Capítulo 8

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Advertencias: lenguaje explícito, contenido sexual, menciones de autolesiones, fuertes creencias religiosas y actitud presuntuosa.

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Cuando Wooyoung se despertó a la mañana siguiente, Yiren no estaba en la cama. La encontró en la sala de estar, sentada en el sofá entre San y Yunho, comiendo el desayuno, que probablemente, había ordenado.

Todo el mundo ya estaba allí, vestido con la ropa de la noche anterior, con aspecto cansado.

"Buenos días." Le dijo a nadie en particular y todo el mundo lo recibió de vuelta con la boca llena.

Wooyoung encontró su lugar al lado de Mingi en el lateral de la butaca. Escogió un mollete de chocolate de la meseta llena de dulces y frutas.

Wooyoung comió, tratando de no hacer contacto visual con San. Se sentía un poco raro por lo que había sucedido la noche anterior, al igual que se sentía días después de que San lo hubiera hecho venirse. Pero se desvaneció con el tiempo, porque San estaba actuando como de costumbre, haciendo burlas durante el desayuno y bromas.

Cuando Yiren les dijo que había tenido el mejor sueño de las últimas semanas, San hizo contacto visual con Wooyoung y le guiñó un ojo, mordiéndose el labio.

Wooyoung no pudo reprimir la sonrisa que apareció en su rostro y Yiren sonrió porque pensó que la sonrisa era para ella.

"Entonces, ¿qué harás para tu cumpleaños Wooyoung?" Preguntó ella mientras bebía lo que quedaba en el vaso de jugo de naranja.

"Tenía pensado hacer una fiesta en el hotel de mi tío." Él respondió y Yunho asintió con entusiasmo.

"Pero va a ser un día antes de mi cumpleaños, el 25, porque mis padres me quieren en casa para la cena de cumpleaños."

"¿Tu tío es dueño de un hotel?" Seonghwa preguntó sorprendido y Wooyoung asintió.

"El Four Seasons Hotel Seoul".

"Ese es el más caro en Corea" San habló.

"Por supuesto que lo es."

Terminaron el desayuno a los quince minutos, y al mediodía se fueron. Y si, Wooyoung informó que una mujer en la puerta se había acostado con un cliente, pues bien, ese no era su trabajo.

 Y si, Wooyoung informó que una mujer en la puerta se había acostado con un cliente, pues bien, ese no era su trabajo

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Bebé, el cielo está en tus ojos [WooSan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora