¡Diosa, por favor!, Tienes que apurarte o perderás tu vuelo -grita mi mamá desde abajo-
¡No jodas mamá, ya estoy en eso! -grito y agarros mis maletas, mientras corro por las escaleras hasta la puerta de mi casa-
Me detengo con mis dos maletas y miro mi casa, la estaba dejando atrás...
Eso me pasó por bocona, no debí haber tenido sexo con Jasón, y menos con mi mamá en casa, consideraba a mi madre como una madre de la nueva era, moderna, pero cuando entro a mi habitación en pleno coito, su cara fue de poema.
Voy hacia el auto y antes de entrar, suplico nuevamente.
¿Mamá, en serio me vas a enviar a margarita con mis tíos? -digo haciendo pucheros ridículos e inservibles-
Si, ya la decisión está tomada, súbete. -dice severa, ella decide, y papá también estaba de acuerdo-
Me cago en la puta -Digo fustigada y entrando al auto-
Ese vocabulario, Diosa. Por favor. -dice mi madre aguantando la risa-
El viaje fue de 20 minutos hacia el aeropuerto, y en avión, ni idea, no me puse haber la hora, pero fue rápido a mi parecer.
''Tu tía estará esperándote, pórtate bien y por favor, no hagas cosas indebidas y no hagas pasar a tus tíos malos ratos''. Lo último lo había dicho con un tono de reproche que a nadie le pasaba por desapercibido.
Ya en Margarita, había tanta gente, no sabía cómo era mi tía y aparte tenía sed.
Entonces una mano me toco el hombro y pronuncio mi nombre.
¿Diosa? -era una voz femenina muy dulce. Me voltee y me encontré con una chica por lo menos unos 27, era normal... una melena marrón y unos ojos del mismo color y una piel bronceada- Soy tu tía, Anna, ¿Que tal el viaje?
Fue normal, pero me estoy muriendo de sed -dije con mi tono manipulador que siempre usaba con mi madre-
Ha, entonces, vamos para que puedes beber algo en casa. -dijo y caminamos hasta una camioneta negra, hermosa-
Me monte de copiloto, y nos fuimos, el viaje a su casa fue silencioso, me quede mirando por la ventana, la playas, las palmas, la ciudad, el sol se podía ver que era insoportable y más si la camioneta tenia vidrios ahumados he igual el solo penetraba por ellos.
Llegamos a una casa de 3 pisos, quede impresionada, salí con mis dos maletas en mano y seguí a Anna, apenas entramos ella grito el nombre de mi tío.
Andrés, baja, ya llego tu sobrina! -dijo ella-
Mi tío, Andrés.
Lo conocía, o al menos eso dice mi madre, era muy pequeña y no tengo ningún recuerdo de él. Pero mama dice que se parece a ella, piel bronceada natural, ojos verdes, pelo rubio oscuro, tiene 25.
Milagros, mi madre, es la mayor, tiene 34 años, si, me tuvo a los 17, mi edad actual. Mi papa y mi madre se separaron, porque ya no había amor, eso dice mi madre, yo no lo sé muy bien... Pero yo soy el retrato de mi padre, tenemos la misma piel blanca, los ojos grises por herencia de mi abuela, y lo único que saque de mi madre fue su pelo rubio oscuro y su cuerpo.
Si señores, este trasero y estas tetas fueron heredados.
Entonces escucho pisadas que provenían de las escaleras que se encontraban a mi derecha, un hombre realmente atractivo bajo de ellas, parece que se acababa de levantar porque se restregaba los ojos de forma relajada, no tenia camisa y su cuerpo estaba a la vista y su cabello rubio estaba despeinado.
Entonces me paso por al lado, creo que no se había fijado de mi presencia y fue justo a que Anna, a darle un beso con lengua que creo duro 2 minutos.
Andrés, saluda a tu sobrina -le digo ella luego de salir del trance del beso, para decir eso de forma amenazadora-
El volteo al verme y esbozo una sonrisa y me miro de pies a cabeza, analizándome, me sentía evaluado y esperaba haber pasado el examen. El se acerco a mí y me abrazo en forma cortes, que me pareció sorprendente.
Si has crecido, Diosa. -Dijo de forma ronca en mi oído-
¿Este tipo era mi tío?
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¡Ya!, aquí, por fin, el primer capítulo.
Más tarde subiré el segundo.
Gracias por leerme
