Capítulo 23.

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| M A R A T Ó N 3/5 |

La miré acercarse a mí, mientras agarraba entre sus dientes su labio inferior. Su castaño cabello caía desordenadamente por sus hombros y espalda, también parte de sus mejillas. Ella se corrió el cabello hacía atrás de su oreja, justo después de plantarse frente a mí. Se le veía realmente nerviosa y adorable.

- ¿Qué tienes?
-Es que... yo... -hizo una pausa, mientras mirada detenidamente cada parte de mi habitación a través de las penumbras- Tuve una... pesadilla... Y cuando me desperté, hiciste que desapareciera, y yo...
- ¿Qué soñaste? -le pregunté, mientras le agarraba la mano.
-Era mi madre... Vi... Como moría frente a mis ojos -sus ojos se aguaron, su mirada perdida hacía la nada- La extraño, Andy ... -sollozó, mientras soltaba llevaba ambas manos -luego de soltarme- a la cara para cubrirla.

Me levanté y me acerqué a ella para envolverla en mis brazos y así, hacer que se sentara conmigo. Acuné su débil cuerpo entre mis fornidos brazos, mientras acariciaba su cabello reconfortantemente.

-Shh... cariño, no llores. Ven, ¿por qué no dormimos juntos por esta noche, mhm? -sugerí.

Ella se secó las lágrimas con las mangas de su pijama y asintió, algo avergonzada. Abrí las colchas y me acosté, para que luego ella se acostara junto a mí, dándome la espalda. Pasé los brazos por su cintura y la acerqué más a mi cuerpo, haciendo así una ''cucharita''. Besé su húmeda mejilla, mientras ______ intentaba controlar su respiración. Mantenía los ojos cerrados, sin moverse. Me quedé allí, junto a ella, en la oscuridad y silencio de la noche, hasta que mi cuerpo y mente cayó en un profundo sueño, recordando el aroma del cabello de la chica que tendía a mi lado.

(...)

Las aves canturreaban fuera de la ventana, y unos pocos rayos desgastados de sol intentaban con todas sus fuerzas iluminar el sol a través de las nubes que no se querían ir de allí. Me desperté cuando unas ráfagas de viento chocaron contra la ventana de mi habitación, provocando un molesto silbido. ______ seguía a mi lado, completamente acurrucada entre mis sábanas y colchas. Sonreí. Vi que mi móvil tenía la pantalla encendida, por lo que lo tomé y revisé el mensaje de mi madre que había allí:

''Estaremos allí en la mañana''

Revisé el reloj que se encontraba junto a mi cama, sobre un mueble. Eran las 10 pm. Suspiré, mientras revolvía mi cabello. Agité suavemente a ______, mientras me acercaba hasta su oído.

-Cariño. Cariño, despierta.

Sus párpados se agitaron antes de que los abriera. Me miró fijamente antes de sentarse, mientras se restregaba los ojos con pereza.

-Debemos levantarnos. Mis padres estarán aquí en cualquier... -la puerta siendo abierta me detuvo. Sentí la chillona y agitada voz de Ashley allí abajo-...momento. -sonreí. Revolví su cabello antes de levantarme y estirar mis articulaciones.

La miré antes de llegar a la puerta.

-Será mejor que bajemos.
-Bien.

Ella se levantó y me siguió escaleras abajo. Mis padres llevaban algunas bolsas -que seguramente son los regalos que mi tía Dorothea siempre les da cuando van-. Ellos nos miraron y sonrieron, mientras se quitaban sus abrigos y dejaban sobre el sofá todas las cosas.

-Hola chicos. ¿Cómo durmieron? -nos preguntó mi madre, mientras sacaba de una de las bolsas dos paquetes y se dirigía a nosotros. Me tendió uno que tomé, luego el otro se lo dio a ________, quien la miraba extrañada mente.
-Hola, Amy... ¿Esto es para mí? ¿Sabía que yo... -mi mamá la detuvo negando con la cabeza.
-No, pero le conté y ella rebuscó entre sus cosas hasta hallar eso que hay allí. Espero que te guste -sonrió.
-Hola mamá. ¿Dónde está Ashley?
- ¡Aquí estoy! ¡Mira lo que tía Dorothea me regaló! -gritó por algún pasillo. La vi correr hacía aquí con algo colgando desordenadamente en sus brazos.

_______ miró con curiosidad aquel bulto de colores varios. Esa cosa chilló, mientras Ashley intentaba tomarlo con más fuera.

- ¡Ash! ¡Pobre gato! -exclamó mi padre, mientras reía.

Ashley se acercó a mí y me lo dejó sobre los brazos. La pequeña bola de pelos maulló y gimió, revolviéndose nerviosamente sobre mí y enterrándome las garras.

- ¡Ouch! ¿De dónde salió? -pregunté. _____ se alejó de mi varios pasos, manteniendo distancia entre el gato y ella.
- ¿Recuerdas a la gata de tía Dorothea? Quedó preñada y cuando fuimos los gatos ya habían nacido. Tía Dorothea le regaló uno a Ashley, y ella fue quien lo eligió.
- ¡Y se llama Sr. Tuko!

______ La miró, algo nerviosa.

- ¿Sr... Tuko? -preguntó, mientras lamía sus labios.
-Sip. ¡Andy! ¡Deja que ______ lo tome!
-No, no... Nunca he tomado un gato, no sé cómo hacerlo -se adelantó a decir ella.

La miré, mientras me acercaba a ella con una sonrisa.

-Yo te enseño. Descuida, Sr. Tukito se porta bien, ¿no es cierto, bolas de pelos? -Como si el gato me hubiera escuchado, maulló- Extiende tus brazos -le ordené, al tiempo que ella lo hacía. Dejé al gato sobre ellos, quien maulló nuevamente y comenzó a ronronear, dando a entender lo cómodo que estaba- Puedes hacerlo cariño. No te morderá -aseguré.

Ella me miró, mientras suspiraba y con una mano -la que dejó libre del gato-, acarició entre las orejas el suave pelaje del Sr. Tuko.

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Angie_yaki_bvb
RoohBiersack

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