❀ 2

3.3K 514 350
                                    

Los siguientes días para Baekhyun están llenos de carreras, de evasivas y de desatención al mundo que lo rodea tan pronto pone un pie en la fábrica donde trabaja. La rutina lo absorbe del tal forma que apenas le da una palmada a Yeonjun al dejarlo en la guardería, sin besos, sin palabras cariñosas, sin nada.

Una vez que el pequeño Byun está en su salón temprano en la mañana del lunes y Yixing constata con desilusión que el padre del niño no se ha quedado para continuar con la charla pendiente, un suspiro deja sus labios, viendo al pequeño cabecear contra la mesita púrpura porque, seguramente, se durmió tarde.

Eso no deja que sus ánimos caigan, aunque su inicio de semana se vuelva estrepitosa entre sus intentos de abordar a Byun Baekhyun y arrastrarlo a su oficina.

Yixing iguala en persistencia lo que obtiene de frustraciones, es por eso que no importa si Baekhyun lo ignora durante una semana más a base de excusas sobre tener mucho trabajo... De acuerdo, no excusas en su totalidad. Yixing se percata del semblante cada vez más desgastado de Baekhyun siempre que pasa por Yeonjun para llevarlo a casa. Es quizá por esto que, aunque se sienta molesto de que Baekhyun no haga caso a sus observaciones sobre el comportamiento de su hijo, no puede evitar sentir compasión por el padre soltero que apenas puede subsistir con un trabajo mal pagado en una fábrica de sushi.

Sin embargo, entre más pasan los días, la relación entre Yeonjun y Sarang se vuelve más tensa hasta que un día la pequeña descarga toda su fuerza sobre la frente de su rival, y no habría resultado grave si no fuera por la pieza de construcción que tenía en una mano.

Eso lleva a Yixing a palidecer con la presión baja y a replantearse si fue una decisión correcta involucrarse en una guardería cuando no tiene las herramientas para actuar. Todo esto mientras sostiene a Yeonjun que parece que nunca parará de llorar y limpia los débiles hilos de sangre que corren por su frente ante cada gesticulación de dolor y lamento.

Esa es la gota que colma el vaso. Más tarde, al final de la jornada, Yixing no se separa ni un metro de Yeonjun en lo que espera a su padre que, como acostumbra, es el último en llegar.

Yixing toma a Yeonjun de la mano, sintiendo su deditos rodear su palma con fuerza, como si él fuera el único al que pudiera sujetarse. Tal vez lo es. Su expresión llena de tristeza no ha desaparecido desde el mediodía y Yixing siente un puño en su estómago de solo pensar en lo que debe estar sintiendo el pequeño con toda la situación.

Cuando Jiwoo deja pasar a Baekhyun y este se acerca hasta la entrada del vestíbulo, casi pasa por alto el rasguño visible en la frente descubierta de su hijo. Pero está ahí, como una gruesa línea rojiza que no ha cicatrizado.

—Yeon... —murmura Baekhyun con un ceño fruncido que solo acentúa su cansancio—. ¿Qué te ocurrió?

—Esto es a lo que me refiero, Byun... Ven, hablemos en mi oficina.

Viéndose incapaz de absolverse por primera vez, Baekhyun lo sigue adentro después de dejar a Yeonjun al cuidado de Jiwoo. No le manda alguna mirada de consuelo o le dice algunas palabras para hacerlo dejar de moquear. Simplemente pasa de largo, sintiéndose demasiado agotado para lidiar con estas cosas. Su maldita ropa huele a pescado todavía, está cansado física y emocionalmente, solo quiere encerrarse en casa pero, en cambio, está sentándose junto al tipo alto de la semana anterior.

Sus miradas se unen por breves segundos antes de devolverse hacia el cuidador de sus hijos.

—Le he contado un poco a Chanyeol acerca de lo que ocurre —inicia Yixing tomando coraje de alguna parte para enfrentar a esos dos padres, quienes solo le devuelven una mirada neutra e irritada respectivamente. Yixing sabe que Chanyeol es más accesible, pero no puede esperar lo mismo de Baekhyun—. Desde que están juntos hace cuatro meses, Sarang y Yeonjun no se soportan el uno al otro. No tienen altercados con otros niños, de hecho se llevan muy bien con todos sus compañeros pero no pueden llevarse bien entre sí. A veces es Yeonjun quien empieza a molestar a Sarang, otras veces es Sarang quien comienza. Esta vez han llegado muy lejos. Sarang golpeó a Yeonjun en la frente con un bloque de construcción que lo hizo sangrar, porque Yeonjun había derramado la miel de sus frutas sobre su cabello.

Dispares ; chanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora