Capítulo 33. Ola de sensaciones

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- Me vuelve loco señorita Coreman - me dice al oído y provoca que mi cuerpo se estremezca al sentir sus manos sobre mi piel.

- Dominnick - susurro y comienzo a sentir sus manos subir sobre mi pecho hasta llegar a mis senos, pegándose mas a mi cuerpo, siento que lleva ropa, así que me doy la vuelta y lo miro con deseo.

- Eres enloquecedoramente hermosa - me dice y besa mis labios dulcemente y me envuelve entre sus brazos.

Poco a poco se intensifica el beso y en el baño comienza a sonar una melodía de gotas de agua, besos y con un toque de gemidos.

- Dominnick - gimo su nombre y desabotono su camisa, continuo desabrochando su cinturón.

- ¿Qué haces? - me pregunta seductor.

Lo observo juguetona y muerdo mi labio inferior y desabotono su pantalón sin dejar de mirarlo.

- Me vuelves loco - le dice jadeando y continuo con mi trabajo hasta dejarlo completamente desnudo frente a mi.

- ¿En verdad? - le pregunto seductora y comienzo a besar su pecho ya mojado por el agua de la ducha.

- Ven aquí- me dice y me levanta, rodeando su cintura con mis piernas, cierra la regadera y me lleva hasta la habitación de regreso.

Me deja sobre la cama completamente desnuda y mojada y se pone sobre mi sin dejar de besarme.

Poco a poco siento sus manos viajar a través de mi piel, subiendo por mis piernas, haciendo círculos con sus dedos en mis muslos, hasta llegar a mi entrepierna y comienza a masajearme lentamente intensificando sus besos.

En eso siento que introduce un dedo dentro de mi y baja sus labios a mis pechos y comienza a jugar con ellos, volviéndome loca de deseo.

- si - gimo y muerdo mis labios para intentar contener mis gritos.

- ¿te gusta? - me pregunta al oído y mueve mas rápido sus dedos.

- Dominnick - gimo su nombre y aprieto las sabanas.

- Ya no puedo aguantar mas - me susurra y lo miro fijamente. Se exactamente a que se refería.

- ¿Y qué estás esperando? - le pregunto al oído y lo miro con deseo.

Me mira a los ojos y sonríe, deteniendo un poco la situación, mueve su mano de mi entrepierna y me toma de la cintura.

- quiero que sea especial para ti - me dice susurrando.

- ¿y esto no es especial?- le pregunto y lo tomo de los hombros dejando caer mi cabeza en la cama sin dejar de observarlo.

- ¿lo es para ti? - me pregunta y me mira curioso.

- es especial, por que eres tu - le respondo y por primera vez, veo que Dominnick se sonroja. ¿Los ángeles caídos se sonrojan?

- oh Leisy, haces que mi corazón enloquezca - me dice y besa mis labios.

Comienzo a subir mis manos por su espalda y el beso se vuele a intensificar.

Estamos en una habitación de un hotel en París, por la mañana, desnudos, un poco mojados por la ducha, el y yo, ¿Qué no lo hace especial?

Dominnick comienza a besar mi cuello y sus manos comienzan a viajar de nuevo, volviéndome loca de placer.

Lentamente se va colocando entre mis piernas, besa mis pechos con intensidad y vuelve a mis labios.

- Estas tan mojada - me dice entre jadeos.

- ¿Si? - le pregunto seductora y muerdo mis labios mirándolo fijamente.

- ¿Estas lista? - me pregunta y me da un poco de gracia su pregunta.

- hazme tuya - le susurro al oído y dejo un beso mojado en su cuello.

En ese momento siento como se comienza a introducir en mi interior, dejando un poco de ardor a su paso, despertando en mi una nueva sensación que en la vida había sentido, y me encanta.

Poco a poco comienza a moverse dentro de mi, volviéndome loca de placer, dejando de lado el ardor que sentía.

- ¡oh dios Leisy! - exclama entre jadeos y comienza a moverse cada vez mas rápido.

- ¡Dominnick si! - gimo y entierro mis uñas en su espalda.

Toma mis pechos sin dejar de moverse, volviéndome loca.

Jadeos, gemidos, besos y dioses se escuchaban en la habitación, sus besos sabían a gloria, sus manos ardían sobre mi piel, su cuerpo sobre el mío volviéndose uno solo.

- Leisy - gime en mi oído y comienzo a sentir un poco mas sensible todo.

- No pares - le suplico y comienza a moverse mas y mas rápido.

En eso siento su mano sobre mi cuello y lo aprieta un poco, despertando algo nuevo en mi. Comienzo a sonreír y muerdo mis labios.

- Dominnick si - grito sin pena alguna y comienzo a moverme también yo, descontrolándome completamente.

- oh Leisy por dios - gime Dominnick y aprieta mas mi cuello.

En ese momento, ambos, tocamos las estrellas, todo a mi alrededor no importaba ni se sentía, no había nada mas que nosotros dos en esa habitación, me dejo llevar por cada sensación que invade mi cuerpo un poco tembloroso.

Dominnick sale de mi lentamente y me coloco sobre su pecho, escuchando su corazón acelerado.

- Dominnick - lo llamo y lo miro a los ojos, los cuales siguen dilatados.

El me mira con ternura y acaricia mi mejilla y comienza a jugar con un mechón de mi cabello.

- dime - me responde y sonríe.

- soy completamente tuya - le digo y me coloco sobre el, poniendo mis manos sobre su pecho.

Siento sus manos en mis caderas y las sube por mi espalda, erizando mi piel.

- y yo son completamente tuyo cariño - me responde y me inclino a besar sus labios tiernamente.

Sus manos acarician mi espada desnuda, y las mías se encuentran aferradas a sus costados, sumidos en un silencio tranquilizador, escuchando nuestras respiraciones aun aceleradas y nuestros corazones alborotados por la excitación del momento.

- Leisy - me llama y acaricia mi cabello.

- Dime - le respondo y me acurruco mas a su cuerpo.

- Te amo - me dice y abro los ojos sorprendida.

- ¿Me amas? - le pregunto sonrojada y lo miro a los ojos, notando un poco mas rosadas que lo normal sus mejillas.

- locamente, me tienes a tus pies - me dice y suelta un suspiro, acariciando mi cara, mirando mis labios, para luego sonreírme y mirarme a los ojos de nuevo.

- Dominnick yo - le digo y besa mis labios repentinamente.

- No digas nada - me susurra y me abraza de nuevo.

- Dominnick - lo llamo y lo miro a los ojos.

- dime - me responde un poco triste.

- Has puesto mi cordura, mis pensamientos, mis emociones y mi vida de cabeza, cambiaste mis expectativas del hombre perfecto, me has visto ver mi suerte, me has echo ser mas fuerte, me has ayudado a madurar y salir del cascaron donde yacía escondida, soy una mujer diferente ahora, y aprendí a amarte de una manera tan extrañamente bella que nunca entenderé, cariño, te amo con todas mis fuerzas y se que el tiempo de conocernos no es mucho, pero Dominnick me has echo vivir mas cosas en este poco tiempo, que lo que yo he vivido lo que tengo de vida - lo miro y sus ojos se ponen un poco brillosos.

- Leisy - me susurra y me pega a su rostro.

- Dominnick, te amo...

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