- por favor - gemí - solo...hazlo -

Éste río y siguió pasando el hielo en cada parte y divirtiéndose, dejo el hielo de lado y me miró como admirando.
Se quitó la camisa dejando ver si torso marcado, mordí de nuevo mi labio, se acercó a mi y tomo una venda que se encontraba en la cabecera de la cama, la puso sobre mis ojos.

- bien, ahora es mi turno de disfrutarte mas -

Sentí que se alejo y seguí sintiendo la plumilla de antes recorrer mi cuerpo.
- suplicame - escuché su voz ronca decir - suplicame que te dé ese placer que deseas - siguio pasando aquel artefacto por mi cuerpo.

- por favor....solo hágalo aaahh, amo - gemía con cada toque y palabra que decía

Sin siquiera pensarlo sentí como abria mis piernas y sin previo aviso entro en mi de forma rápida y sin cuidado, gemí fuerte ante esto, siguió embistiendo de forma rápida y dura, yo gemia de lo bien que se sentía y del dolor al mismo tiempo. Era una lluvia de sensaciones entre el dolor, ardor y el placer que podía sentir en ese momento, no quería que parara.
Mi respiración era acelerada y cansada. Salió de mi y luego me quitó las esposas pero sin quitarme la venda me coloco contra el colchón dándole la espalda, mostrando solo mi trasero para él, volvió a entrar en mi de la misma forma en como empezó pero esta vez sin pausas, eran embestidas rápidas, constantes, yo solo tomaba con fuerza las sábanas de aquella cama y gemía con fuerza, era el momento más increíble en mi vida, jamás habría imaginado que yo estaría en esta posición con alguien como él, pero en ese momento no pensaba, solo disfrutaba de lo que mi amo, mi señor me brindaba, un placer insaciable.
Cuando creí que acabaría, lo sentí, sentí como un líquido caliente aparecía en mi interior, y al mismo tiempo algo de mi salía, tal vez aún no lo sabía del todo, pero estaba consciente que en ese momento ambos habíamos acabado.
El Sr. Rogel, me levanto y me cargó hasta alguna otra parte de la habitación, yo estaba cansada pero cuando me bajo note que volvía a tomar mis manos para esposarlas a alguna barra en la parte de arriba.

- ¿Que hace...amo!? - dije sin entender

- ¿Crees que ya he acabado!? - se escuchaba irónico

Trataba de entender, esto era la esclavitud de una sumisa, estar hasta que el amo éste satisfecho...

¿Pero que había hecho!?

Volví a sentir su entrar en mi interior y solté un gemido nuevamente.
Ahora eran movimientos algo lentos pero sin parar la intensidad de fuerza que había hecho desde un principio. Mi cuerpo estaba agotado pero al recibir más no paraba de pedir, de disfrutar cada escéncia de placer, cada roce y cada gemido lleno de deseo.
Sentí sus labios chocar con los míos uniendo un beso, ahogando los gemidos que salían de ellos.
Nuevamente no pensaba, disfrutaba. Quito mi venda y pude verle, sudoroso, con una mirada de placer, y al ver mi mirada lo supo, sabía que tanto como él yo también pedía más y gozaba de lo que hacia. Tomo mis caderas y enrolle mis piernas al rededor de su cintura, siguió sus movimientos y de un momento a otro aumento su velocidad. En toda la habitación solo podía escucharse los sonidos de dos almas gritando de placer, del placer de estar unidos en uno solo, en un acto que complacía a ambos.
Al terminar quito mis manos de las incómodas esposas y yo caí más que rendida en su regazo, éste me recostó en la cama y me ayudó vistiéndome. Me cargó nuevamente y me llevo hasta mi habitación, lejos de aquel cuarto de placer, me recostó y salió sin decir más, por mi parte solo pude cerrar mis ojos y dormir.

(...)

Ahora lo tenía claro.
Aún me dolía todo, pero tenía que seguir, estaba a punto de acabar mis deberes, y no podía determe solo por un leve dolor en mi zona, me dirigí al comedor donde tomé mi receso para comer; me sentía mal, ahora estaría sola y no tendría mucha compañía, a pesar de lo ocurrido ayer, no podía pedirle a mi jefe que se sentase conmigo ya que no era una relación de esas de novio y novia, aunque fuese extraño, era una relación amo/sumisa, y tenía entendido que no pasaría a más.
Aunque lo veía en la gran foto que había en el comedor y no podía evitar verlo más que mi jefe, pero tal vez él no sienta lo mismo. Mi vista cambio de posición al verlo entrar por la puerta.
Me levanté de inmediato y lo mire.

- ¿Necesita algo, señor!? - dije rápido

- no, descuida, solo te estaba buscando, iré con unos colegas a una cena, así que no regresaré temprano - miró su móvil tecleando y luego me miró sonriente - hoy estás libre, puedes descansar e ir a dormir temprano -

¿Pero que rayos le pasaba!? Estaba completamente diferente, a pesar de aún estar completamente solos en aquella casona, actuaba como si no fuera la misma persona que era la noche anterior, eso me confundía mucho.

- claro, señor - éste se dio la vuelta y se dirigió a la puerta, yo lo seguí para abrirle.

- permítame - semiabri la puerta cuando el la empujó cerrando la de nuevo

Me gire a verlo y éste me beso desesperado haciendo que rodeará su cuello con mis brazos y luego me cargó recargandome en la puerta con fuerza, su desesperación era peor que el día anterior y yo solo seguía el beso, sentía la misma desesperación al hacerlo, con una mano tomo uno de mis muslos y lo apretó con fuerza haciendo que soltara un gemido entre el beso.

- creí que podría esperar hasta la noche o el día siguiente pero no puedo, te deseo tanto - dijo con la misma desesperación

Volvimos a unirnos en ese beso, sentí como bajaba una parte de sus pantalones y haciendo un lado las bragas que traía bajo la falda entro en mi interior.

- aaahh amo - dije sin previo aviso

- no, fuera del cuarto soy solo Mangel para ti - me beso callandome y embistiendo me constante y con fuerza

Solo podía gemir entre los besos, se sentía bien, a pesar de haber estado adolorida, en ese momento no importo, era como si no hubiera tal dolor.
Camino como pudo y entramos al comedor de nuevo, me bajo sobre la mesa recostando me y penetrandome aún, desabrochó los botones de enfrente de mi uniforme y dejo ver mis pechos, movio un poco el sujetador que llevaba y lamió mis pezones que ya habian empezado a endurecer.
Seguia gimiendo y sentía que me vendría en cualquier instante.
Su móvil sono y el lo ignoro, siguió entrando rápidamente y fuerte, solo fue cuestión de un momento cuando ambos acabamos manchando aquel vitral que había por mesa con nuestros jugos.

Salió de mi interior y se acomodo.

- cuando estés en la casa, no quiero que traigas bragas, me estorban - dijo peinando un poco su cabello

- pero es algo incomodo andar sin bragas por la casa - dije quejándome

- cuando estés cerca mío no quiero verlas, es una orden - miró el móvil y por último dijo - descansa, volveré tarde, hasta luego señorita Sakura - se dio la vuelta y salió de la casa.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Holi Holi, nuevo capitulo, espero les guste, éste viene con momento hot!

:3 bueno, recuerda que si te gusta debes darle estrellita y compartirlo con tus amigos, si gustas agregarlo a tus historias me encantaría.
Un beso enorme y nos vemos ❤️

~SUMISA~ MangelRogel Y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora