*Capítulo 27: Lo que hacemos por familia*

981 32 13
                                    

POV's Nami

Esta última semana en el submarino de los Heart Pirates ha sido de lo más tranquila posible. Intenté convencer a Bepo de volver al Sunny para poder estar rodeada de mis cosas y tener algo productivo que hacer, pero se negó rotundamente por órdenes de su capitán. No sin pedirme perdón unas cien veces después. El submarino nos camufla ante posibles avistamientos de enemigos, y ahora mismo solo Bepo podría luchar.

Los primeros días fueron bastante aburridos, no hacía más que moverme de aquí a allá. Hablaba de vez en cuando con Zoro, sobre todo por las noches, antes de irnos a dormir, era el mejor momento para ponernos al día, ya que a aquellas horas solo los encargados de la guardia están despiertos. Un día también hablé con Mihawk, se le notaba preocupado, y ya es decir.

Me entretenía leyendo unos libros que encontré en una de mis aventuras en busca de algo interesante a hacer. Bepo me comentó que eran de Law y que la habitación de donde los cogí también. Le resté importancia insistiendo en que los dejaría tal y como estaban y me animé a leerlos. La mayoría eran de medicina, no entendía mucha cosa, pero eran interesantes.

Al cuarto día por la mañana apareció Bepo por la entrada al submarino cargando todo mi material de cartografía. Parece ser que Zoro habló con él y le comentó sobre todo el trabajo acumulado que tenía y que quizá aquello me mantendría ocupada. Le indicó dónde estaba todo y Bepo sin dudarlo lo trajo todo.

Me sorprendí de que fuese justamente el hombre con la peor orientación de todo Grand Line el que le indicase donde estaba mi material, además que dudaba que él lo supiera, pero me pareció un gesto muy tierno por su parte.

Bepo ha sido la mejor compañía que podía pedir. Ha estado pendiente de mí a todas horas. Me recuerda un poco a Chopper, de hecho podrían ser hasta amigos.

Bepo: ¡Nami preguntan por ti! ¡Perdón!

Dejo la pluma encima del escritorio con cuidado de no manchar el mapa que tenía pendiente y me dirijo hacia donde se encuentra el oso blanco.

Nami: Gracias Bepo. *le sonríe* ¿Sí?

Ayra: ¡Nami!

Nami: ¡Ayra!

Una sonrisa se dibuja en mi rostro de oreja a oreja. La echo muchísimo de menos.

Nami: Veo que ya sabes decir bien mi nombre. *ríe levemente* ¿Cómo estás? ¿Te estás portando bien?

Ayra: ¡Sí! Ray bueno.

Nami: Así que Ray...

Otra voz suena por el den den mushi.

Rayleigh: ¿Qué quieres que te diga? Mi nombre no es muy fácil de pronunciar, y menos para una niña de tres años.

Nami: *vuelve a reír* ¿Qué a tal va todo? ¿Os está dando problemas?

Rayleigh: ¡Qué va! ¡Todo lo contrario! Esta niña es un santo además de que nos anima los días por aquí.

Nami: Me alegro. Una vez más, siento las molestias causadas, parece que siempre recurrimos a vosotros...

Shakky: Que no te apene chica, si son ayudas como estas no nos importa. Al fin y al cabo nos tenemos que echar una mano.

Rayleigh: A todo esto, ¿cómo van las cosas por ahí?

Nami: El desencadenante fue un poco caótico, nos pillaron con las manos en la masa, pero por ahora estable. Si todo va bien a finales de esta semana ya deberíamos terminar.

Rayleigh: Dadles una buena de nuestra parte.

Shakky: *se la oye de fondo* ¡Y si aparece el viejo de Garp dadle una de mi parte!

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 03, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Te quiero, brujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora