El Bosque

100 14 31
                                    

Silencio habitó en el tiempo, como ahora en este momento.

No sé cuando empezó todo esto, lo único que sé, es quiero salir de este lugar. Solamente puedo oír mis pensamientos. Este lugar es oscuro, frío y tétrico. Quizás me encuentre en una cueva, pero no; no puedo tocar nada. Mi pies no sienten alguna base o piso, pero si puedo avanzar por así decirlo. Mis manos no pueden tocarse entre sí, pero si siento que las tengo.
Quiero recordar como llegué aquí, ¿Será un sueño acaso? No lo creó. Llevó andando meses, quizás más en este lugar... El único miedo que tengo, es no poder salir de aquí. ¡Maldición! ¡¡Maldición!! ¿Cómo llegué a este lugar? Es extraño pero mis gritos no se suenan, pero si los puedo oír en mi cabeza.
Recordaré mi vida, ¿Quizás pueda encontrar una respuesta? o ¿Quizás pueda despertar de esta pesadilla en el camino?

Empezaré: Desde que nací siempre fui muy curioso. Mamá siempre me decía: "La curiosidad mató al gato"... Una vez desarmé el control remoto, habló de los primeros televisores a control y me castigaron como en la santa inquisición, está bien exagero; pero en mi época nos castigaban con látigos o correa. Ya en mi adolescencia, no desarmaba controles, sino que comprobaba historias de terror. Una de tantas historia fue la del bosque y la bruja, para resumir esto diré, que con mis amigos encontramos una cabaña deshabitada en la mitad del bosque, adentro de ella vimos perros, gatos y búhos muertos. También habían cabellos de diferentes tonos en la mesa del costado. Al ver todo lo que te mencionó, créeme que todos mis vellos se erizaron de miedo y terror. Cuando de pronto oscureció, el bosque empezó a hablar con sus ruidos. Esos ruidos de animales nocturnos y hojas que sopla el viento. En ese momento oímos un grito, era el de una mujer, quizás vieja. El sonido era estridente y horrible, sentía que se me congelaba todo el cuerpo. No podía hablar, ni moverme, estaba totalmente impactado. Mis amigos tuvieron que arrastrarme para salir del bosque. Estábamos asustados y nunca volvimos allá. Sin embargo, para mi esa historia fue cierta, ¿Y por qué no? Si oímos a la bruja y vimos sus rituales. Luego del bosque y la bruja, comencé a comprobar historias urbanas: casas embrujadas, fantasmas, etc, todas, para mi comprensión ciertas.

Ahora que recuerdo me enamoré de una chica, que me alejó de éstas comprobaciones. La conocí en una red social y no diré cuál fue. Su nombre no era común, al menos para mí, se llamaba Margaret. Su perfil en la red social era curioso, no tenía foto y decía: "Bienvenidos a lo mágico". No lo pensé dos veces y la agregué. No pasó ni 5 minutos.

-Hola, mucho gusto. ¿Quieres ser mi amigo? -respondió.
-Si claro, me llamo...

Comenzamos a hablar de todo como viejos amigos. Ella decía que era fea y flaca, que sus padres la abandonaron y que vivía en el extremo de la ciudad, cerca del bosque ya mencionado. Me entusiasme tanto con ella, sentí que formaba parte de su día a día y tanta era la afinidad, que decidí conocerla. ¿Y por qué no? Si estábamos solos. Llegó aquel día, quedamos en que yo iría con un polo negro de Metallica, jean celeste y zapatillas DC; le dije que me buscará y me hablará. De pronto sentí una mano en mí hombro y era ella, ¿Puedes imaginar a alguien a quién vas a conocer sin saber cómo es? Creo que esa sensación te revuelve el estómago y mucho. Era pelirroja con el cabello lacio, amarrada con una cinta crema. Tenía los ojos marrones con una pizca de color naranja. Su tez era blanca como la leche; y los labios no eran muy delgados, diré perfectos. Llevaba un vestido celeste con zapatos blancos. Me quedé helado como cubo de hielo. Me abrazó.

-Nunca te dejaré -dijo con una sonrisa.

Era increíble, jamás conocí a alguien como Margaret, bella. Terminamos la cita con un tierno beso, de pronto sacó de su cartera un libro envuelto en papel Kraft y me lo regaló. En dos semanas ya éramos enamorados y las salidas se siguieron dando cada sábado. Había olvidado aquel libro en mi estante y lo menciono, porque ella me preguntó en qué capítulo iba. Menudo problema, no lo había leído. Me dijo que no había problema y que mejor habláramos de algo más importante. En ese momento se puso muy tranquila y sensible. Me contó que su madre era una bruja y que fue asesinada por su padre; quién desapareció poco después del acto. Según Margaret tenía solamente 4 años, por lo que no recuerda bien todo. Su tía le contó todo hace un año, diciéndole que su mamá le dejó un libro; ese mismo libro que me regaló. Estaba tan sorprendido, que ella comenzó a llorar y la abracé.

El BosqueOnde histórias criam vida. Descubra agora