Alcanzar tus sentimientos [MarkHyuck]

2. Alcanzar tus sentimientos

De todas maneras decide intervenir y se dirige hasta él, manteniéndose de pie a su lado, sin nada que decir, aunque tampoco tuvo la oportunidad antes de Mark se abrazara a su cintura y hundiera la cabeza en su vientre. Hyuck le acaricia el cabello y luego le levanta el rostro para besarlo, tal vez eso no era necesario, pero él quiere hacerlo.

El resto de los besos fluyen de manera natural. Mark se encuentra sentado con Hyuck en sus muslos y pueden verse a través de la luz que proviene del cielo nocturno iluminado por la tormenta.

Haechan se balancea como acostumbra a hacer cada vez que se encuentran en aquella posición, y puede que aún no esté lo suficientemente excitado, pero sí se encuentra demasiado seguro de lo que siente y quiere para decir lo siguiente.

─ Quiero tener sexo de verdad. ─Expone mirando a los oscuros ojos de su amigo que le acaricia la cintura, mientras él se abraza a su cuello.

Cuatro meses han transcurrido desde aquella vez en el cuarto del coreano y en todo este tiempo han compartido más besos y palabras, más orgasmos y abrazos que antes, hasta las rutinas más simples y cotidianas fueron

Al día siguiente no tienen ninguna actividad hasta después de las dos de la tarde. Así que la respuesta llega pronto.─ Sí ─Dice.─ Yo también.

Mark tiene una botella de aceite de jojoba con la que han estado masajeando su cuerpo cada vez que acaba sus actividades con tal de relajar sus músculos y evitar posibles contusiones, y después de unos pocos minutos leyendo reseñas en Internet, aquel líquido se convierte en un lubricante no tóxico.

Pero Haechan mantiene una mirada sombría sobre el envase. Está sucediendo realmente y no hay regreso de esto una vez que acabe. Él se toma el sexo muy en serio, siempre lo ha visto como parte de un compromiso; eso en parte es del porqué nunca ha podido disfrutar del todo de sus aventuras secretas.

Su compañero es muy bueno en leerlo y puede percibir el estado de su amigo, por lo que le pasa una mano por encima de la cabeza, peinando su cabello hacia atrás.

─ ¿Estás seguro? ─Le pregunta apoyando una mano en el colchón e inclinándose un poco más, esto también significa algo más para él. Han estado jugando durante años, el coqueteo, los besos y los múltiples orgasmos entre sí, han sido una muy buena diversión y un gran modo de distraerse, pero esto será cambiar las cosas.

─ Sí. ─dice el moreno mirando directamente a los ojos del mayor, que sonríe como un sol que se rompe en el horizonte oscuro.

Mark lo besa, apoyando sus manos sobre sus mejillas, y luego besa todo su rostro, el pelo y el cuello─ Haechan ─Murmura y abraza su cuerpo─ Haechan, Haechan, Haechan ─Repite y es que su cuerpo se encuentra tan lleno del menor que quiere liberar un poco de espacio y simplemente decir su nombre, porque es tan único.

Fue en ese momento que Hyuck rompe aquella barrera de papel que colocó para impedir algunos pensamientos. Mark lo sostiene entre sus brazos y aunque están a punto de dar un paso más allá y experimentar aquel placer aparentemente inverosímil, el contacto que los une no es sexual ni lujurioso, es dulce y protector.

El había pensado una vez, hace ya meses, que deseaba amar a Mark de la forma en que todos piensan que se aman. Ahora se da cuenta de que tal vez Mark lo ha estado amando todo este tiempo. Haechan piensa cuánto le llevó alcanzar sus sentimientos, recuperar el aliento y darse cuenta quién es el que ha estado a su lado sosteniendo su mano, quien lo ha amando y cuidando cuando él mismo se descuida.

Entonces DongHyuck y Mark tienen sexo en New York. Es un poco incómodo y asqueroso porque no tienen condones y realmente no están seguros de la cantidad necesaria de lubricante requerido para esto, así que prefieren exagerar, volviendo las sábanas y sus cuerpos aún más sucios.