~White Noise~

14. Without Strings

Ella se encontraba al lado del cuerpo de su compañero, obligándolo a inclinarse para tomarse una y otra selfie, ella reía divertía y le mostraba la fotografía en la pantalla al chico como si este estuviera en todos sus sentidos para opinar al respecto.

—Tu dijiste...

—Tienes suerte que decidiera entregártelo —taconeó paseándose a su espalda hasta llegar a su lado e inclinarse un poco, ambos eran casi de la misma estatura—. Creo recordar haberte dicho que quizá te lo entregaría y como ves te entrego lo que queda de él, ya no me sirve de nada.

Tyco apretó los puños con fuerza al ver el lamentable estado de su colega, más que aterrorizado o triste...

—Además que nunca indique el estado en el que te lo entregaría --se acomodo los lentes enderezando en su sitio—. Velvette suelta eso, no se verá bien en las fotos no importa en qué ángulos las tomes.

...la cólera le ganaba por mucho.

—Buuuu quería tomarle una buena antes de despedirme, ha sido un buen maniquí ¿verdad? —la chica volvió hacer el movimiento con sus dedos y el demonio asintió—. Que obediente, es una lástima que no sepas nada, me gustaría tenerte un rato más —se le acercó a su rostro para tomarlo de la barbilla e inclinarlo más a ella. Sus uñas se clavaron en su mentón, más que jugar, sus intensiones parecían ser otras.

—¡Ya...! —exhibió entre dientes amortiguando así su voz.

Ambos demonios le miraron con incredulidad como si hubieran escuchado mal. Tyco temblaba de la rabia y con su único ojo miraba con odio a Velvet, esta última le miraba confundida, ladeando la cabeza con incredulidad para luego mirar al chico y soltar su mentón, luego hizo un gesto con la mano al tiempo que el demonio inconsciente cayera como plomo haciendo un ruido sordo al chocar contra el suelo.

—¿Qué dices? —Velvet miraba el cuerpo como si ya hubiera perdido total interés—. ¿Tu quieres jugar en su lugar?

En un dos por tres la chica estaba frente suyo con una sonrisa de oreja a oreja, Tyco no retrocedió pero vaya que se espanto al tenerla tan cerca. Valentino a su lado rodó los ojos y chasqueó la lengua, sabía lo que seguía y eso haría un desastre.

—Créeme que me gustaría jugar contigo, te ves divertido, pero ¿sabes? —sus brazos estaban a cada lado de su cuerpo, su mano derecha hizo un movimiento con sus dedos y Tyco no evitó inclinarse a nivel de la chica, el cuerpo le regañó por tan imprevisto movimiento, hasta creyó que la columna se la rompió—. Yo cumplo mis promesas, pero no traiciono ¿Tu qué crees? ¿Lo qué estaré diciendo será verdad? 

—Suficiente —hablo Valentino.

Tyco al ver esos ojos de locura no evito expresar una mirada de repulsión, pues aún la ira priorizaba sus emociones.

—Calma Val, no haré nada —estiro sus dedos frente a Tyco y este se sintió de nuevo dueño de su cuerpo—. No sería divertido ¿Si me entiendes? —la mirada severa de Valentino le indico la respuesta, ella entonces soltó una risilla—. No, me parece que no. Que aburrido eres.

Velvette giró sobre sus talones para andar con largos pasos devuelta al sofá, la sonrisa no se le borró ni un segundo. Volvió a extender su brazo para mover sus dedos una vez más, como si despertara de golpe, una marioneta levantada por hilos invisibles camino con pasos más normales hasta llegar con Tyco y ahí ella lo soltó de golpe haciendo que el azabache rápidamente extendiera sus brazos para atrapar a su amigo.

—Vete antes de que cambie de opinión --le dijo haciendo un ademan con la mano.

El de cabellos cual ébano a regañadientes acepto ese trato, ya no le quedaba más nada que hacer en ese lugar, ahora su estado de ánimo cambio a una de preocupación cuando miro con más cuidado a su amigo. Lo tomó del brazo y lo apoyó de él para moverlo hasta la salida, luego de ahí podría llevarlo con más comodidad, le estarían esperando abajo.