You're The Only One.

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Es cierto, pero ella... ¿Te dijo algo más? — Preguntó Mina mordiendo su labio con la esperanza de que Nayeon le contara más.

No realmente, sólo me llamo en medio de mi manicura y me dijo que te trajera esto. — Señalo las bolsas.

Mina bufó rendida — Esta bien, dile que...

¡Oh no! No me tendrán de mensajera, ya hice mi buena obra en nombre del amor hoy. — Negó Nayeon.

Pero solo...

Ya podrás decírselo tu misma esta noche Mina. Ahora me voy. — Dijo dirigiéndose a la puerta.

Gracias Nayeonie. — Se despidió Mina mostrando su gummy smile.

Nayeon le lanzó un beso en el aire y salió del departamento, Mina tomó las bolsas se dirigió a su habitación a prepararse. Creía que tendría una noche tranquila en su departamento con la mayor pero al parecer no seria así.

........

Los nervios recorrían su cuerpo entero y caminaba de un lado a otro tratando de calmarse, no dejaba de ver la hora en su reloj. Nayeon y Seungyeon no paraban de decirle que se calmara, pero al parecer solo lograban ponerla mas nerviosa.

Faltaban un par de minutos para la hora que debía llegar, pero allí estaba frente a la puerta de la menor. Su corazón latía muy rápido, se sentía como una adolescente, pero respiro profundo antes de llamar al timbre y cuando la vió todo rastro de nerviosismo abandono su ser, siendo reemplazado por una increíble seguridad y ganas de amar y proteger a la hermosa castaña frente a ella.

Mina usaba el vestido rojo, con los hombros descubiertos, que le había enviado con Nayeon, y se ajustaba perfectamente a su figura, zapatos de tacón negros, y su cabello castaño estaba recogido en un moño alto con su delgado flequillo cubriendo su frente.

La imagen dejó sin palabras por un momento a la rubia, que llevaba una blusa blanca y pantalones negros, con tacones del mismo color, y un abrigo de color beige, llevaba en su mano un ramo de flores que le entregó a Mina antes de hablar.

En este momento, sé lo que siente un artista frente a su musa. — Dijo Jeongyeon besando su mejilla. Mina se sorprendió pero no se alejo. — Estas tan hermosa como el día que te conocí.

Gracias. Tu te ves mucho mejor. — Alagó Mina. Jeong sonrió y después de darle las gracias, Mina fue por su abrigo y su bolso para salir junto a ella.

A pesar de los intentos de Mina por averiguar a donde la llevaría la mayor, no tuvo éxito y se conformó con observarla mientras conducía, le parecía irreal tenerla frente a ella después de tantos años, después de tantas noches que la extraño, que lloró por ella, parecía un sueño que la mirara con el mismo brillo en sus ojos, con la misma adoración en su mirada, como si nunca se hubiera ido de su lado.

Llegaron al lugar de la cita y Mina se maravillo. Era un restaurante, con una pulcra decoración y una equilibrada iluminación. Las elegantes lámparas colgaban del techo dando el toque sofisticado, y las obras de arte en las paredes eran un disfrute a la vista.

Y justo cuando creyó que no podría mejorar, lo hizo. Mina esperaba que alguna de esas fuera la mesa que compartiría con la mayor, y aunque no se parecía nada a la comodidad de su hogar, era perfecto para compartir un buen momento junto a ella. Se llevó toda una sorpresa cuando el mesero que las recibió y saludo a Jeongyeon con exagerada amabilidad las guió hasta un ascensor donde el número 5 se marcó en el tablero.

Se puso nerviosa porque no sabía que se tramaba la mayor pero imaginaba que debía ser mejor que el restaurante que dejaron atrás.

¿Minho tienes lo que te pedí? — Preguntó Jeong al mesero que iba de espaldas a ellas en el ascensor. Él asintió y le entregó un pañuelo de seda color vino. — Gracias. — Dijo y él respondió con un leve asentimiento. Jeongyeon miró a Mina y le sonrió — Me temo que debo ponerte esto. — Levantó el pañuelo — Para no arruinar la sorpresa.

Who Are You || JeongMiWhere stories live. Discover now