CAPITULO IV.

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Era Christopher, el que me había tirado al suelo con su auto, era Christopher.
Jos al dirigir su vista hacia mi lucia molesto.
—¿Estas bien Regina?— preguntó agachándose junto a mi.

—Si... Solo ayúdame a pararme Jos— respondí, estaba molesta, muy molesta, el auto apareció de pronto, no era mi culpa.
Logré ver que mucha gente se acercaba, pero mi hermano Alonso no paraba de mirar furioso al culpable, se acercó a Christopher quien ya se había bajado de su auto y comenzó a gritarle.
—Tú eres idiota ¿no? ¡La pudiste haber matado! — reclamó.

—Dios, como lo siento, enserio discúlpame Regi, no vi a nadie en el camino— contestó Christopher ignorando las palabras de mi hermano.
Yo solo lo miré sorprendida, estaba dentro del shock aún.

—No te preocupes, no pas...— dije intentando caminar un poco más hacia él pero la pierna en que me había golpeado me falló haciéndome caer de nueva cuenta al suelo.

—¡¡Cuidado!! —gritaron Jos y Christopher al mismo tiempo. Wow, como si su grito me salvara de aquella caída.

— ¡Enserio te voy a matar!— Dijo mi hermano abriéndose paso entre ambos chicos dirigiéndose a Christopher y tomándome en brazos. — ¿Estas bien?— asentí — ¿Alguien puede llamar una ambulancia? —  gritó mi hermano volteando a ver a todos, rápidamente Jos tomó su celular comenzó a marcar

— Alonso no es para tanto, solo me duele un poco...

—Es broma ¿no? Puedes tener algún hueso roto, no te dejaré seguir normal, quiero que alguien te revise— dijo mi hermano

La ambulancia tardó en llegar mucho pero al fin estaban aquí, Jesús, el manager de mi hermano intentó evacuar a toda la gente que había rodeado el lugar mientras Sandra, su otra manager, aclaraba los hechos a un policía. El paramédico me revisó, y dijo que no había lesión alguna, que el golpe había provocado la compresión de mis músculos de la pierna pero que con caminar y quizá trotar todo se arreglaría.
Me dejaron sentada mientras avisaban a las autoridades que nada malo me sucedía, de pronto el que había provocado tanto alboroto llegó y se sentó a mi lado.

—Hola... ¿Entonces está todo bien? — asentí, no quería que mi hermano me viera hablando con él — Enserio lo siento mucho, fui un idiota

— Tranquilo, no pasa nada— me levante de ahí, no quería más problemas pero él me tomó la mano, al darse cuenta me soltó sorprendido

—Am es solo que... Bueno, sé que no es el mejor momento y que quizá yo no soy de tu agrado pero temo no volver a verte  y — notaba lo nervioso que estaba, probablemente temía que Alonso volviera a gritarle, al igual que yo — ¿Me darías tu número? — dijo de pronto.

—Sería una tontería ¿Sabes lo feo que se puso el ambiente cuando nos vimos por primera vez?— me miró confundido— Es solo que... no le caes muy bien a mis amigos— dije con un poco ser lástima.

— Eso lo sé Regina pero ¿Yo a ti te caigo mal? — preguntó levantándose igual que yo.

— Bueno no, pero— él me miraba con una sonrisa, no podía negarme— solo no quiero más problemas, dejémoslo a la suerte

— ¿Como a la suerte? — preguntó confundido.

— Si nos volvemos a ver es un hecho que tendrás mi número, pero por ahora dejémoslo así ¿Okay?

—Está bien Regi, si eso prefieres, pero tengo miedo de que no sea así y en verdad me gustaría volver a coincidir contigo — dijo con una sonrisa y me dió un beso en la mejilla para después irse.
Después de todo mi hermano no estuvo tan furioso, pero estaba 100% segura de que en el fondo quería golpear a Christopher.

•~•~•~•~•

Las grabaciones pasaron rápido, el incidente les había quitado mucho tiempo, me sentía culpable pero no paraba de pensar el lo lindo que se portó Chris, fue muy amable y de verdad era atractivo. Aunque mi corazón los últimos años había sido solo de Jos debo admitir que el chico me atraía bastante.
Llegué a casa, tan cansada como mi hermano y Jos, mi hermano Diego se encontraba sentado el sofá con la mirada en la computadora, él es mi persona favorita, prácticamente como mi mejor amigo, aunque es unos años menor que yo coincidimos bastante, se encontraba mirando un video de nuestra banda favorita "5 seconds of summer" me le uní, rodeo con sus brazos mis hombros, y yo lo abracé, no entiendo como no puedo conseguir una relación buena con Alonso, somos hermanos gemelos y me gustaría que fuese distinto.

Después de un rato a todos nos dió hambre y yo me ofrecí a preparar la cena, no había mucho en la alacena, así que preparé lo que pude. Nuevamente sentía una mirada sobre mi, Jos estaba sentado del otro lado de la barra que divida la cocina de la sala, me miraba y llevaba un gran sonrisa en el rostro pero cuando notó que me había dado cuenta se volteó. Supuse que lucia torpe haciendo la cena.

•~•~•~•~•

Cenamos a gusto, me encontraba en mi cama lamentándome de no haberle dado mi número a Chris, pero sabía que era lo mejor, cambié mi ropa a mi linda pijama de cerditos y me tiré a la cama esperando poder dormir pronto, pero tocaron la puerta de mi cuarto.

—Hola princesa— era Jos, sonriente, lucia tan bien.

—Hola Jos— sonreí — ¿necesitas algo? Pasa— dije haciéndome a un lado para que pasara.

—No lo sé Regi, si te soy sincero he estado muy confundido últimamente— dijo, esta vez lucia serio— Regina, todo este tiempo has sido como una hermana para mi, el que mi familia esté lejos, enserio no lo soporto y se que tú pasas por algo igual y... — se veía estresado, me senté en la cama y él me imitó — agh, estoy dando demasiadas vueltas, era lo que quería evitar pero te juro que no es fácil— seguía hablando, enserio me preocupa.

—Jos, Jos ¡Jos! Tranquilo, solo ve al punto— dije intentando calmarlo.

—Regi tú... Me gustas, enserio. Se que puede sonar tonto pero he estado enamorado de ti los últimos 12 años, wow, enserio si es mucho si lo pronunció en voz alta pero es la verdad...— estaba paralizada, Jos sentía lo mismo por mi — Regina, lamento mucho no haberte confesado esto antes pero tenía miedo, no creas que no lo tengo ahora ¡Incluso más! — no paraba de hablar y yo lo lograba procesar ninguna palabra —Tú... Enserio me gustaría que estemos juntos— soltó de pronto

No tenía idea de que decir. No sabía que hacer.

PUGNA | Christopher Velez \ Jos CanelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora