—Te ves increíble. —Su dulce sonrisa reaparece—. Vamos por tu chico.

El lugar está a reventar de gente y el olor a palomitas frescas invade mis sentidos. Mi estómago ruge en cuanto veo el puesto de pretzels y lo dejo pasar cuando Garrett tira de mi brazo hacia el lado opuesto. Los fanáticos están enloquecidos y empieza a molestarme haber venido. Odio los lugares repletos de personas, siempre fui medio antisocial al respecto y no es algo en lo que me haya esforzado por cambiar. Me gusta mi soledad, estar conectada conmigo misma y admito que debido a todo lo que pasó el año pasado, mis pensamientos no han sido mis aliados últimamente, pero aun así lo prefiero antes de esto.

Alguien tira de mi sudadera e inmediatamente me doy la vuelta para enfrentarlo. Las voces y gritos a mi alrededor desaparecen y comienzo a odiar las sensaciones que me traen su presencia, pero no por un mal modo, sino que puede ser muy raro sentir que estoy sola con él cuando la realidad es otra y me golpea con demasiada fuerza. Miro por encima de su hombro y veo a la bruja, pero ella no me dirige más de una ojeada antes de concentrarse en su teléfono. Me zafo del agarre de Zac justo cuando Garrett vuelve a mi lado. Mi amigo lo saluda con toda la afabilidad posible y le hace las respectivas presentaciones con Jeremy y Trent, quienes ni siquiera había notado que estaban ahí.

Zac y Trent se dan un asentimiento seco y sin siquiera dirigirle la palabra a cualquiera de ellos, tiro del brazo de Garrett para poder hablar con él en privado.

—¿Sabías que él estaría aquí? Garrett parece que quieres ver arder Troya con estos dos compitiendo de alguna forma —mascullo haciendo referencia a la clara rivalidad con la que se miran Zac y Trent.

—Em, te juro que no sabía que Zac vendría. Sabes que no te pondría en esa situación.

Antes de poder contestar, Zac vuelve a interrumpir y habla, pero sus ojos están puestos solo en mí.

—Fui invitado al palco VIP, no tengo ningún problema en que me acompañen.

Quiero gritarle que no me interesa ir a ningún lado, que quiero irme a dormir a mi casa y que por favor deje de mirarme con tanta intensidad. No obstante, las palabras mueren en mi boca cuando Jeremy abre la suya.

—Eso sería genial —dice con emoción—. Garrett, él nos invitó a su pelea de mañana, ¿puedes creerlo? Jamás hablé con un boxeador profesional.

La emoción con la que se expresa, más la sonrisa de Garrett me hace querer odiarlos, pero no puedo. Es que son demasiado tiernos y decir que no, por mi bien, es destruir el suyo. No soy tan egoísta.

Zac sonríe también y con una palabra suya, los demás comienzan a avanzar. Trent me busca con la mirada, pero es arrastrado por las personas y de alguna manera, termino caminando al lado de Zac. Me sorprende que Camile no haya salido con alguna de sus frases ofensivas en mi contra y me descolocó un poco que se haya adelantado con los otros dos tipos que venían con Zac sin darse el lujo de hacerme la tarde imposible.

—¿Le dijiste que iba a perder su empleo o algo por el estilo? —pregunto con ironía.

—Sí —contesta y me paro un segundo, pero su mano se coloca en mi espalda baja y me guía para seguir caminando—. Le dejé muy en claro lo que significas tú para mí y que, si quiere conservar su empleo, debe dejarte en paz.

Me quedo estupefacta y no vuelvo a emitir una sola palabra. Su mano sigue en el mismo lugar e intento con todas mis fuerzas no darle importancia al calor que comienza a recorrerme. Es un calor agradable, como una tarde de verano bajo la sombra de un gran árbol, donde querría estar para siempre. Zac enlentece un poco el paso cuando llegamos a las estrechas escaleras y deja que todos se adelanten.

ReaLove ©Where stories live. Discover now