⛓ . . . ⇢ ˗ˏˋ He's a really bad boy...
Él era un chico que en verdad le importaba una mierda todo, la viva imagen de un chico malo, en todo su esplendor.
Ella simplemente una chica normal, pero bastante normal, actitudes dignas de una adolescente y...
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La ventana iluminaba levemente la habitación desordenada de la chica, quien se encontraba preparando su mochila y sus útiles escolares, odiaba los lunes en la mañana, sobre todo porque era tan floja que no podía tomarse el tiempo de antes de dormir acomodar todo para no estar haciendo eso antes de irse.
Pero no, parecía imposible.
Le sirvió comida a su gato y revisó la caja de arena antes de irse, de lo contrario, recibiría una tremenda reprimenda de parte de su madre por no haberla limpiado.
Bajó corriendo las escaleras directo a la nevera, tomando la primera fruta que se encontró y metiéndola a la mochila.
Ni tiempo le dio a su hermano de regañarla por no desayunar, cortando sus palabras con la puerta siendo azotada.
Claro que faltando menos de quince minutos para que fuera la hora y viviendo a casi treinta minutos de la escuela debía de apresurarse lo más posible.
Se alivió al ver las figuras de sus amigos en la banca de siempre.
—¡Hasta que apareces! Tenemos veinte minutos esperando, vamos a llegar tarde por tu culpa, otra vez. — reclamó Taehyun, cruzándose de brazos. La miró con la ceja alzada, no era la primera vez que les aplicaba eso un lunes, era casi como una costumbre para ella, una que sin querer tomó— Aparte de tardada, greñuda.
—Menos gastadera de saliva y más caminata, Kang. — rodó los ojos, tratando de arreglar su cabello que claramente iba más alborotado que un matorral.
—Ven, te ayudo. — el menor se acercó a la chica, pasando sus dedos por sus hebras con delicadeza— Ya está, ¿tienes una liga?— ella asintió, levantando su manga para darle una que llevaba en la muñeca, el rubio la tomó y le hizo una coleta baja— Listo, ahora no pareces león. — sonrió satisfecho.
—Gracias Hyuka, es bueno saber que alguien sí tiene consideración. — alzó el tono de voz en sus últimas palabras.
La caminata fue divertida pero a la vez apresurada, era obvio que llegarían tarde, pero querían hacerlo lo menos posible.
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