(6) ♣ Los Genes del Guerrero ♣

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Miles de pensamientos pasaban por mi cabeza. Fuese quien fuese el que haya hablado conmigo, sabía sobre mis genes y posiblemente supiera que yo era Toxic Killer. Tenía que descubrir su identidad... O sea, las sospechas se reducían a dos hermanos: Asher o Edric.

Estaba tan absorta en mis pensamientos que no me había dado cuenta que ya estábamos fuera de la casa.

—Dagan, suéltame — le ordené y este no me hizo el mínimo caso. La situación que estaba viviendo era un auténtico deja vú. — ¡Me estás haciendo daño!

Se detuvo de golpe y se dio la vuelta para enfrentarme.

—Escúchame bien, bicho raro. Por tu propio bien, te aconsejo que no vuelvas aquí nunca más. — dijo con un tono amenazante en su voz — No te acerques a nosotros, no hables con nosotros, no te relaciones con nosotros. ¿Te ha quedado claro?

¿Por qué todo ellos me subestimaban?

—¿Y si no lo hago qué? — contradije mientras me cruzaba de brazos, desafiándolo. Dagan se mordió el labio en un gesto inconsciente y alzó las cejas sin mostrar ninguna debilidad.

—Sí lo harás. Si valoras tu vida, sí que lo harás. — y con esas últimas palabras me empujó fuera de la propiedad.

Caí recostada en el suelo y, mi mano herida por el incidente del espejo, comenzó a sangrarme de nuevo.

Pude ver como las rejas se cerraban frente a mí, y justo detrás, se encontraba Dagan de pie, con su mirada fija en mí dirección.

Parecía la mirada de un asesino mientras asechaba a su presa indefensa.

Me apoyé con mi brazo sano, impulsándome hacia arriba para levantarme del suelo. Me sentía humillada, despreciada y con el ego por el inframundo. Cuando ya estaba completamente de pie, volví a girarme hacia dónde estaba Dagan, pero como era de esperarse, se había marchado... dejándome sola en la oscuridad.

No quise quedarme ni un minuto más en ese lugar. Caminé hacia mi moto y me coloqué el casco.

—Tory — esta se encendió y antes de que me respondiera con su saludo habitual, añadí — Enciende el piloto automático y llévame hasta mi casa.

No podía conducir con mi mano herida, simplemente la ayudaría un poco con el brazo que estaba sano. Me subí sobre ella y le pedí poner la canción Complicated de Avril Lavigne.

Necesito pensar...

(...)

Habían pasado 2 semanas desde que visité la Mansión Blackville. Este mes era decisivo para poder graduarme. Necesitaba obtener buenas notas y desligarme de lo que pasaba en el mundo exterior, y sobre todo, alejarme de los Pierce. No quería ninguna distracción.

El que los chicos aún siguieran vivos, tenía al pueblo preocupado y tenso. Pensaban que Toxic Killer ya no quería saber nada del trato con ellos e iba a matar a todo el que se le pusiera delante.

Pero la verdad, era que me estaba tomando unos días sabáticos. Hablé con el concejal y le ordené que mantuviera a los ciudadanos tranquilos y que no preguntaran, que cuando llegara el momento, se los haría saber.

Con respecto a Asher... Era inevitable no verlo en el colegio, pero hacía todo lo posible por ignorar su presencia. Me sentaba lo más alejada que pudiera de él y pretendía que no existía.

—¿Quién fue Gregor Mendel? — me preguntó Luke, recostado desde mi cama con todos mis apuntes de biología a su alrededor.

Estábamos desde las 5 de la tarde, estudiando para el exámen de mañana. Agatha estaba abajo preparando unos sándwiches mientras yo caminaba de un lado a otro en mi habitación, tratando de responder lo que me preguntaba Luke.

Los chicos que no pude matar ©️ [Killer #1] [En Librerías]Where stories live. Discover now