—¡Yo no quiero ir! —se escuchó un gritó agudo del otro lado de la habitación. El pequeño JiHoon había despertado, y no de buen humor.

—¿Por qué no, cariño? Hoy es tu primer día, los primeros días siempre hacen dibujos sobre las vacaciones y a ti te encanta dibujar.

JiMin se paró de la cama de TaeMin para caminar a la de JiHoon.

—Pero no me gusta ir —lloriqueó.

—Dime por qué, JiHoon.

—No me gusta p-por qué, por qué-

—A JiHoon no les gusta ir por que los niños se burlan de sus faldas y de su cabello. Pero papi, ya le dije que no haga caso, que yo puedo jugar con él —contestó TaeMin, retirando las mantas calientes de su pequeño cuerpo—. Iré a despertar a TaeHyung.

Y salió corriendo por la puerta azul.

—¿Es eso verdad? —preguntó el ojiazul. Su pequeño hijo asintió— ¿Por qué no me habías dicho?

—Me daba penita de que tu también te rieras de mi. Papi, no vayas a regañar a TaeMin, yo le pedí que no te dijera —sollozó.

—Oh, mi bebé. Yo jamás me reiría de ti por algo así, y lo sabes. No me gusta verte así, amor.

JiHoon sollozó un poco más en los brazos de JiMin hasta que TaeHyung entró por la puerta, sin camisa, con el cabello revuelto y los ojos hinchados por el sueño. Se veía bastante bien a las 7 de la mañana, recién levantado.

¿Acaso nunca se vería mal?, pensó JiMin.

—¿Qué pasa aquí? —se sentó detrás de JiMin y besó suavemente su hombro—. Buenos días —susurró cerca del oído de JiMin.

—JiHoon no quiere ir a clases. Dice que sus compañeros de burlan de él.

—¡Papi! ¡No lo digas! —gritó el pobre infante. Tapó su cara con sus manitas y lloró más fuerte.

—¿Por qué se burlan de ti, amor? —preguntó TaeHyung y JiMin le explicó.

TaeHyung reaccionó mal, odiaba que hicieran sentir mal a sus bebés.

Ellos le dieron una corta plática a JiHoon sobre que no debía importarle lo que sus compañeros de clase digan, que lo mejor sería decirle a sus maestras o directamente a sus padres.

—Vamos, sé que eres valiente amor. Un niño muy valiente ¿verdad?

—¡Sí! ¡Yo soy el más valiente de todos! ¡No le tengo miedo a las agujas y me tomo mi medicina solito! —contestó con orgullo, alzando sus brazos.

—Entonces, si eres muy valiente como dices; dejarás que tu padre te de un baño y después te vista para la escuela ¿Verdad, mi pequeño valiente?

Asintió con la cabeza, yendo al baño donde se encontraban TaeHyung y TaeMin, listos para una ducha.

Una hora después, JiMin portaba su uniforme de trabajo igualmente que sus hijos.

TaeHyung peinada el cabello de TaeMin hacia un lado y JiMin el de JiHoon en un rodete algo despeinado, justo como el de su papá.

Ya con las mochilas en las espaldas y bien abrigados, salieron de casa para ir a la escuela. Los niños asistían a la misma donde el chico de ojos azules trabajaba.

Tres años después de que los bebés nacieran, con los ahorros de TaeHyung y JiMin, TaeHyung logró abrir un pequeño restauran llamado "Blue". El nombre iba en honor a que sus tres amores tenían los ojos de ese color. Las decoraciones variaban entre distintos tonos de azul y blanco. El mayor se sentía bastante orgullos de él mismo. Había logrado mucho en tan poco aunque, cabe aclarara que sin el apoyo de su familia no habría sido posible. Se sentía bien, él era el jefe y dueño de su horario. Eso le facilitaba todo por que podía trabajar y cuando el quisiera llegaba a casa para pasar una tarde viendo películas con sus hijos y esposo.

𝐛𝐚𝐛𝐢𝐞𝐬 𝐟𝐨𝐫 𝐦𝐢𝐧𝐧𝐢𝐞 [𝐯𝐦𝐢𝐧]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora