Que es lo que siento por el ???

después de entrenar

Kuroko y yo fuimos los últimos en quedarnos a practicar. Era algo  incomodo,  lo único que se oía era el sonido del balón rebotando contra el piso, y como siembre le gane a kuroko.

-kagami, dejémoslo por hoy. Ya es muy tarde.

-creo que en esta ocasión tienes razón.

Deje el balón en el suelo y me fui con kuroko a los vestidores. Al llegar fui al casillero y lo abrí.  De repente me di cuenta que kuroko no estaba y empecé a buscarlo.

-me imagino que ya se fue.

-te equivocas estoy a un costado tuyo.

De repente voltee y ahí se encontraba.

-kuroko no espantes así a la gente.

Me voltee de nuevo y saque mi camisa para cambiarme.

Al ver a kuroko pude notar que tenía una piel muy blanca y suave.

-sucede algo kagami?

-e….no nada.

No podía dejar de ver esa piel tan blanca como la luna. Me le acerque a kuroko  asta estar detrás  de él. Lo tome por el hombro y de un impulso lo voltee.

Me le quede viendo, sus ojos,  esos ojos eran tan azules y tan puros.  Mi cuerpo se movió pro sí mismo. En ese momento, no podía pensar en otra  cosa más que besarlo.

Me le aserque hasta que mis labios tocaron los suyos. En ese momento no podía pensar con claridad, esa piel esos ojos eran tan hipnotizantes, me deje llevar por ellos.

Al reaccionar  vi la cara de kuroko, su cara demostraba confusión, estaba tan sorprendido que volteo su cara hacia un lado.

-kuroko tu…. Tu cara esta roja.

-es obvio que mi cara esta roja, es porque  me diste un beso de repente.

El voltio su cara hacia mi estaba tan roja. Se veía tan tierno. Esa cara, esa cara me saco de mi juicio.

-espe….*beso*

-detente.

-si quieres que te deje, te puedes ir, pero si no te vas ahora ya no te dejare ir.

-yo nunca dije eso

-¡¡¡!!!, no te quejes con migo de lo que pueda ocurrir.

-ha…créeme no me arrepentiré.

Después de oír estas palabras, lo volví a besar  en ese momento mi mente estaba en blanco. Solo podía oí los gemidos de kuroko, eso gemidos y su voz llamándome hacian que cada vez mas perdiera mi juicio, llegando a un punto sin retorno donde solo estábamos los dos.

Me convencí  que lo único que quería oír era a él, su suave voz resuena  en mis oídos cada vez más los dos nos hundíamos mas en el placer, sin darnos cuenta las horas pasaron.

Los dos terminamos muy cansados, en especial kuroko el apenas y se podía poner de pie, los dos nos fuimos en dirección a mi casa, no quería separarme de él, a demás no hubiera podido caminar si  yo no lo ayudaba, al llegar a mi casa los dos nos fuimos directo a la cama.

-kagami...por tu culpa estoy muy cansado.

Volteé pero él se habia quedado profundamente dormido. Me acosté a un lado de  él solo podía   sentir las manos de kuroko abrasarme.

Lo que más me gusto de todo el día es que pude estar a su lado.