Stardust [LIBRO #1]✨💫 (PRIMER BORRADOR)

Capítulo 14

Desde que escuché esta canción en TikTok, supe que tenía que estar en esta historia. Porque es tan Kaiden con Sunshine. Lo sé, fangirleo demasiado con ellos. 🔥

Este capítulo me salió bien largo, así que tómenlo como un 2X1 por la demora en actualizar. JAJAJA🔥

PAPI TIENE QUE IR TRABAJAR.

Yo nunca me voy a rendir contigo, Sunshine.

Esas malditas palabras que no dejaban de resonar en mi mente una y otra y otra vez. 

Era como la quinta vez que intentaba resolver los ejercicios de álgebra que nos había dejado el profesor Lohan, pero todo era inútil... no lograba concentrarme. En nada.

Cerré el libro de matemáticas y lo arrojé hasta el otro extremo de mi habitación. Ya me encargaría de resolver más tarde esos malditos ejercicios que ya me tenían harta.

Me recosté en mi cama, y me puse a mirar un poco la televisión para despejar la mente, porque sinceramente mis pensamientos se estaban debatiendo entre ir o no ir a Zathura.

Pero aunque tuviera ganas de ganas de ir, tenía que hacerme cargo de los bebés. Y además ni siquiera les había pedido permiso a mis padres para irme de fiesta, no tenía nada que ponerme, no tenía dinero, no tenía transporte, y estaba a cargo de mi hermano. Pero lo más importante era que no tenía carné falso de identidad y no confiaba en que Kaiden tuviera el superpoder conseguirme uno para esta noche.

Y tampoco quería que Kaiden sintiera que tuviera algún tipo de poder sobre mí, porque sinceramente no era así.

—¡Sunshine, te buscan en la puerta! —Ryan irrumpió en mi habitación sin tocarla, como siempre.

—¡Dioses, Ryan! —Le lancé una almohada a la cara—. ¡Te he dicho miles de veces que no entres a mi cuarto sin tocar antes la maldita puerta!

Los ojos azules de Ryan brillaron con malicia.

—Relájate, hermanita... —dijo, sonriendo—. No le diré a nadie que a veces espías al vecino desde la ventana cuando se pasea en calzones por su jardín. O las cosas que leo en tu móvil, cuando los dejas sobre la mesa.

—¡Maldito mocoso chismoso, te mataré! —Me levanté de un brinco de la cama para atacarlo, pero él se echó a correr por el pasillo—. La próxima vez que revises mi celular, tu PlayStation aparecerá mágicamente hecha pedazos. Y tu celular nadando entre la mierda del baño. ¿¡Me escuchaste, Ryan!?

Mi hermano se encerró en recamara, pero escuché su risita malévola a través de su puerta.

Puse los ojos en blanco, y me dirigí hacia la puerta para ver de quién se trataba. ¿Quién podría ser? No estaba esperando a nadie.

Y, no sé por qué, pero mi corazón comenzó a acelerarse solo con la idea de pensar de que pudiera ser Kaiden. Pero solo un poco. Y tampoco es que quisiera verlo, porque no habíamos quedado en vernos ni nada por el estilo.

Bajé rápido por las escaleras, cuando el timbre de la puerta volvió a sonar y comencé a peinarme torpemente con los dedos mi cabello lleno de nudos. Me alisé la blusa que traía puesta, y creo que mi corazón se aceleró aún más cuando abrí la puerta lentamente...

Pero cuando mis ojos miraron a la persona que estaba parada justo enfrente de mí, no pude evitar hacer una mueca de decepción.

—Ah... Hola, Enzo... —Fue lo único que logré decir y ni siquiera disimulé mi tono de voz decepcionado.