II.

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La mañana llegó pronto y los rayos de sol se filtraban entre los amplios ventanales de la habitación principal del palacio.

Una de las figuras femeninas que aún dormía en la cama fue alcanzada por la luz, ocasionando que despertase lentamente estirándose. Sha Hualing sonríe placentera bien paso una noche muy frenética con su rey.

Extiende una mano buscando la figura corpulenta de Luo Binghe, pero para su sorpresa y desilusión, se encontraba con Ning Yingying, por lo demás, la cama estaba vacía.

¨ ¿Señor?¨ Susurra con suavidad desplazándose hasta el borde de la cama.

En el piso de encontraba varias ropas superpuestas entre sí, la joven demonio solo se agacho para tomar sus ropas notablemente exóticas, para cubrir su desnudo cuerpo. Regresa su mirada a la jovencita aún dormida en la cama, arrugando levemente el arco de la nariz.

Sin más solo fue caminando hacía la puerta, hubiese preferido haberse despertado con su rey, pero bien este tipo de situaciones eran usuales.

Ser el gobernante del infierno no es una tarea fácil, la chica lo sabía muy bien... Suspiró con ligereza yendo en dirección a su cuarto, un baño caliente no le sentaría nada mal. Pero su andar fue detenido porque a la lejanía en el pasillo ve una figura familiar.

¨Mo Beijun, curioso verte por estos lares. ¨ Menciona una entretenida Sha Hualing, es muy inusual ver a este demonio en el mundo humano a decir verdad, así que se podría tratar de un asunto de interés.

El demonio del norte nunca fue conocido por ser muy hablador ni nada parecido, como era de esperarse, él no respondió, es más siquiera volteo la vista a la chica, manteniendo su mirada fija en su camino.

Se dirigía al despacho de su señor, ¿Por algo sería no?

La curiosidad la carcomió, mantuvo su mirada sobre aquel hombre solo hasta que entró cerrando la puerta del despacho tras de sí. Se queja por lo bajo, no estaría bien espiar y lo sabía. Sin embargo, no pudo evitar acercarse con cuidado a dicho portal.

Al llegar busca apoyar su oído sobre la puerta de madera queriendo captar de que hablaban los señores dentro, más para su sorpresa no escuchaba absolutamente nada, lo cual le frustró un poco aun buscando escuchar algún sonido.

Afina su sentido de la audición a la espera de algún resultado, obteniendo como tal que la puerta se abriese de la nada, siendo tomada desprevenida y que por ende cayese al piso de forma aparatosa.

¨ ¡Ah! ¡Mo Beijun que poco amable eres con una dama! ¨ Le quiso reclamar al demonio de los hielos, pero fue sorprendida de que en realidad, quien abrió fue en realidad Luo Binghe y este no tenía buena expresión. ¨ ¡Señor! Yo... disculpe a esta servidora...¨

No sabía cómo hacerse explicar o en realidad, no había manera explicarse, ya de por sí es su culpa el estar en esa situación. El miedo que sentía no era para menos, irrumpió en una reunión.

Por su lado Mo Beijun estaba de brazos cruzados observando sin más la escena. Luo Binghe por su parte estaba sereno mirándole con calma, aunque al final las excusas de esa chica le hicieron bufar con fastidio.

¨Ya basta, si bien no puedes excusarte, tienes la suerte de que necesitaba tu presencia. Levántate. ¨

La joven se sorprende por esas palabras y bien, ni corta ni perezosa se levantó rápidamente para estar junto con Mo Beijun en espera de que su señor hablase de lo que necesitaba. Aquel hombre simplemente fue caminando hasta un escritorio.

¨Bien, ya que están aquí necesito que me hagan un favor, Mo Beijun, de tu parte es que vayas a la biblioteca antigua de mi mansión, necesito unos libros y considero que eres el apropiado para ello. ¨ Hablaba de manera calma aunque su manera de referirse a dichos objetos, fuese cómo si se tratase de algo peligroso.

Encadenado a ti.Where stories live. Discover now