2

306 34 6
                                    

El peliverde se levanto temprano y calmadamente se alisto para ir a trabajar, puesto que la noche anterior se fue a dormir temprano. Ya llevaba 1 mes trabajando allí, por lo que sabia perfectamente que hacer para que las calles no se movieran y así llegase temprano al instituto. Luego de ponerse lo primero que encontrase a los pies de la cama, al vestirse tomo una tostada y un café que le había preparado su esposa, pues él era un desastre en la cocina. Lo comió rápido mientras revisaba unos documentos y media hora después que ella se fuera a hacer quien sabe pues llevaban una semana peleados, tomo sus cosas y subió al auto para irse al trabajo.

Al llegar noto la presencia de los demás profesores quienes a estas alturas seguían bostezando con unas ojeras bastante notorias. – No aguantan nada.- pensó Roronoa mientras seguía caminando hasta el salón que le correspondía dar clases hoy. Si bien este instituto no contaba con buenos recursos económicos era bastante ágil para capacitar a los maestros para impartir otras clases. Cosa que Roronoa odiaba ya que siendo sinceros...el odiaba enseñar, sobre todo a niños, los cuales seguían contando como unos ya teniendo 16-17 años de edad. Al llegar al salón observo a los alumnos y a uno que parecía ya bastante adulto. No era nada mas ni nada menos que Trafalgar Law quien conversaba con luffy descaradamente en medio de todo el salón, sin importarle a nadie que el estuviera allí.

Siguió observando mientras pasaba la lista mentalmente, ya que, al pasar un mes este ya se sabia casi todos los nombres de los estudiantes a su cargo. Noto a varias chicas apoyadas en la ventana mientras gritaban, a otras pintándose las uñas, otros jugando video-juegos, o durmiendo como lo hacia cierto chico rubio cada mañana al llegar al salón.-¿pero que carajo hace tanto para no dormir en las noches?- pensó mientras seguía ordenando sus cosas, al menos hasta que unas de las chicas del salón grito.

-Cavendish volvió de su viaje por Europa, vamos a saludarle!- grito haciendo que todos salieran corriendo del salón, pues no era menos, era el chico mas popular de toda la escuela. A todos parecía interesarle su vida menos al chico rubio que seguía durmiendo tranquilamente. Roronoa se acerco a este para verificar si seguía respirando, pues no reacciono ni un segundo ante tal griterío que tenían sus compañeros de clase.

- Sanji, despierta ya son las 8:20.-le movió, pero el chico solo dio un pequeño quejido mientras se movía junto a los movimientos que Roronoa le proporcionaba a través de sus hombros. el hombre siguió intentando que despertara sin asustarse, el rubio solía ser muy tímido y asustadizo por lo que Roronoa aprendió a tratar con el de una forma menos severa a comparación con los otros estudiantes que le sacaban de quicio. Tras un suspiro el profesor empezó a acariciarle el cabello, se asombro al ver la suavidad y buen olor de este.- valla...sí que cuida mucho su cabello, es demasiado suave.- al seguir acariciándolo y susurrando su nombre el chico abrió lentamente sus delicados ojos tan azules como el mar. Al notar la cercanía esta se sonrojo inmediatamente y desvió la mirada avergonzado. -se ve jodidamente adorable con ese sonrojo.- pensó mientas se formaba una sonrisa inconsciente.

-la clase empieza en 5 minutos.-comento tratando de ocultar la sonrisa que se le había formado mientras se levantaba poco a poco. Y rascaba su nuca a causa de una ansiedad y nerviosismo que se apodero de su cuerpo.-¿pero que cojones me pasa?- se reprimió mentalmente.

-lo siento...- decía el rubio, aun con un sonrojo que podía notarse a kilómetros, el chico pensó que había quedado otra vez como un idiota al quedarse dormido, la razón de esto era su insomnio que lo ataca casi todas las noches, provocando que pasara la noche en vela o a veces que durmiera tan solo pocas horas o minutos antes de sonar la alarma para asistir al instituto. Este problema hiso que su tío le comprara pastillas para dormir, pero no era suficiente.

Mi estupido y Sensual SenseiKde žijí příběhy. Začni objevovat