Me trago mis carcajadas y Garrett me mira mal. No soy una experta en béisbol, pero sé que el Strike es el conteo negativo. Si hay tres Strikes, el bateador queda fuera o algo así.

—Te ayudaré en todo lo que pueda, pero quizá necesitemos más vino.

Mi respuesta parece satisfactoria para ambos, así que mientras él se pierde en la cocina, yo busco en los canales de deporte y rezo por encontrar alguna repetición de un juego de béisbol. Garrett tiene razón en algo al menos, sin duda voy a distraerme lo suficiente para no salir corriendo hacia los brazos de Zac. Porque es en todo lo que he pensado desde que terminó nuestro encuentro.

Mi martes en el trabajo transcurre con mucha tranquilidad y agradezco no tener visitas inesperadas. Me divierto bastante hablando con Louane y en la hora de descanso me dedico a hacer video llamada con Tara para ver cómo va todo con su reposo.

Digamos que no quiere ver a Aiden ni en pintura y el pobre se esfuerza para no ser una molestia, pero Tara está en una etapa en donde le molesta hasta verlo respirar y no puedo evitar reírme de eso. En un momento me dice que lo odia y al otro, me explica cuanto lo ama por comprar la carriola que ella quería. Las embarazadas están locas.

Cuando termino mi jornada y me encamino hacia la salida del edificio, me olvido de un importantísimo detalle. Trent. Está parado en la puerta del edificio y me dedica una sonrisa llena de entusiasmo que intento corresponder. He de admitir que traté de mantener mi mente y cuerpo ocupados todo el día para no dedicarle ni un pensamiento a Zac. Sin embargo, me fui al otro extremo al olvidar mi compromiso con el pobre de Trent.

—Hola, Em. —Sus labios impactan en mi mejilla antes de que pueda decir algo siquiera.

—¿Tienes algún lugar en mente? —pregunto, esquivando su afectuoso saludo—. ¿El Big Ben?, ¿Palacio de Buckingham?, ¿London eye…?

Comencé nombrando los puntos más turísticos que me venían a la mente y Trent sonrió aún más.

—¿Te parece solo caminar? Y lo que quiera saber te lo pregunto, así podremos hablar y conocernos mejor.

Su idea no me desagradó del todo, pero, de cualquier modo, si sentí algo parecido a un nudo que se comenzaba a formar en mi estómago. No me gustó en lo absoluto esa sensación y los pensamientos que vinieron con ella, tampoco.

Hace mucho que no me sentía así de perdida y me molesta muchísimo. Creí que había superado mi paranoia con los hombres, no me pasó nada con Zac ayer, ¿por qué todo se vuelve extraño hoy? Tengo la maldita respuesta a esa pregunta, pero no quiero admitirla para mí misma.

Sacudo todas las inseguridades y miro al chico que espera de forma paciente por una respuesta mía.

—Eso me parece bien —digo con una pequeña sonrisa.

—Genial, ¿vamos?

Asiento con la cabeza y ambos emprendemos nuestro camino en un incómodo silencio que no dura lo suficiente como para empezar a arrepentirme de haber accedido a todo esto.

—Entonces… —comienza a decir—. ¿Sufriste una mala relación?

Intento no reír con ganas ante su pregunta y me muerdo la lengua un segundo mientras pienso en una respuesta que no implique todo lo que viví hace un año.

—Algo así, pero no quiero hablar de Zac ahora.

—¿Zac? —repite—. ¿El hombre que conocí ayer? —pregunta con algo de confusión.

—Así es, nosotros estuvimos juntos por poco tiempo, pero lo que sentí con él, no lo había sentido nunca antes por nadie. —Trent me mira un poco incómodo y le regalo una sonrisa llena de disculpa—. Lo siento, por eso es complicado. Mejor hablemos de otra cosa —propongo y él asiente de acuerdo—. ¿Conocías a mi hermano de dónde?

—Fuimos juntos al instituto y éramos muy cercanos antes de que él se mudara a Europa. El año pasado coincidimos en un congreso de empresarios y se sorprendió mucho al verme.

—¿No te recordaba?

—En realidad, yo estudiaba arte —admitió con algo de timidez que se me hizo adorable—. Arte escénico, me gusta mucho el teatro y el cine, por lo que pensé que podría dedicarme a eso.

—¿Y cambiaste de opinión?

—Exacto, resulta que para poder ganarse uno la vida, debes renunciar a lo que es nuestra vocación y estudiar una carrera como finanzas para poder sacar el barco a flote.

—Lamento oír eso, Trent —digo con sinceridad y sopeso cuánta verdad contienen sus palabras.

—No me malinterpretes, me encanta el proyecto en el que estoy trabajando con Aiden y me gusta todavía más las personas que estoy conociendo en el proceso. —Me guiña un ojo y el calor se concentra en mis mejillas.

—Eso es lo más importante al final del día, poder efectuar un cambio positivo con el apoyo de las personas correctas.

—¿Y así quieres que no me gustes? Sabes que decir en cada momento —exclama y esta vez me quedo muda—. Tranquila, pienso respetar todos tus tiempos y quizá un día no me veas como el compañero de trabajo de tu hermano y sí como un buen amigo.

—Quizá ese día esté más cerca de lo que imaginas.

Su sonrisa vuelve a aparecer y no puedo evitar regalarle el mismo gesto. Trent es muy dulce y sin duda es guapísimo, pero mi corazón pelea y me aclara que él no es Zac. Odio cuando tiene la razón.

¡Nuevo capítulo! Creo que no tengo nada que agregar en este punto 🤭 les agradezco mucho por leer y les comento que ya está pronta la portada de FIGHTOVE (próximamente en Amazon) y que dentro de poco la estaré publicando en mis redes sociales 🙋‍♀️ Instagram @meladorado9
Espero que les guste el capítulo 😍 Los leo...x

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