Al otro Lado

#1

-Simplemente hermoso- digo para mis adentros.

Llevamos más de dos meses de encierro por una pandemia, producto de los  chinos (perdón si hay un chino o fanaticos de ellos leyendo esto, y no me mal entiendan algunos de ellos son la gloria encarnada en un ser humano, y no puedo hablar mucho de parecidos por que soy consciente de mí madre y de mí ).

¿Me sorprende? ¡Para nada! Yo opino que fue adrede, si has leído la Divina Comedia de Dante Alighieri, o al menos has visto Inferno o la has leído, si tienes conocimiento del renacimiento iniciado en Italia en el siglo xiv, entonces tal vez entiendas a lo que me refiero.

~Es por esa razón que estás sola~ pongo los ojos en blanco ante la voz insoportable y metiche presente en mi cabeza (como que yo le pregunté) aunque si somos justos, tiene razón.

Admito que es difícil entenderme y un reto sobrellevarme; soy una persona tan compleja , una definición exacta de mí es una caja fuerte; pero de esas que cada 5 minutos cambia la clave😂😂 (suena como que soy bipolar, pero realmente no lo soy aunque muchos por ignorancia lo alegan). Yo por otro lado, junto con la mayoría de la población alegó que estoy loca.

Ya era de noche y para matar el aburrimiento sólo me quedaba Whatsapp.

Por lo general a ciertas horas nunca hay con quien hablar, así que tomo la vieja confiable; Estados.

No suena como algo extraño, extraño fue lo que vi. Lorena es una chica que estudia en el mismo colegio que yo, su estado consistía en fragmentos de una pequeña conversación con un chico que desconozco, no era nada llamativo y mucho menos pretencioso, simplemente era un "Wao Lorena, que raro tu subiendo fotos". No fue el mensaje, ni el nombre y mucho menos la respuesta de ella, fue la foto de perfil que me llamó la atención.

"El infierno según Dante". Mis ojos no daban crédito a lo veían, sentía que era una señal, la vida no te premia igual dos veces así que rápidamente pedí su contacto; y que la pinche Lorena tardaba una vida, y yo de insistente que me pase el contacto (y muriéndome por dentro por que ni idea de que le diría, aunque eso era lo de menos), y que ella  me dice que él  no contesta, y que yo sigo de insistente y así.

*Media hora de tortura más tarde*

Ya tenía el contacto y no perdí nada de tiempo en escribirle. A pesar de la hora obtuve respuesta inmediata y sin saberlo sería una de las muchas sorpresas que este tipo me daría.

Empezamos hablar, y yo me fui a lo que había ido (no sé ustedes, pero soy de las personas que hasta que no te tomo confianza no envió audios) pero el empezó a enviar audios como loco, y pues entendí que era un paso de confianza. En el trayecto de la conversación de una manera muy literal el completaba lo que iba a decir y tal vez a ustedes le asute pero a mí me encantó.

-Si enviaras audios tan largos mejor llámame- dijo Armando (si, así se llamaba el wey). Para mí cabeza eso fue como "se equivocó de chat" y seguí bien emocionada hablando de mí iglesia católica, su auge, Italia en el siglo xiv, la peste negra, el renacimiento, dándolo todo ahí en ese chat, me dolían los deditos pero también usaba la infalible nota de voz. Estaba tan concentrada y tan emocionada que no me percaté de que me había agregado (me dí cuenta por que podía ver su foto de perfil), le pregunté sobre ello y le dije que si podía agregarlo y me dijo que si (con la simplicidad de la vida).

-Si vas a enviar audios tan largos, mejor llámame. -

~Lo dijo de nuevo mujer, ahora si no lo puedes ignorar ¡Piensa rápido!~ gritaba una mini yo en mi cabeza.

-Bueno, cuándo escuches el audio (uno de 1min) entonces me avisas.- le dije

Aproveché el tiempo y le dí a agregar, pero cuando ví su foto me quería morir.

*Flashback*

-¡ Hagan silencio!- exclamó la profesora para llamar nuestra atención y estemos en orden- los jóvenes aquí presente quieren dar un recado. - el curso por un instante se paralizó.

Frente a nosotros habían dos jóvenes, una chica y un chico (dos años mayores que nosotros) vestidos de amarillo (en mi colegio usan código de colores en los T-Shirt para determinar el grado de cada estudiante, el amarillo era para 3er año). En esas épocas,  celebrababamos San Valentín, y ellos hacían encargos de rosas.

Recuerdo como alguien del curso grita

- Dice Victoria que le des tu número amiguito-

Lo demás pasó como un borrón: la atención del curso completo (incluido los chicos de la charla) fueron hacia mí, me sonrojé por la vergüenza y su cara fue poema, pero fue la acción de la tipa lo que me molestó; me miró mal, lo tomó de la muñeca y se fueron.

-De todas las personas del planeta tierra, de la inmensidad de personas que hay en mi colegio tuvo que ser él. - dije con indignación. No me dejó pensar bien cuando me dice que terminó.

- El mundo es muy pequeño- le dije aún con un toque de gracia cuando tomó la llamada.

-¿Porqué?- preguntó casual

-Ya te conozco, al menos te he visto antes pero sé que no me conoces. - efectivamente era así.
A pesar de múltiples datos que le dí sobre pequeños choques que tuvimos en el año por los pasillos, nunca me presto atención (y no malinterpreten, no me sentí mal, la diferencia entre ambos es que yo nunca olvido una cara y no era la primera vez que lo veía, aunque aparentemente sí la última).

Lo curioso de todo es que, el punto de la llamada nunca llegó; hablamos de todo menos de la iglesia (😂😂😂) y justo en la trama más interesante de la conversación dejó de escucharlo.

-¿Alo? ¿Hola? - seguí insistiendo hasta que me dí cuenta que se había apagado el teléfono (Si, el siempre es muy oportuno). Lo dejo cargando pretendiendo dormir, pero mi mente decía que no. Peleaba con la vida por ser maravillosa, enigmática y estúpida en estos momentos. Pedí a Dios por un milagro (por que realmente era un poco tarde y tenia miedo de que se durmiera).

Dí muchas vueltas en la cama hasta que entendí lo que mi cuerpo me decía; debía quitarme la duda o no dormiría.

El infernal encendió (El teléfono) e inmediatamente el sistema subió entre a whatsapp pero ya tenía 2 llamada suyas perdidas. Lo volví a llamar y seguimos hablando hasta las 2 de la mañana.

Después de esa conversación me dió curiosidad la forma en que el mundo trabaja, jamás hubiese imaginado que después de tanto tiempo hablaría y justo con él, de un tema "nada que ver" a horas muy chingonas. Al final solo éramos dos personas que por medios distintos llegaron al mismo puerto y por eso se conocieron.

Tranquilos, la historia sólo empieza.