El más alto se giró rápidamente al reconocer al dueño de aquella voz, aquel que rondaba por su mente hace semanas.

Sus labios se secaron y su mente dejó de funcionar en ese instante. Las palabras adecuadas a la pregunta no podían salir de su mente, no mientras el Señor Byun se encontraba con un terno blanco perfectamente ajustado a su delicada figura con aquellos pantalones ajustados que se aferraban a sus muslos gruesos. Sobre todo, aquel saco que llevaba, un semi abierto que lograba mostrar sus perfectos senos redondos.

— No, para nada, siéntense — Fue su hermana quien lo sacó de su trance, dándose cuenta que no estaba solo.

Estaba acompañado del mismo hombre que llegó el otro día a su casa, quien tenía una gran sonrisa y le agarraba de su cintura estrecha. Aquel acto ni siquiera debería molestarlo porque a fin de cuentas eran esposos.

— Y...¿Cómo está Woonji? — preguntó su hermana después de algunos segundos en silencio.

— Está muy bien, lo hemos dejado en la casa de una amiga — respondió Baekhyun. — ¿Y el pequeño Hoon?

— Lo ha dejado con la abuela. — Esta vez fue Chanyeol quien respondió, sorprendiendo a los presentes.

— Así qué sí hablas — habló el esposo del señor Byun sacando risas de los presentes en la mesa menos a él. — Tu debes ser Chanyeol.

— Lo soy — dijo chasqueando la lengua. — ¿Y tú eres? — le respondió ganándose un codazo de su hermana y un susurro bajo de ella, que debía comportarse.

— Vicepresidente de esta compañía y pareja de Baekhyun — respondió sin dejar de sonreír.

Chanyeol frunció el ceño molesto e iba a responder, pero un grupo de personas vinieron a la mesa a conversar con el acompañante de Baekhyun. Observó cómo le decía algo al oído, pero después los dos se levantaron de sus asientos disculpándose mientras se retiraban con las demás personas a otro lugar del salón.

— Comparte como un adulto Chanyeol. Estabas feliz de venir y ahora estás molesto ¿Qué te sucede? — Su hermana le agarró del brazo cuando la ignoró al empezar hablar.

— No sucede nada. — respondió mirando hacia el mismo lugar donde estaba el doncel riendo y brindando con los demás.

— Hormonas.

Fue lo último que escuchó de ella antes de que se fuera con sus amigos y lo dejara solo en la mesa.

Los únicos que le hicieron compañía durante la próxima hora fueron los camareros, muchos de ellos sintiendo lástima al ver que era el único en una mesa. Cansado y frustrado por no saber que más hacer fue hacia su hermana quien muy contrario a él se encontraba riendo y charlando con sus colegas.

El alto pasó su mirada por el lugar encontraron al pequeño doncel con su esposo, conversando demasiado cerca en un rincón. La vista le hizo aún más fruncir el ceño y apartó la mirada inmediatamente.

Chanyeol quería irse del lugar, no soportaba seguir sentado horas cuando podía quitar sus frustraciones en otras cosas. Se levantó y fue directo a Yoora. La mayor refutó contra él por algunos minutos, acerca de quedarse más tiempo, pero finalmente lo dejo ir, avisándole que ella se quedaría algunas horas más y que se iría con un amigo.

Después de asegurarse que su hermana iba a llegar segura, cogió sus llaves y su saco para salir de aquella aburrida fiesta.

Fue a paso rápido hacia el estacionamiento y desactivó la alarma de su auto. Aún con tiempo, quizás podría llegar a la fiesta de sus amigos y divertirse a su manera por el resto de la noche, pero una pequeña mano lo hizo detenerse e inmediatamente reaccionó enfrentándose a la persona desconocida.

Dulce Doncel |Chanbaek|Where stories live. Discover now