Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
⋆✰⋆ ✰⋆ ✰⋆ ✰⋆ ✰⋆✰ ⋆ ✰⋆ ✰⋆ ✰⋆ ✰⋆ ✰⋆ ✰⋆ ✰⋆ ✰⋆ ⋆✰⋆ Dos semanas habían pasado.
Alessia había decidió visitar un psicólogo cosa que realmente preocupó a sus padres.
¿Qué tan mal podría estar la chica?
Ya no era ella misma, no reía como antes y preocupaba a hasta a sus maestros al ver cómo no se emocionaba por ningún trabajo.
Aveces encendía la televisión para ver una qué otra noticia y hace días había encontrado una no muy placentera.
Era ESPN y hablaban del sorpréndete bajo rendimiento de De Jong.
Este estaba sufriendo a más no poder, se había vuelto lento y preocupaba no solo a sus compañeros pero a su madre.
¿Donde habían quedado aquellos chicos felices?
Mikaela y Matthijs habían tratado de mil maneras volver a hacerlos a hablar, consiguiendo nada.
—¿Lo amas alessia?— preguntó la psicóloga.
—Lo hago pero el no estuvo— negó con la cabeza— me dejó con Erik.
La mujer suspiró en poco tiempo se había dado cuenta que toda esa euforia que tenía la chica en su vida era aparente y estaba conociendo la contra cara de esta misma.
—Alessia— suspiró la mujer— hemos hablado de todo lo malo que te pasó en estos años y la única persona que al parecer si se preocupó por ti, fue aquel chico.
—Me mintió.
—Y lo entiendo totalmente, no creo que estés preparada para volver con el pero tienes que aprender a perdonar— le recordó la mujer— y es difícil y odio decirlo peor tienes que hacerlo, no te pido que olvides que te hizo.
La chica la miro confundida.
—pero ese chico no hizo más que amarte y ambos soltaron la toalla a la primera dificultad ¿creyeron que sería fácil?— pregunto esta— mas siendo ambos figuras públicas.
No se equivocaba, habían peleado y no se molestaron en buscar una solución al problema.
—¿debería buscarlo?
—¡no!— respondió la mujer— ahora mismo no, necesitas tiempo para ti misma — suspiro— te explicaré algo la euforia, es la capacidad para soportar el dolor y a ti te hicieron tanto daño en esta vida que aprendiste a vivir con ella, pero la euforia que vives tú es una euforia falsa.
La chica la miro confundida.
—No resuelves los problemas escapas de ellos y tratas de ignorarlos cubriéndolos con optimismo y esto no está del todo mal pero los problemas tenemos que enfrentarlos o se acumularán, estas conociendo la otra cara de la euforia— se arregló los lentes— la depresión y esto me preocupa por que ahora mismo no tienes quien te sostenga cuando termines de caer.
—No necesito a nadie, usted es psicóloga ¿no debería de decirme eso?
¿Que cojones de psicóloga era esta?
—Para salir de estas cosas si se necesita apoyo, si bien considero que cada ser humano es capaz de validarse por sí solo no lo encuentro saludable— negó con la cabeza— no es guste o no necesitamos a alguien que nos ayuda a levantar cuando caemos, no que nos levante pero que nos ayude— aclaró— ¿no tienes algún amigo? ¿familiar?
La chica negó irónicamente.
—No tengo a nadie, sólo lo tenía a él.
Continuaron hablando todo el día.
Trataron el tema de Erik, de algo agradecía la psicóloga era que Alessia no era de esas chicas que se culpaban por los golpes como pasaba con muchas.
Sabia que no era su culpa y que lo único que había hecho mal era no haberlo dejado antes.
Al llegar a casa fue al baño mirándose al espejo, todavía aquella cadena colgaba de su cuello.
La arranco con desprecio tirándola a la sala y llenando la bañera en la que entro con todo y ropa.
Y lloro alessia lloro todo lo que en años no había llorado, tanto sobre su padre, como sobre Erik y como sobre frenkie.
Tal vez algún día lo perdonaría por que de algo estaba segura él único que estaba arrepentido por el daño que le había hecho era el y lo amaba, lo amaba como nunca había amado a nadie.
