Capítulo 8

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Julio 2019

Daniela llevaba más de media hora esperando a que María José volviera y había empezado a preocuparse. Se había asomado por el balcón para ver si estaban afuera del edificio, pero nada. Le había mandado un par de mensajes que no había respondido y tenía la intención de llamarla, pero no quería parecer tan intensa.

- ¿Qué hago? - dijo en voz baja mientras caminaba de un lado a otro en su cuarto.

Se le ocurrió que quizás podía llamar a la recepción y preguntar si seguían ahí, así que caminó hacia la cocina y marcó la extensión del portero.

- Buenas noches Pedro - dijo con cariño - soy Daniela Calle. Oye, una amiga bajó hace un rato y no ha vuelto. ¿Sigue ahí?

- Hola señorita, su amiga y el hombre con el que estaba se fueron al salón de juegos. Ella me pidió el acceso para poder conversar con él ahí. ¿Necesita que le diga algo?

La morena iba a responderle cuando se escucharon golpes muy fuertes en su puerta.

- No Pedro, solo era para saber. Muchas gracias. Buenas noches.

Calle colgó el citófono y se paró frente a la puerta sin saber qué esperar. Por la fuerza con la que habían tocado le resultaba extraño creer que fuera Poché, pero por otro lado quizás las cosas no habían salido muy bien y la mujer estaba enojada.

- ¡Abre la puerta!

Dani abrió muy lento y se encontró con Mario en un estado bastante deplorable.

- ¿Dónde está Poché? - le preguntó de inmediato.

- Debe estar subiendo - el hombre le dijo intentando entrar.

- No quiero ser grosera, pero ¿Alguien te invitó a pasar? - Daniela se interpuso para que no pudiera avanzar.

- ¿Puedo pasar? - el hombre le dijo con una sonrisa completamente irónica.

- No.

Calle se paró firme en el umbral de la puerta y no dejó de mirarlo a los ojos.

- ¡Mario! - María José gritó desde el final del pasillo.

Dani notó lo cansada que estaba y dedujo que había subido por las escaleras.

- ¿Qué carajos estás haciendo? - lo tomó con fuerza del brazo - ¿Qué parte de que quiero que te vayas no entendiste?

- Tienes secuestrado a mi hijo - Mario la miró con rabia - te puedo demandar por eso.

- No es secuestro si sabes dónde está - Calle le dijo de inmediato - mira Mario, yo no me voy a meter donde no me llaman, pero esta es mi casa y aquí las reglas que cuentan son las mías, así que te voy a pedir de la forma más civilizada que te retires o voy a llamar a recepción para que los guardias suban a buscarte.

- Tú te crees invencible ¿Verdad? - el hombre la miró con desprecio - Crees que porque tienes dinero puedes lavarle el cerebro a mi esposa.

- ¿De qué carajos estás hablando? - Poché lo miró con el ceño fruncido.

- ¿¡Tú crees que soy imbécil!? - la voz de Mario rebotó en las paredes del pasillo - ¿Crees que no me doy cuenta de cómo se miran? Ya decía yo que no era normal que defendieras tanto a las desviadas esas si ni siquiera son tus amigas.

- Si vas a hablar mierda ve a hablar a otro lado - Daniela lo miró con la paciencia pendiendo de un hilo - no te voy a permitir que te expreses así en mi casa.

- ¿Y quién eres tú para permitirme o no algo?

- Mario, es mejor que te vayas - María José le tomó la muñeca.

TE PROMETO QUE TE QUISE | CACHÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora