Lo echo de menos.

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Le regalo a usted mi luz, mi sombra,
mi amor, mi cielo, le tiendo una alfombra
y le canto con una honda
y muy profunda emoción,
le expreso la fortuna
de verlo en nuestras citas taciturnas.
Tal vez no nos vemos en todo el día,
tal vez no nos alcanzan las palabras,
tal vez usted no lo sabe,
pero por las noches me hallo con su alma,
por las noches beso sus palabras.
Usted está pintado en cada pared,
lo he tejido en cada red
y en las coplas de ayer,
en la oscuridad que pude ver
y en los cimientos de mi ser.
Cada noche llega usted,
fundido en un manto de tiniebla,
con sus ojos llorando miel
y con sus labios dispuestos a perderse
para que puedan corresponderme.
Cada noche viene en brillante armadura,
en la espesura nocturna,
en el follaje de los árboles,
en el grito de los caburés.
Usted es la locura más real,
la que guardo con fervor,
la que en soledad clamo con emoción,
la que me hace extrañar
y adherirme al sentimiento bello de amar.
Sepa entender usted
que cada poema lo sello con mis labios,
con mi aroma y con dulzura,
para que nunca eche de menos
mis travesuras.
En cada poema lo beso,
en cada poema le profeso
y me acerco y expreso
todo esto que por usted siento
y aumento.
En cada palabra lo amo,
lo tallo para no extrañarlo,
para de mi mente nunca más borrarlo
y sentirlo lejano con su trabajo
o, literalmente, desanimado.
Le escribo incesantemente,
para que mi voz desgarre un grito
y para ser congruente
y, dentro de lo posible, de lo más valiente
para ya no extrañarlo cuando no esté.

Poemas a mi amor de junio. #1.Where stories live. Discover now