legalmente y ella "¿se lo brinco?".

-No preguntes... - señalo con su dedo índice de orden al hechicero - ¿Qué paso con la niña? – se volvió hacia la humana.

La chica de cabello corto se rasco la cabeza – es que no lo recuerdo, creo que platicamos, ¿de qué? Ni me preguntes, porque estoy más perdida que tu – dejo caer su cabeza en la almohada, soltando un suspiro.

La Traición de un  Nuevo LíderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora