CAPÍTULO II

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CAPITULO II

La claridad de la mañana comenzó a filtrarse entre las oscuras cortinas de la habitación de Tiziano, de un sopetón se afectó y en menos de lo que canta un gallo estaba vestido de pies a la cabeza para realizar su aventura, pero al correr la cortina se El cielo totalmente encapotado y la intensa garúa habían arruinado la aventura del día.

Con la esperanza de que el sol asomara, el pequeño Tiziano se envió observando por la ventana apoyando la nariz en el grueso vidrio pensando en esa vez Benito estaba esperando en la plaza todo empapado. Al pasar los minutos la fina llovizna se transformaría en una lluvia torrencial por lo tanto el aventurero no tuvo más remedio que cerrar la cortina y remolcar un rato más en la cama.

—¡TIZIANO A LEVANTARSE!, Un fuerte y estruendoso grito corrompió el sueño del pequeño -¡AYUDELE A SU PADRE A PONER BOLSAS DE ARENA DEBAJO DE LA PUERTA QUE SE NOS ESTÁ METIENDO EL AGUA!

Mientas los hombres de casa intentaban parar el agua que entraba por debajo de la puerta la Sra. Camusso aprovechó para armar la cama y limpiar la habitación del pequeño Tiziano cuando de repente nota un bolso extraño debajo de la cama; ¡El bolso de la aventura!

Todo parecía conspirar contra el pobre Tiziano, además de no poder salir en todo el día, lo habían castigado por culpa de ese bolso.

—Es la última vez que se intenta salir de casa sin nuestro consentimiento y va a estar una semana sin salir de casa— dijo seriamente el Sr. Camusso.

No se volverá a repetir padre.

Pasó la tormenta, pasó el castigo, pero tenía algo que se mantenía intacto: la aventura de ir a la colina. Seguí tan intacta esa aventura en la cabeza de Tiziano que lo primero que hizo al salir fué a buscar a Benito para reprogramar la aventura.

—Ey Tiziano ¿Dónde te habías metido?

—Mi mamá descubrió mi bolso con las galletas y la cantimplora con agua, sospechó que me esperaba escapar y me castigó por una semana—

—¡Tenés que ser más avispado Tiziano!

—Bueno perdoname, tal vez debí esconder mejor el bolso.

Tras corretear durante todo el día y ponerse al tanto de todo Tiziano y Benito decidieron poner fecha y hora para llevar a cabo la aventura frustrada, sería el día siguiente a la misma hora y en el mismo lugar donde antes habían estado.

Esta vez el plan salió a la perfección, a las siete de la mañana ya estaban los dos reunidos en la plaza listo para salir. Tiziano usado puesto un pulóver color marrón, una bermuda de corderoy gris, unas medias de lana gruesa que le llegaban hasta la rodilla y por supuesto sin faltar sus flamantes botas de cuero.

- ¡Guau Tiziano que botitas eh! - exclamó Benito boquiabierto

- Me las compré ganando carreras, corren rapidísimo y aparte son de cuero de vaca—

- Bueno si son tan rápidas ojalá que te ayuden a escapar de Isidoro si lo que llegamos a encontrar o de algún jabalí salvaje - concurso Benito en tono burlesco.

- Dale dejá los chistes y empecemos a caminar.

La aventura finalmente había dado el primer paso, mientras que los habitantes de la Colonia recién estaban abriendo los ojos, Tiziano y Benito se perdían en la vegetación de la colina. La caminata estaba siendo tan placentera hasta que habían olvidado los peligros que existían en la colina.

MISTERIO EN LA COLINAWhere stories live. Discover now