capítulo 24. Un día a tu lado (Parte 1)

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Me levanto de la cama y veo la hora, 11:00 am:

-Demonios- mal digo y me encamino al baño, ya que hoy iré a comparar mis útiles escolares. Entro dentro de 2 semanas y quiero tener todo listo.

Tomo un baño de 5 minutos y salgo envuelta en una toalla rosa pastel, corro al vestidor y busco algo adecuado que ponerme, ya que por lo que veo, hoy amaneció haciendo frio, opto por ponerme unas medias blancas con un vestido lila, acompañado de un suéter blanco de felpa y unas botas lilas del mismo tono que el vestido; seco mi cabello y lo ato en dos trenzas holandesas.
En este momento entra Margareth limpiando sus manos en su delantal y me ve un poco confundida.

-Buen día margareth- la saludo.

-Buenos días señorita Coreman- me responde y se posa frente a mí.

-¿qué sucede? - le pregunto y le sonrió.

-¿Cuántos años tiene? - me pregunta de la nada.

-Cumpliré 20 años- le respondo confundida.

-Muy bien- me responde y truena los dedos.

-¿qué sucede? - le vuelvo a preguntar y ella me mira.

-Oh si, el señor Heinsbeck la espera en el comedor- me dice y se encamina a la puerta.

-Hoy no desayunare, iré al pueblo a comprar algunas cosas. -le explico y ella se frena antes de salir.

-Solo desayune con él y después se retira, ya que ha estado esperando que usted se levante para desayunar con él, créame, no es la primera vez que entro a su habitación esta mañana- concluye y sale rápidamente.

¿Dominnick esperándome? Si siempre cuando me levanto más temprano y entro al comedor él ya se encuentra por terminar o ni siquiera lo encuentro.

-Parece que haz olvidado lo que paso ayer...
-Oh claro, pero eso no cambiara nada en la manera que me trata, ¿o sí?...
-Baja y desayuna con nuestro romeo, pero, te recomiendo que te pongas otra cosa, que pareces muñequita de feria...

Bufo ante mi propio pensamiento, a veces creo que estoy loca al hablar conmigo misma, pero lo he hecho durante años, es como mi propia mejor amiga, mejor dicho, mi única mejor amiga.

Me deshago de mi ropa, quedando en interiores y corro al vestidor.

Busco algo que ponerme, y encuentro unos jeans negros que en mi vida me puse, creo que me los compro mama y nunca los estrene, claro está, ya que aún tiene la etiqueta. Me los pongo y me siento extraña, nunca había usado unos jeans; busco entre mis blusas y encuentro una de botones manga larga de chiffon color rosa pastel con las muñecas negras, me la pongo y me veo en el espejo, me siento rara; busco entre mis zapatos y encuentro unas balerinas de terciopelo que combinan con mi blusa, las cuales no he usado más de dos ocasiones, es raro cuando uso el negro, excepto aquella ves que...

-Fuiste esposa de tu romeo...

Concluyo poniéndome una chaqueta de piel color negra que me obsequio mi hermana, concluyendo con un bolsa de lado color rosa.

Deshago las trenzas que causaron un efecto ondulado en mi cabello, pero me gusta así que lo dejo suelto.

Me acerco al espejo y no creo lo que veo, me parezco un poco a mi hermana, los jeans se ajustan a mis piernas y la blusa no se ve nada mal.

- creo que debo comenzar a vestirme asi- me digo al ver a una nueva yo reflejada en el espejo.

Me encamino a la puerta y suspiro antes de salir, ya que creo que hoy será un largo día.

Si amoWhere stories live. Discover now