Se dispuso a salir, y al bajar se encontró con el mayor, recogiendo las colchonetas.

—¿Y los muchachos?

—¡Oh, buenos días hermanito! No querían despertarte... je. Cada uno tenía cosas que hacer.

—Bien...-entro a la cocina para hacerse un café, pero entonces...-¿Itachi, qué hora es?

El mayor fijo la vista a su reloj pulsera.

—11:25 ¿Por?

Los ojos del menor se abrieron, alarmando al propio Itachi.

—¡Debo irme! ¡Es tarde!-llevo una tostada de golpe a su boca, ahogándose un poco en el proceso.

—Sasuke come despacio.

—¡No hay tiempo!-corrió al frente de la entrada y recogió un abrigo fino del perchero, ese día estaba muy fresco y había posibilidades de lloviznas.

—¿A dónde vas?

—Después te cuento-se apresuro a decir y corrió de la casa.

Itachi sonrió y un rubio de ojos azules se apareció en su mente. Corrió a la salida y pudo divisar la espalda del menor todavía.

—¡¡Que te vaya bien!!-grito fuerte para que lo escuchara, y Sasuke tan solo, elevo un brazo al aire a modo de despedida.

O0OoooO0O

A prisa, llego exhausto a la plaza. No había mucha gente a su alrededor. Se detuvo y trato de recuperar aire, busco con la mirada a su supuesto admirador, pero nadie estaba ahí. Frunció el seño molesto ante la idea de una broma y dejarlo estúpidamente plantado a él, pero se tranquilizo a medida que caminaba, porque logro ver en una banca, un celular y otro sobre.

—Le gusta jugar a los detectives-mascullo, tomando ambos artículos y sentarse.

Abrió el sobre, y procedió a leerlo.

Jeje... todavía falta por vernos. El celular será importante hasta el último momento, llévalo contigo.

Sasuke... en este pedazo de papel he colocado cierta información del pasado, es imprescindible que contestes mandando un mensaje al número que está guardado.

Sé que te enamoraste de un chico... rubio, ojos azules, era tu mejor amigo.

Dime... ¿Desde cuándo lo amabas?

(Contesta)

Sasuke apretó con fuerza la hoja, rompiéndola en el acto.

—Maldito metido... como sabe que... que amo a...-callo sus labios, no quería recordar el nombre de aquella persona.

Sintió el vibrador del móvil, abrió la casilla de mensajes.

Es imprescindible que contestes.

Frunció el seño y su mente se vio contrariada entre contestarle o no. ¿Por qué habría de decirle sus cosas personales a un extraño?

Volvió a escuchar el vibrador y abrió el siguiente mensaje.

Sasuke... si de verdad deseas saber quien soy... contesta, por favor.

Esta vez, era un pedido rogado por el mismo sujeto. Suspiro frustrado y comenzó a escribir en el celular.

Lo ame desde que entro en el colegio. Desde que lo vi sonreír con tanta alegría.

Con esa basta de información, puso enviar y espero.

Mi regalo especialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora