capítulo 3. Un lugar nuevo

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Debo olvidarme de casa, de América, de mi antigua vida.
A partir de hoy todo será distinto...

Camino fuera del avión y me adentro al aeropuerto.
Todo es tan distinto aquí, hablan distinta, se visten distinto, piensan distinto.

- ¿Señorita Leisy? – me llama un chico apuesto, tal vez de 20 o 22 años. Cabello rubio, ojos verdes, una tez blanca y rosada a la vez, realmente es atractivo.
- Eh si, ¿Se le ofrece algo? – le pregunto de manera distraída.
- Oh soy Lohan, el chofer del señor Heinsbek, sus maletas ya van en camino hacia el castillo, vine aquí para recogerla – me responde sin apuros, disfrutando cada palabra que sale de su boca, endulzándolas con ese hermoso acento extranjero tan peculiar.
- Oh bien, vamos – le respondo tímida y encogiéndome de hombros como acostumbro, ¿Acaba de decir castillo?

Lohan me dirige hacia una limosina blanca con cristales negros. Veo que camina hacia la puerta que está frente a mí y la abre con elegancia.
- Señorita Coreman – me llama haciendo una especie de reverencia hacia adentro del auto.
- Oh gracias, ¿Cómo sabe mi apellido? – le pregunto curiosa.
- Es mi deber saberlo – me contesta con tono obvio y cierra la puerta.

Solo veo pasar siluetas de los árboles a medida que avanzamos, hace un poco de frío, se puede sentir que en este lugar ya están cambiando las estaciones.

Poco a poco, noto que subimos a una especie de colina en una calle en forma de espiral, que avanza alrededor de esta. Al estar en la cima, veo un bosque con árboles frondosos y un camino de piedra en medio de estos, que lo dirige hacia una reja negra, con un diseño peculiar.
Entre más nos adentramos en el bosque, mas abrazada me siento por los árboles.

Como desearía tener un lienzo en que plasmar todas las ideas que se han venido a mi mente, tonos grises, violetas y azules, blanco por ahí, unos grandes pinos que, aunque fuesen una pintura, podría distinguir su olor tan pasivo y adictivo que poseen...

Poco a poco la limosina se detiene.
Minutos después, Lohan abre la puerta derecha.
- ¿Lista para conocer su nuevo hogar? – me pregunta con un cierto entusiasmo.
- Lista – le contesto y le ofrezco una sonrisa.

Me quede sin habla, era como un cuento de hadas, era un castillo con un exquisito diseño, torres que terminaban en punta, millones de ventanas y un jardín hermoso.

Camino lentamente hacia la entrada principal, unas grandes puertas negras de madera, con un diseño hermoso, que posan sobre una escalera con pilares en el inicio de esta

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Camino lentamente hacia la entrada principal, unas grandes puertas negras de madera, con un diseño hermoso, que posan sobre una escalera con pilares en el inicio de esta.

- Es...
- ¿Impresionante? – pregunta Lohan tras de mí.
- Si – le contesto.
- Era un castillo de estilo gótico, por así decirlo hasta que el joven Heinsbek lo remodeló hace unos años atrás – responde y camina hacia las puertas, las cuales se abren y dejan ver a una anciana de tal vez 70 años y una joven tras de ella, tal vez de mi edad.

Si amoWhere stories live. Discover now