Capítulo 1.

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—Vaya basura de fiesta... — murmuró mientras entraba a su habitación.

Limpió cualquier rastro de maquillaje sobre su rostro y se retiró el vestido para reemplazarlo por una cómoda pijama.

—Otra cosa irrelevante en mi aburrida vida. — suspiró.

Miró por unos segundos el cuadro que no pudo terminar.

Tomó su peluche entre sus manos.

«Mañana lo termino... Estoy muy cansada...» pensó.

Apagó la luz y se recostó en su cama.

Mañana sería otro día.

Bufó mientras apagaba su alarma.

Se levantó lentamente de la cama y se mantuvo durante casi diez minutos mirando la pared.

Reaccionó y comenzó a arreglarse.

Tomó un baño, secó su cabello, su vistió como siempre lo hacía, agarró su mochila y salió de la habitación.

Bajó las escaleras y se dirigió a la cocina.

Tomó una manzana entre sus manos y la introdujo a su bolso.

Iba a salir de la casa cuando...

—Desayuna algo o mamá te castigará de nuevo. — dijo su hermano mientras bajaba.

—Mamá no se dará cuenta, se despierta hasta la tarde y se va a trabajar. — rodó los ojos por primera vez en el día.

—Bien, como quieras, yo te advertí. — alzó ambas manos.

—Adiós, booger.

—Hasta luego tío cosa.

Sí, ambos se tenían apodos.

Ella le había puesto booger, porque en invierno, verano o cualquier época del año tenía gripa y era un mar de mocos.

Él le decía tío cosa porque... Ella jamás se peina, solo se pasa el cepillo una vez al día, así que parece un león.

Caminó hasta llegar a una cafetería, sacó su celular y miró la hora.

Suspiró pesadamente al ver que faltaban treinta minutos para que iniciaran las clases.

«Espero que no llegue tarde... Otra vez...» pensó.

Se decidió por revisar sus juegos.

Y como no, jugarlos un poco mientras le esperaba.

Sintió una mano en su hombro, bloqueó su teléfono y miró de quién se trataba.

—¿Pensabas que llegaría tarde?

—Hueningkai, ¿y ese milagro? ¿te sientes bien?— tocó su frente.

—Estoy bien, solo que como siempre llego realmente tarde, quise darte una pequeña sorpresa. — sonrió.

—Pues sí que me la diste. — rió.

Ambos eran muy amigos, se habían conocido hace más de cinco años y su amistad era muy fuerte.

Eran mejores amigos.

—¿Crees que hoy venga la profesora de artes?— preguntó él mientras comenzaba a caminar.

𝐑𝐞𝐚𝐥𝐥𝐲 𝐁𝐚𝐝 𝐁𝐨𝐲 ━━ Choi Beomgyu. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora