Capítulo 18 - Final

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A Abigail le rompia él corazón ver a su hermano allí, se decía una otra vez que ella también debería estar allí, era su familia, su pueblo.

- Jeremías, tienes que irte ahora, no pueden saber que has hablado conmigo.

Su hermano pequeño le asintió.

- ¿Vas a volver? - pregunto el niño.

- Claro, no te voy a dejar sólo. Te lo prometo, voy a volver.

Jeremías salió corriendo en dirección a los demás niños, mientras que Luke y Abigail se alejaron un poco de allí.

Se quedaron pensando en que hacer ahora.

- ¿Qué vamos a hacer? - le preguntó Luke.

- No sé lo que vas a hacer tú, pero yo necesito por lo menos intentar entrar con mi pueblo.

- ¡No!no puedes hacer eso, te matarán.

- Es lo que harán con todos ellos, yo soy de ellos, Luke, tienes que entenderlo.

- Pero ese no es tu destino, tú no estabas allí aquella noche y eso era por algo.

Abigail le sonrió y le acarició una mejilla.

- Si ellos van a morir quiero morir con ellos.

- Eso es muy egoísta - dijo él alejando su cara de su mano.

- No es egoísta, te amo, pero desde el primer momento sabía que esto no podía ser una historia feliz.

- Si puede serlo, si tu quieres que lo sea, lo será.

La chica se acercó a él y le dio un beso.

- Esperaremos a mañana - dijo él.

Ella le asintió. Pasaron el resto del día mirando en dirección a ese sitio vallado, al caer la noche intentaron transmitirse calor recogiendose los dos en un sitio menos frío y abrazándose.

- Yo tengo algo para ti - dijo Luke.

- ¿Qué es?

Él sacó algo de su bolsillo. Era una especie de cadena.

- ¿Qué es? - le pregunto ella de nuevo, cojiéndolo de su mano.

- Me lo dio mi hermano hace mucho, me dijo que con esto tenía que acordarme que clase de persona soy - sonrió- durante ese tiempo papá quería convertirlo en soldado a toda costa y él simplemente se negaba, le pregunté que porque se negaba y él me dijo que él no era así, él no quería entrenarse para matar a personas, el quería ayudarlas independientemente del país o la raza que fueran y me recordó que yo era como él y que nunca dejara que nadie cambiara mis buenos ideales.

- Esto es muy importante para ti, no tienes porqué dármelo.

- Así ya tienes algo mío.

Ella le sonrió y se acurruco más a él. Aquella noche aunque no sabían el paradero de sus padres y que tampoco sabían lo que les podía ocurrir mañana, ambos durmieron en paz sintiendo el calor del otro.

***

El sol empezaba a calentar la tierra y Abigail pidió que Luke no estuviera despierto. No lo estaba. Se acercó a su cara, lo beso en la frente y se puso de pie, ya había tomado una decisión.

- Lo siento mucho amor mío - dijo mirándolo.

Se acercó hasta esa la entrada de ese recinto cerrado en donde descansaban a la puerta 3 soldados.

- Quiero entrar - dijo decidida.

Los tres empezaron a reírse.

- ¿Que quieres? ¿entrar? -preguntó en un tono sarcástico.

- Si, mi hermano esta ahí, yo soy de ellos.

***

Luke despertó debido a una pesadilla, miro a su alrededor.

- ¿Abigail?

No la encontraba.

- No - se dijo.

Al momento en que se levantó escucho un disparo a lo lejos. Miro la cinta que aún tenía entre los dedos y una lagrima escapó de sus ojos azules.

Nunca más volví a ver a mi padre y a mi hermana con vida, después que nos liberaran mi madre reconoció entre los muchos cuerpos el cuerpo de mi hermana, su mano izquierda estaba aferrada a una especie de cadena que nunca había visto antes. Había muerto por querer estar conmigo.

Gustav Müller no volvió a ver a Luke ni a Thomas, fuentes decían que Luke había encontrado a su hermano y juntos se habían marchado a Estados Unidos, a empezar una nueva vida, aunque para Luke sería difícil olvidar y volver a empezar. Empezar sin ella. Pero de eso se trataba todo, la vida es así. La vida sigue aunque quieres que se detenga. En la vida te encuentras a las mejores personas y algunas no tan buenas. De algo estamos seguros, ambos tipos de personas te enseñan algo.

Luke apreció todos y cada uno de los momentos que pasó con Abigail pese a las circunstancias. Y deseó de todo corazón, que ella también. Había sido un rayo de luz en una época tan sombría. Y quería llegar algún día a ser tan valiente como ella, luchando como sea por lo que era correcto y manteniéndose fiel a si mismo.

F I N.

Una guerra entre nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora